Por: María Jaramillo Alanís
RAZONES Y PALABRAS…
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- De
entrada parece un asunto lejano y que nada nos debería importar, sin embargo a
los mexicanos de este girón de la patria nos debe alertar lo dicho este día por
el lingüista y filósofo estadounidense, Noam Chomsky desde la entraña del
imperio.
"Decir que la guerra contra
las drogas ha fracasado es no entender algo. Es cierto que durante 40 años la
guerra contra las drogas ha fracasado en sus objetivos declarados. Todos saben
que la prevención y el tratamiento es la forma más eficiente para abordar el
problema de las drogas, y que operaciones en el extranjero es la manera más
ineficiente. Uno tiene que preguntarse qué está en la mente de los planeadores ante
tanta evidencia de que no funciona lo que dicen que están intentando lograr.
¿Cuáles son las intenciones probables? Las consecuencias predecibles son buenos
indicadores de efecto"
En abril pasado, la Casa Blanca
dio a conocer su estrategia nacional para el control de las drogas 2012, y la Oficina para el Control Nacional de
Drogas, (ONDCP, Por sus siglas en inglés) dio a conocer algunas cifras duras
que nos asombran y cuestionan por sí solas las batallas callejeras, y le dan la
razón además a lo dicho por Chomsky.
En una declaración de prensa la
ONDCP dijo que el consumo de drogas en Estados Unidos "ha disminuido de
manera importante en los últimos treinta años, gracias a los esfuerzos locales,
estatales y federales, así como a la cooperación internacional”
La ONDCP, aseguro que la tasa de
estadounidenses que consumen drogas ilícitas hoy en día, es alrededor de un
tercio de la cantidad que lo hacía a finales de la década de 1970.
En fechas más recientes se ha
producido una reducción del 40 por ciento en el consumo actual de cocaína y el
consumo de metanfetamina se ha reducido a la mitad. En ambos datos no se cuenta
con la cantidad total de consumidores.
La ONDCP, afirmó que, para
aprovechar este progreso, la administración Barak Obama ha solicitado más de
10.000 millones de dólares del Congreso de Estados Unidos para su presupuesto
del año fiscal 2013 "para apoyar programas de información sobre las drogas
y ampliar el acceso al tratamiento contra las drogas para las personas que
sufren trastornos de drogodependencia", así como 9.400 millones de dólares
para organismos nacionales de aplicación de la ley, 3.700 millones para
actividades de interceptación y 2.000 millones para programas internacionales.
En el caso de México, Estados
Unidos ha bajando más de 1,500 millones de dólares correspondientes a la firma
del Plan Mérida, en cuyo radio de acción
subyace la injerencia en asuntos mexicanos con el garlito de que allá en el
patio de los socios norteamericanos, sí se hace la tarea. Es evidente que no es
así, pues ni bajan las tasas de consumidores y en México la guerra es cada vez
más cruenta.
Por eso, las declaraciones de
Chomsky dadas en New York, no pueden pasar desapercibidas para nadie.
Chomsky dijo que existe
envenenamiento de cosechas en lugares como Colombia a través de la fumigación
antidrogas beneficia a los grandes intereses agrarios y destruye la vida de los
campesinos, que la violencia ha desplazado o destruido el tejido social de
comunidades en varios países de América Latina y debido a que las políticas
antinarcóticos aplicadas dentro de Estados Unidos han encarcelado a un vasto
sector de la población pobre, sobre toda la afroestadunidense y latina, se
tiene que preguntar si estas son consecuencias predecibles, o sea
intencionales, de las políticas antinarcóticos.
El lingüista y filósofo ofreció
sus apreciaciones sobre los cambios en el hemisferio, y abundó respecto de lo
que está detrás de la política antinarcóticos del gobierno de Estados Unidos y
las elites políticas y económicas en la región que la apoyan.
Recordó que dentro de Estados
Unidos estas políticas están haciendo lo mismo que se logró después del fin de
la esclavitud en la década de 1870, cuando los afroestadunidenses gozaron de su
libertad formal en ese periodo, pero que "se logró resclavizarlos a través
de criminalizarlos".
Esto fue clave porque la fuerza
laboral sujeta a estas condiciones resclavizada sirvió como motor de la
revolución industrial en Estados Unidos: el Estado fue el proveedor de
trabajadores encarcelados, con lo cual las empresas no tenían que preocuparse
de sindicatos ni contratos de ningún tipo.
Lo anterior duró hasta la Segunda
Guerra Mundial, que fue seguida por dos décadas de crecimiento económico
acelerado y sostenido, pero eso se frenó en la década de los años 70 con la
supremacía del sector financiero en la economía y con el traslado de producción
al exterior. Ahí, bajo el pretexto de la guerra contra las drogas, se inició la
encarcelación masiva de hombres afroestadunidenses y latinos.
En América Latina hay enormes
flujos de dinero que benefician a las elites, y un amplio sector empresarial
está de alguna manera involucrado con el narcotráfico.
Por otro lado, Chomsky ofreció
ejemplos en Colombia y otros países donde, bajo el pretexto de esa guerra, se
han podido controlar y anular esfuerzos económicos autónomos de diversas
comunidades en la región, en beneficio de intereses poderosos. Todo mientras no
se logra cumplir con los objetivos oficiales de frenar la droga y sus
consecuencias.
"No creo que la guerra contra
las drogas es un fracaso, tiene un propósito diferente al anunciado.El problema
de las drogas en América Latina está aquí en Estados Unidos. Nosotros suplimos
la demanda, las armas, y ellos (en América Latina) sufren", concluyó
Chomsky
Pero justo en torno a este asunto,
por el creciente cuestionamiento de la política antinarcóticos estadunidense,
como el de las relaciones con Cuba, se expresa una creciente autonomía de
América Latina frente a Washington, indicó Chomsky.
"Estados Unidos ya no decreta
en América Latina" ya que la región determina cada vez más su propio
futuro, tal como se manifestó en la última Cumbre de las Américas. Ahí, dijo,
no se pudo adoptar una declaración final por falta de unanimidad. Ante un
abrumador apoyo para la inclusión de Cuba en las cumbres futuras, sólo
Washington y Ottawa se opusieron; igual, ante cada vez más consenso sobre la
despenalización de las drogas, solamente hubo dos objeciones, las mismas de
Washington y Ottawa.
"Se tiene que reconocer que
algo notable ha sucedido en América Latina: los días en que Estados Unidos
imponía su voluntad sobre el hemisferio ya están muy en el pasado". Indicó
que esto aún no se registra por los medios de comunicación estadunidenses, y
que todavía no se entiende "que las cosas han cambiado".
Además, también hay un cambio en
la conciencia popular dentro de la región, marcada por la elección de Inacio
Lula da Silva, de Ollanta Humala, de Evo Morales y otros, donde las mayorías
están instalando como líderes a "gente como ellos", y no a las elites
educadas en el extranjero y provenientes de la clase dominante.
En la celebración del 45
aniversario de la fundación de North American Congress On Latin America (NACLA)
se otorgaron premios a Chomsky, Javier Sicilia y Eduardo del Río (Rius)
–éste último no pudo asistir y su premio fue aceptado por su amigo, el
caricaturista mexicano Feggo. Chomsky subrayó que cuando NACLA fue
fundada, fue al inicio de una ola de represión y dictadura respaldadas por
Washington, y que vale celebrar las transformaciones que han sucedido, por lo
menos al grado de que el orden decretado desde Estados Unidos ya no impera en
América Latina en comparación con hace medio siglo.
Chomsky no es una voz discordante,
es más bien la conciencia gringa, y qué
a los distintos órdenes de gobiernos en México les vendría bien leer una y otra
vez lo dicho por el filósofo estadounidense.
Y justo pasa cuando la guerra
controlada de Calderón y sus socios gobernadores del PRI, llega a extremos de
barbarie, de sinrazón, de un pueblo que ya no guarda respeto por la vida, ni
por la muerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario