H, Matamoros, Tamaulipas:

Investigan caso de niña declarada muerta dos veces en SLP


 Camila, una pequeña de 3 años de edad, comenzó con malestar estomacal, vómito y diarrea, el martes 16 de agosto.

Su madre Mary Jane Mendoza la llevó al pediatra y más tarde al Hospital Comunitario del municipio de Salinas, en San Luis Potosí, donde la salud de la menor se complicó después de que le diagnosticaron un cuadro de deshidratación.

Los médicos le pidieron a la madre de Camila que comprara supositorios, dos sobres de suero y le dieron a la menor 30 gotitas de paracetamol.

Al no haber mejoría en la niña, la madre buscó una segunda opción con un médico particular quien siguió con el tratamiento.

En su desesperación Mary Jane ingresó nuevamente a su hija en el Hospital Comunitario de Salinas donde dos horas después le informaron que su hija había muerto. El certificado de defunción señaló deshidratación severa, diarrea aguda y shock hipovolémico.

La familia trasladó a la menor a la comunidad de “La Herradura” en Villa de Ramos para velarla.

En medio del dolor su abuela paterna destapó el féretro y notó que la niña abrió los ojos.

«Yo sí les dije que su vidrio estaba empeñado, mi mamá también dijo que su vidrio estaba empeñado, por qué, nos dijeron que era porque la bebé estaba soltando líquidos entonces yo miré que sus ojos… movió sus ojos y les dije y me dijeron que yo ya estaba alucinando», señaló Mary Jane Mendoza.

Llamaron una ambulancia y los paramédicos señalaron que la niña estaba viva.

De inmediato la regresaron al Hospital Comunitario de Salinas, ubicado a unos 40 kilómetros de la comunidad de «La Herradura», y más tarde fue llevada al Hospital Central, en la capital de San Luis Potosí, pero Camila murió en el trayecto.

«En ese momento la doctora me dice que le traiga una cobija para sacarla de la cajita, la sacamos y la llevamos a su consultorio de la doctora, pero luego me le conectó la mascarilla, le quiso poner suero, pero ese sí ya no, ya no lo recibió ya… las venitas ya, ya no daban y de ahí ya pasamos un rato ahí, pusimos calentadores para calentarle su cuerpo, porque ya estaba fría, pero ella estaba blandita”.

El segundo certificado de defunción de la menor señaló edema cerebral, falla metabólica y deshidratación.

«Pues peor porque yo la primera vez decía que Dios me la había quitado, que sí pues, Dios me la quiso recoger, pero yo después dije por algo ella me dio señales para yo hacer justicia porque ella todavía estaba viva y si yo lo hubiera sabido, yo la hubiera movido a donde sea, yo le pedí a los doctores que, aunque me cobraran, pero me le hicieran todo, todo lo que ellos quisieran».

La Fiscalía de San Luis Potosí abrió una carpeta de investigación.

«Estamos definiendo algunas líneas de investigación y esto también en el actuar de los médicos, de los servicios funerarios, de los ayuntamientos, tanto de Villa de Ramos como de Salinas, y también de otros particulares que intervinieron», señaló José Luis Ruíz, fiscal de San Luis Potosí.

La Comisión Estatal de Arbitraje Médico pidió a la familia de Camila que se acerquen para brindarles asesoría.

«Las comisiones estatales de arbitraje médico de todo México, solamente pueden actuar cuando se nos presentan inconformidades, controversias que pueden constituirse en una queja, eso requiere la participación de las personas que están inconformes», dijo Abraham Torres Montes, titular de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico.

Camila era hija única, cumplió tres años el pasado mes de abril, su padre se despidió de ella por medio de una llamada, no pudo regresar de Estados Unidos a donde emigró el pasado mes de febrero con la ilusión de trabajar para darle una mejor vida a su familia.

Con información de N+ / Karla Hernández

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Editores Periódico Frontera de Tamaulipas

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