MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic. Luis
Gerardo González Álvarez
Hola que tal amables
lectores del Periódico Frontera el día
de hoy se celebra el día del maestro, otra fecha sin duda importante en el
calendario de nuestra nación mexicana, por que el maestro es el agente de
cambio en la sociedad, el facilitador de la enseñanza y del aprendizaje de las
nuevas generaciones de Mexicanos.
Desde aquí una efusiva
felicitación dígase lo que se diga el maestro juega este rol importante dentro
de la sociedad, y por eso es que hoy en este día reciben un sin número de felicitaciones y
reconocimientos del Sr. Alcalde Ing. Alfonzo Sánchez Garza.
Quien de nosotros no
recuerda los que tuvimos la oportunidad de estudiar cuando teníamos que
presentar algún examen y que este no fuera este de la materia de matemáticas,
por tal situación no dormíamos pensando en el momento angustiante de este
examen, que me dicen ustedes si les llegaron a tocar los exámenes semestrales y
finales donde en dos o tres días tendríamos que poner y plasmar todo lo
aprendido durante el año escolar, y estos resultados eran definitivos y en gran
medida marcarían el rumbo para ascender o bajar de grado en nuestra formación
académica.
Pero hoy en día los maestros
como dice el Prof. Raúl Terrazas Barraza en su columna Gaceta, a que le tienen miedo los maestros de hoy y
es el gran dilema refiriéndose a la evaluación tan sonada en la que estarían inmersos.
Por que no compartir la
responsabilidad y la adrenalina por la que pasan los educandos en ese momento
de tención, ¿por que no medir? ustedes mismos sus áreas como se dice hoy en
día de oportunidad o sus áreas criticas, en cuanto a la enseñanza - aprendizaje que brindan a sus alumnos.
Si bien es cierto en el
proceso de enseñanza y aprendizaje los padres de familia juegan también un papel importante dentro de
este proceso, es como vernos al espejo y preguntarse así mismos, si realmente, lo que estoy enseñando a mis alumnos, le
estoy dando un valor actualizado y agregado por mis conocimientos que día con
día trato de actualizarlos, y en el caso de los padres también hacerse una
autoevaluación y preguntarnos a nosotros mismos, que tan enterado estoy del
avance académico de mis hijos si es que puedo influir o cambiar en gran medida
su avance en su educación.
Bien la disyuntiva sigue en
el aire el maestro no quiere evaluarse mientras que el alumno tiene que ser
evaluado por fuerza, para medir o medirle su capacidad cognoscitiva y lo
retenido en el ciclo escolar, lo
considero injusto por que seria interesante que el maestro también fuera
evaluado a la par del alumno, al concluir o al estar por concluir el ciclo
escolar.
Ni modo es la ley universal
de la vida y la enseñanza en la que al maestro se le veía por muchos años en
los ayeres, como ese ser superdotado e inmaculado por sus bastos conocimientos
y excelsa sabiduría, lamentablemente los tiempos de hoy han hecho que el alumno
sea más analítico y más abusado y no tan fácil se deja envolver o llevar por
algún concepto o comportamiento inadecuado, honrosas las excepciones de
maestros que no dan lo mejor a sus educandos, y se comprometen día con día a
hacer hombres y mujeres excelentes a la patria. La reflexiva aquí la dejamos y
seguimos en nuestra crónica.
LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS QUE HAN DADO ORIGEN A
ESTA CELEBRACIÓN “DÍA DEL MAESTRO”
Siendo presidente de la
República Don Venustiano Carranza, firmó un decreto que declaraba a este día
como el día del maestro. En el año de 1917 dos diputados al Congreso de la
Unión, el Coronel Benito Ramírez García y el Doctor Enrique Viesca Lobeatón
promovieron la instauración del día del maestro, presentando ante el Congreso
de la Unión una iniciativa para que fuera instituido el Día del Maestro y
además proponían que fuera el día 15 de mayo de cada año.
Siendo aprobada esta
propuesta el 27 de septiembre del mismo año. La primera conmemoración del Día
del Maestro en México fue el 15 de Mayo del año de 1918.
Ser maestro no es un trabajo
fácil, se necesitan mucho esfuerzo, paciencia, dedicación, compromiso y
responsabilidad para poder educar, formar y orientar, y para lograrlo se
necesita además de la ayuda de los maestros la de los papás y la ayuda de los mismos estudiantes.
El aula no es el único espacio físico que permite al maestro volcar en el alma
y en la mente de niños y jóvenes, conocimientos, enseñanzas y valores.
La labor del maestro
propicia el desarrollo de las capacidades, habilidades y aptitudes del educando
que inciden en la formación del ciudadano mexicano. El maestro también es
formador de conciencias, es promotor social, es actor que con su ejemplo invita
a la superación personal y a la solidaridad. Lucha contra la ignorancia y
aporta elementos que disminuyen el rezago educativo de nuestro país.
EL LEGADO DEL PROF. LAURO AGUIRRE.
En su búsqueda de una
educación que trasmitiera sentido de identidad nacional, la pedagogía en México
–desde la Independencia hasta la segunda década del siglo XX- experimento
transformaciones importantes. Desde la instauración del sistema lancasteriano
de enseñanza hasta los primeros congresos pedagógicos, pasando por las visiones
educativas de liberales y conservadores, nuestra acción pedagógica ha buscado a
las exigencias y características del niño mexicano. Este es quizás el merito
mayor del proyecto educativo de Lauro Aguirre, un maestro visionario que
instaló en Ciudad Victoria en 1916 una escuela popular y demócrata, “una
escuela para el pueblo, pensada por mexicanos para mexicanos”, con la cual
buscó encauzar a los educandos hacia metas que les ayudasen a entender el
sentimiento de pertenencia, y a experimentar la unidad con sus hermanos de
raza.
El proceso educativo no
depende de la buena fé del maestro, ni de su vocación, ni de su humanidad, ni
de la mística que le imprima. El proceso formativo y la calidad del mismo
responden al grado de aprovechamiento que el maestro haga de la aplicación y
del conocimiento que tenga del alumno.
Así, para explicar lo que
sucedió en el ámbito escolar, en el marco de la Revolución Mexicana, es
necesario tomar en cuenta, el medio ambiente, la situación política, económica
y social, que recibían, buscar todo lo que influyó, de una u otra forma, en el
proceso general de la educación. Para ello, es necesario ir hasta el momento en
que los mexicanos se hacen cargo de la formación de los futuros ciudadanos, es
decir, investigar en los primeros tiempos del México Independiente, pero
también buscar entre los hechos acaecidos durante el período de la República
Restaurada o en los mismos ideales de la Revolución, las acciones que
determinaron el trabajo escolar.
Los primeros tiempos
independientes resultaron azarosos para los ahora mexicanos, quienes habitaban
en un país llamado antes Nueva España y hoy denominado México como consecuencia
del logro de su libertad.
En esa época inicial del
México independiente, abundaban los caciques, los líderes y tiranos; pará
muchos, estos años del siglo XIX representaron el momento propicio de establecerse
a esta realidad, permanecía la gran masa indígena silenciosa, indigente y
escéptica- que apabullaban, con su indiferencia, a la sociedad activa del
México que surgía como un país soberano.
Hoy el maestro sigue siendo
el agente de cambio y este sea urbano o rural; de enseñanza básica o media y
media superior enfrenta con humanismo la tarea que así mismo se ha impuesto y
que la nación le ha encomendado. Forjar hombres y mujeres de bien que
contribuyan en el engrandecimiento de México.
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