De Reojo 280616
Por Gerardo Vázquez H.
México en es un país hermoso y que históricamente cumple algunos ciclos
que no quisiéramos que se repitieran, pero al parecer quienes dirigen su
economía y son los responsables de aplicar las leyes, no han leído nada de lo
que ha sido la Historia de México Contemporáneo.
México comenzó su evolución a la democracia a mediados del siglo
pasado, luego de eventos sangrientos como el Movimiento Ferrocarrilero y el de
Médicos en los años 50’s y una serie de conflictos sociales de descontento que
desembocaron en el gran movimiento estudiantil - popular de 1968.
Luego de la violenta represión en contra de los estudiantes en
Tlateloco, vino la etapa de la llamada Guerra Sucia en contra de los
movimientos sociales, la cual prácticamente inició el 10 de junio de 1971 con
el Halconazo en San Cosme.
De ahí se desató la persecución en contra de la población que se
revelaba y sus dirigentes sociales se vieron obligados la alternativa de las
armas, como Genaro Vázquez Rojas y de Lucio Cabañas Barrientos, por ciento,
profesores que por el autoritarismo del régimen vigente no tuvieron otra vía y
crear los famosos focos guerrilleros en la difícil sierra de Guerrero, en aquel
entonces, el estado más atrasado y más golpeado por la falta de desarrollo.
Estos movimientos generaron también descontento en la zona urbana donde
salio la Liga 23 de Septiembre que durante varios años mantuvo acciones armadas
en contra del régimen evidenciando su ineficacia y su brutalidad para tratar el
descontento.
La movilización social siguió en aumento haciendo grandes boquetes
mediante la participación política, a pesar de la acción represiva de la
Dirección Federal de Seguridad, la policía política de entonces.
Fue así que vinieron las famosas elecciones de 1988 cuando el candidato
del Frente Nacional Democrático, Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, el hijo del
Tata Cárdenas, constructor del Agrarismo y del Distrito de Riego 025 y 26, los
más grandes de la república, justo en esta región noreste de Tamaulipas,
retumbó como esperanza de cambio, a pesar de que finalmente robaron la
elección.
El monstruo del poder quedo tocado, porque la fuerza de la oposición
comenzó a competir abiertamente con la fuerza política y la aplanadora que
representaba el partido en el poder. Vinieron más fraudes electorales ahora en
contra de Andrés Manuel López Obrador, el cual ha ido conformándose como un
icono de la oposición electoral más férrea al régimen existente.
Además, en 1994 se suman
movimientos generados por los pueblos indígenas que cuestionaron de fondo de la
política públicas y económicas, en las que se hablaba de que nuestro país ya
había pasado de ser emergente al primer mundo.
Llega el 2000 con una gran expectativa de la ciudadanía pues se logró
la alternancia en la presidencia de la República, una nueva esperanza de tener
un mejor gobierno, pero este no logró los resultados que se esperaba, a pesar
de haberse refrendado la estafeta al PAN en el 2006, periodo que se distinguió
la militarización de las relaciones sociales, lo que propició un entallamiento
de la violencia en varios puntos de la república, donde el Crimen Organizado
genero estrategias de combate para defender su mercado. Fue el sexenio más
obscuro por los "daños colaterales" que sufrió la población a raíz
del combate abierto a las mafias de la droga.
Para el 2012 una estrategia mediática disminuye las expectativas de la
oposición progresista y queda de nuevo el priismo tradicional, con rostros
nuevos, pero con los mismos dinosaurios dirigiendo de tras de la silla de
gobierno.
Ahora, este nuevo régimen priista a demostrado su limitada visión para
gobernar y lejos de retomar todas las experiencias históricas para mejorar su
relación con los conciudadanos, a regresado a la sangre y fuego para remediar
los rezagos sociales que existen en este país, imponiendo modelos de reformas
que no tienen nada que ver con el sentimiento y la conveniencia de los
ciudadanos de este país.
Viene el baño de sangre en Oaxaca y esto prácticamente marca de nuevo
punto de partida en la lucha política del país. Un nuevo '68 aunque en circunstancias
muy distintas, pues este suceso se desarrolla en medio del repudio que se
generó en contra del partido gobernante en las pasadas elecciones, donde
pierden 7 de 12 estados en disputa, sobre todo entidades que desde siempre
habían sido gobernadas por el PRI y con un proceso de cambio presidencial en el
2018.
La violencia y el repudio de la gente marca ya la necesidad de un
cambio y solamente sobrevivirán en el panorama socio político de México
aquellas fuerzas que se adaptan a las nuevas circunstancias que exige el
momento.
Ahora se viene otra coyuntura que deberá ser definitiva para nuestro
país en la búsqueda de mejorar sus condiciones económicas y sociales y
evidentemente para todas las fuerzas políticas, unas si quieren subsistir
deberán de redoblar el esfuerzo de renovación interna y por otro, que la
oposición progresista sepa tejer una unidad férrea que les permita enfrentar en
las mejores condiciones la batalla por México durante la próxima contienda
electoral.
Mientras tanto, para evitar más violencia se debe privilegiar el
dialogo, como la única vía de resolver nuestras diferencias, reconociendo lo
que un día Dominique Pire, sacerdote belga premio novel de la Paz en 1958
enseñaba: “Andaríamos mejor si no fuera porque hemos construido demasiados
muros y no suficientes puentes”... Bueno eso es lo que nosotros decimos... Pero
usted ¿Cómo ve?
La Ojeadita...
La derrota del PRI en Tamaulipas no solo se engendró en la campaña
electoral, o es la única responsabilidad en el candidato Baltazar Hinojosa...
El PRI fue derrotado por lo que ha representado y lo que hoy representa para el
país, por lo que debe cambiar de formula política sino quiere que sus huesos
queden en el "cementerio de los elefantes" para el 2018...
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