Por Oscar Diaz Salazar
“Con la
familia no te metas” es una recomendación que me han hecho ya en varias
ocasiones, a propósito de algunas notas que he publicado en las que reseño la
vida y obra de los parientes incómodos que tienen los políticos y servidores
públicos.
La
recomendación es muy apropiada, es correcta, sensata y en ocasiones es de buena
fé… pero en muchas de las ocasiones el exhorto a no ocuparme de la parentela de
los políticos la he recibido de los defensores oficiosos de las autoridades en
turno.
Acepto que a
mi no me gustaría que criticaran a mis familiares, en especial si la revelación
de sus defectos o malas acciones estuvieran motivadas por lo que yo hago, digo
o escribo en el ejercicio de mi labor periodística.
En las muy
contadas excepciones en las que involucro a mis familiares en mi trabajo, lo he
hecho conciente del riesgo que eso implica… aunque debo aclarar que yo no
utilizo recursos públicos para escribir o divulgar mis opiniones.
Carlos Salinas
fue criticado por la actuación de su hermano Raúl Salinas “El incomodo” porque
permitió que este ultimo le metiera mano a recursos de los contribuyentes y le
brindara protección y cobertura a diversos negocios ilícitos. Vicente Fox fue
duramente criticado porque su esposa Marta Shagun y sus hijastros hicieron
negocios al amparo del poder y desde el gobierno. Ambos mandatarios de triste
memoria fueron los causantes de las criticas a sus familiares. Ellos empezaron
el ciclo dándole poder a sus consanguíneos o cónyuges para hacer y deshacer en
el gobierno. La crítica fue posterior a los actos, fue consecuencia y no causa.
Considero que
en Tamaulipas tenemos un pariente incomodo, un familiar del titular del poder
Ejecutivo que utiliza los recursos públicos puestos al cuidado de su
consanguíneo para propósitos personales: me refiero al Dr. Egidio Torre López
padre del gobernador.
Al señalar al
Dr. Torre como familiar que utiliza el cargo y la influencia de su familiar, en
este caso su hijo, para sacar algún provecho, no me refiero a la presunta
sociedad de negocios que sostiene con el vocero del gobierno, y con su yerno,
los que supuestamente se asociaron para operar una empresa comercializadora que
provee de diversos productos a la administración estatal, y cuyo domicilio
fiscal u operativo esta registrado en una propiedad del galeno.
Lo
visible, lo que es público y evidente es el uso del aparato de comunicación
social del gobierno tamaulipeco para ensalzar la imagen del padre del gobernador
Torre. De tres a cuatro ocasiones por semana se redactan boletines en los que
menciona al Primer Papá de Tamaulipas, se captan graficas y se distribuyen para
su publicación en todos los medios de comunicación con los que se ha
establecido un convenio para la difusión de las actividades del Ejecutivo.
El Dr. Egidio Torre parece el
Director bis del Instituto Tamaulipeco del Deporte pues de ordinario cumple la
tarea de presidir actos que organiza el Instituto o en el que se invita a las
autoridades deportivas del gobierno de Tamaulipas.
Tan solo por
esta razón, por utilizar el aparato de difusión del gobierno para dar
publicidad a un particular, a un individuo que no tiene responsabilidades
gubernamentales, es valido afirmar que el familiar del mandatario Torre Cantú
esta haciendo uso indebido de los recursos públicos.
Es probable
que en esta situación el Dr. Torre, persona honorable según me cuentan amigos
victorense que lo conocen de mucho tiempo atrás, solo sea una victima
involuntaria de los afanes de halagarlo del titular de la oficina de
comunicación social.
Tal vez el
Medico Torre López solo sea responsable de esta situación por omisión, por
dejar que el Sr. Guillermo Martínez le rinda culto a la personalidad de quien
se ha convertido en su asidera (junto al cuñado Basave) a su chamba oficial de
jefe de prensa… y a la clandestina de proveedor a trasmano del gobierno.
En la
siguiente entrega les hablare de otro caso similar relacionado con el baile
urbano.
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