HECTOR
MIGUEL CHAVEZ
H. MATAMOROS, Tam.- En los últimos
tres años del sexenio anterior presidido por Eugenio Hernández Flores creció la
violencia y la inseguridad de manera exponencial. Y en esos tres años el
entonces gobernador negó reiteradamente que hubiera problemas graves en el
estado.
A lo largo y ancho del estado los
ciudadanos padecieron el secuestro, el asesinato y la agresión, pero no había
información oficial en los medios. Los hechos se manejaban de boca en boca a
nivel de rumor.
Ya en el último año del sexenio fue
imposible ocultarlo.
Se hizo pública la inseguridad y la
violencia en la carretera a San Fernando
y los asesinatos masivos. Fue tanto el escándalo que el gobierno del
Estado se vio obligado a crear una página de internet para informar
parcialmente de la violencia en el estado.
La situación se tornó muy grave, tan grave que hizo
crisis cuando asesinaron al candidato a gobernador Rodolfo Torre Cantú.
Y el gobernador Eugenio Hernández en lugar de asumir
su responsabilidad le pasó el caso al gobierno federal y es fecha que ni la
Policía Estatal ni la Policía Federal han aclarado el crimen.
Y la violencia salió de control, y la seguridad se
convirtió en una quimera. Y la sociedad fue sumida en el miedo.
Al entrar Egidio Torre como gobernador la violencia,
la inseguridad y el miedo estaban en su máxima expresión. Sin embargo en un año
se logró abatir considerablemente la violencia, pero la inseguridad y el miedo
prevalecen.
Ahora en los últimos meses la violencia se ha
presentado con el rostro del terrorismo y eso causa más miedo y más
inseguridad. La última evidencia la tenemos en Victoria. Estallaron granadas
frente a una escuela, frente a un negocio de autos y frente a un negocio de
pollos. Y ahota lanzaron un coche bomba contra el periódico Expreso de
Victoria.
Son actos de terrorismo puro pero el gobierno no los
reconoce como tales. Y quién sabe qué tan positivo o negativo sea eso, lo único
real es que ocurre y que aterroriza a la población.
Mientras tanto, el Secretario de Gobernación anunció
en Tampico más fondos para la Policía, pero no se anunció que hubiese partidas
especiales para la investigación o tareas de inteligencia, ni para la
procuración ni la administración de justicia. Se sigue con la misma estrategia de
perseguir y detener, pero no aplican más presupuesto para incrementar el
personal, equipo e instalaciones en los Ministerios Públicos y los Juzgados.
Al empezar el sexenio había 3 mil 164 reos federales,
y al 31 de diciembre del 2011 hay 18 mil 283, entre culpables e inocentes del
fuero federal cuyos procesos van a ser necesariamente lentos porque se ha
rebasado la capacidad de los juzgadores.
Y para fines del 2012 calculan tener en prisiones
federales a 35 mil reos.
Asimismo, el gobierno federal anuncia la construcción
de más cárceles de alta seguridad, lo que indica que van a seguir la estrategia
de la represión, la persecución y la aprehensión, olvidándose de la prevención.
Entre la sociedad hay temor e incertidumbre y todos se
preguntan ¿cuándo va a terminar todo esto?; ¿cambiará con el sexenio?; ¿quién
podrá resolverlo?; ¿crecerá el terrorismo?
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