MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic.
Luis Gerardo González Álvarez
Matamoros 8 de noviembre 2012
Hola que tal amable lectores leyendo, las
notas periodísticas del día me encuentro una que considero importante
comentarles; y es que se tiene contemplado tentativamente para el día 14 o 15
de este mes la visita, de la despedida del Sr. Presiente de la Republica Lic.
Felipe Calderón Hinojosa, a nuestra ciudad de Matamoros y vendría a supervisar
los trabajos de los nuevos patios y el cambio de vías del ferrocarril de
Matamoros.
Y no quise pasar por
desapercibido que este pasado miércoles 7 de noviembre se celebró en México el
“Día del Ferrocarrilero”, dos temas importantes en nuestra región uno por el
simbolismo histórico que representa a la ciudad de Matamoros, y el otro por el
desarrollo económico que se tiene contemplado
por los nuevos yacimientos de petróleo encontrados en el Golfo de
México.
Entre los años de 1936 a 1948, propiamente en
el año de 1936 estalla la primera huelga por la petición de los trabajadores de
un aumento salarial, el Presidente Cardenas rompe la huelga aduciendo que
requería movilidad para trabajar en el proceso de nacionalización, el sindicato
se encarga de hacer pasar este golpe (y luego la nacionalización) como
triunfos, y ya para la década de los 40s la CTM perdía credibilidad entre los trabajadores de este ramo por el
excesivo corporativismo y su actuar mafioso,
se hacían notar en las pugnas entre las diferentes fracciones, y es por
ello que el Estado busca ampliar el espectro sindical con “nuevas estructuras”,
como lo fue la Central
Única de Trabajadores CUT formada en el año de 1947, a iniciativa (entre
otros) del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana
(STFRM).
Pero ahora bien hagamos una
retrospectiva histórica de cómo ha sido la llegada del ferrocarril a nuestro
Estado de Tamaulipas que fue de gran importancia el régimen encabezado por Don
Profirió Díaz con su arribo al poder en el año 1876, en que promovió grandes
trasformaciones jurídicas, políticas y económicas en México.
Tamaulipas se incorporó
paulatinamente a los procesos de la modernización económica que promovía el
gobierno central a cargo de Don Profirió Díaz, aunado con la favorable
posición geográfica de nuestro estado,
esto estimulo aún más su rápida y temprana incorporación.
Pronto el Crecimiento de
comercios locales, regionales y de centros bancarios en las principales
ciudades, los tendidos ferroviarios y
las actividades agrícolas y ganaderas de exportación, la minería, el petróleo
sintonizaron a esta región con la economía de otras regiones y latitudes.
De esta manera a finales del
siglo XIX México ingreso a una era de modernidad y esplendor económico, acorde
al desarrollo europeo y estadounidense.
Desde el inicio el Gobierno Porfirista,
otorgó decenas de concesiones a compañías. Lo mismo hizo el presidente
tamaulipeco Manuel González y yá para el año de 1890 sumaban casi 20 mil
kilómetros de camino ferroviario.
Desde entonces, viajar en
tren constituyó un privilegio, la vida de muchas familias y poblados,
trascurría en torno a las terminales de trenes, generando un ambiente social y
desarrollo de la cultura popular. El gremio de ferrocarrileros, se volvió
fuerte y beneficiario de buenos sueldos. Numerosos jóvenes aspiraban a un
empleo de rieleros, que a su vez heredaban a sus descendientes. El Sindicato de
Trabajadores Ferrocarrileros, se fundó en 1933, pero tuvo su origen en 1890, y jugó
un papel importante en el surgimiento de las instituciones obreras
progresistas. Su participación política fue decisiva en la Revolución Mexicana.
Los recorridos: Tampico – San Luis y
Tampico – Monterrey eran relevantes no sólo por la cantidad de pasajeros
trasportados, sino también por las mercancías y fletes para la industria y
comercio. Al puerto jaibo llegaban barcos de carga procedentes de Europa y
Estados Unidos; por tal motivo la carga tenia que salir hacia Monterrey, Matamoros,
San Luis, Querétaro y México.
Durante la huelga
ferrocarrilera del año de 1959, bajo el liderazgo de Demetrio Vallejo, liquidaron
a todos los trabajadores ferrocarrileros, y ya una vez nacionalizado este
sistema de trasporte se reecontrató nuevamente a la planta laboral.
La sinopsis histórica del
movimiento ferrocarrilero nos marca que hacia el año de 1959 se suscita otra
gran etapa en este movimiento, cuando los trabajadores ferrocarrileros
solicitan otro aumento salarial propiamente en el mes de febrero de ese año,
sindicalistas “charros y democráticos” conjugan sus fuerzas para asegurar la
derrota. Los democráticos se encargan de someter a los trabajadores a la
estructura de izquierda del capital, al
proponer que PCM y PCOM (y al inicio el PPS) se conviertan en consejeros, y
buscan la fecha menos indicada para el estallamiento de la huelga. Los charros
se encargan de abrir paso a la represión y cerrar con broche de oro el golpe a
la combatividad obrera.
De forma que cuando se
solicita el aumento salarial, y se tiene una respuesta negativa por parte del
gobierno, se les empuja a estallar la huelga justamente en la apertura del
periodo vacacional (25 de marzo), aislando así a las movilizaciones. Apenas
pasaron tres días cuando la escalada represiva se desata, policías y soldados
son lanzados por todo el país a tomar instalaciones, golpear, apresar y
asesinar trabajadores.
De esta manera desesperada
los ferrocarrileros resistían llevando la huelga hasta el 3 de abril, pero ya
todo era inútil el aislamiento en que se encontraban permitió se infligiera una
importante derrota contra el proletariado durante esos días fueron detenidos
3,039 trabajadores (imponiendo sentencias por el delito de disolución social a
68 de ellos), y se despidió a 9 mil y algunos otros son asesinados.
En Cd. Victoria
Tamaulipas el líder Demetrio Vallejo
encabezaba un mitin frente a la estación, por instrucciones de las autoridades
federales en aquella época, la mayoría
de los dirigentes sindicales y cabecillas del movimiento, fueron llevados
presos a la cárcel de Andonegui en Tampico.
Hoy de aquellos tiempos de
gloria ferrocarrilera en Tamaulipas, sobreviven algunos protagonistas
actualmente jubilados, quienes se reúnen cada 7 de noviembre a festejar la
efeméride en su honor. Rodeados de estaciones abandonadas, recuerdos,
fotografías, silbido de locomotoras y objetos alusivos a su actividad; la
mayoría radican en casas aledañas a las antiguas terminales de: Ciudad
Victoria, Nuevo Laredo, Tampico y Matamoros, ahora pertenecientes a la empresa
extranjera Ferromex.
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