por :danayaleika ochoa
Reynosa,Tamps.-
En los
últimos días las denuncias por abuso de autoridad y privación de la libertad en
contra de agentes de la
Policía Federal han sido más recurrentes, este fin de semana
se presentaron dos.
La impunidad de los
uniformados además de cínica fue calificada de brutal por media docena de
testigos, Fernando Santiago Candelario de 27 años, cuando era golpeado
residentes de la colonia San Ricardo impotentes observaban.
El denunciante dijo que
estaba con un amigo y vecino de la colonia Balcones de Alcalá, y del cual se
desconoce su paradero; ambos esperaban el transporte público en el bulevar
Morelos cuando llegaron dos patrullas de la Policía Federal.
Con insultos y
señalándolos de ser delincuentes los obligaron a abordar uno en cada unidad, a
Santiago Candelario lo llevaron a la colonia San Ricardo donde lo bajaron y
comenzó la tortura con puños, patadas y golpes con armas.
Por la fuerza querían
saber el paradero de personas que él jamás ha conocido, cuando notaron que
sangraba más de lo que sabía lo fueron a abandonar a la esquina de Morelos con
Guaymas frente a las oficinas del SAT.
Cuando se marcharon
varios ciudadanos se aproximaron para auxiliarlo, pero en vez de pedir ser
llevado a la Cruz Roja
prefirió lo dejaran en la
Procuraduría de Justicia para denunciar y al mismo tiempo
certificaran las condiciones en que lo dejaron.
Fue en la esquina de
Saltillo con Occidental donde la fiscalía lo atendió como lo hizo también la Cruz Roja , en todo
momento pedía buscaran a su amigo.
La otra denuncia pero
canalizada en la PGR
la presentó Ovidio Peña Pestaño de 41 años, ex servidor público y ahora
empleado de una empresa privada, a él le fracturaron la mano izquierda cuando
lo “interrogaban” en su propia casa.
Este hombre declaró que
además de las lesiones el
impacto emocional a su esposa e hijo no tiene nombre; narró que estaba en su
casa de la calle Tercera 305 de la colonia Unidad Obrera cuando un grupo de
federales tocó a su puerta.
Los atendió como debe
ser y les permitió el acceso al mismo pues decían estar siguiendo una denuncia
ciudadana, hurgaron aquí y allá hasta que lo sometieron con algunos golpes y
luego forzaron su brazo hacia la espalda.
También le preguntaban
por gente que no conoce y sobre sus actividades delictivas, la realidad es que
se dedica a un trabajo de oficina totalmente legal, ya con la mano fracturada
lo dejaron en medio del llanto de su esposa e hijo.
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