POR:
MARÍA DEL SOCORRO HURTADO ÁLVAREZ
EL AÑO DE HIDALGO; “CHINGUE SU MADRE EL QUE DEJE ALGO”
En
el argot de la política, hay un dicho muy conocido entre la clase popular y el
imaginario colectivo que va corriendo de boca en boca en cada final de las
administraciones públicas, trátese de alcaldes, gobernadores o hasta del
presidente de la república; se trata del
famoso “Año de Hidalgo”; dícese una práctica que se instituyó entre la clase
priista en el siglo pasado.
La
frase viene del brindis llamado “hidalgo”, el famoso cruzado en donde el que
deje algo “se va a chingar a su madre”, así de fácil y sencillo y como en
México la figura de la madre es venerada y adorada, pues no pueden exponerse a
tan indigno sacrilegio; por eso es preferible sacrificar al noble y sufrido
pueblo, que este sí se dice, aguanta de a madres.
Esta
deleznable práctica del Año de Hidalgo es bastante conocida y se practica entre
la clase política cada fin de trienio y sexenio, llámense alcaldes,
gobernadores o presidente de la república, aunque en la actualidad ya no sólo
se les puede achacar a los priistas pues con la llegada a gobernar las ciudades y el país se
ha diversificado la acción a través de diversos partidos políticos; pero para
el efecto práctico del saqueo que realizan al término de cada administración la cosa viene siendo lo mismo,
Se
dice que después de López Portillo, se instauró la nueva modalidad, que es al
año de Carranza (Porque el de Hidalgo ya no alcanza); y cosa muy cierta, porque
en los últimos meses y días hemos observado que algunos que están al frente de
las administraciones públicas, aquí en Tamaulipas, especialmente alcaldes, ya
han adelantado los años de Hidalgo y hasta el de Carranza, poniendo como
pretexto que la federación ha efectuado recortes presupuestales a los ingresos
que tienen las tesorerías; la verdad es otra muy diferente, el saqueo cínico y
descarado que hacen ya comenzó desde principios del presente año y aún no
comienza el año de Hidalgo.
Aquí
podemos hablar de compra de casas en otras ciudades, “para despistar al enemigo”
, dicen; también en el extranjero adquieren inmuebles los alcaldes ladrones que
una vez terminada su gestión ya están haciendo las maletas para huir del otro
lado de la frontera y disfrutar los dineros del pueblo, otros ponen
restaurantes para pagarse ellos mismos los consumos que realizan y todo tipo de
negocios que les aseguren la supervivencia a ellos y sus familiares para no
volver a trabajar nunca en su vida; la lista de latrocinios es larga.
Es
usual ver cada que principia una administración como arrasan con lo que pueden
los que estaban anteriormente “gobernando”, se llevan todo, desde recursos,
hasta mobiliario de las oficinas, principalmente computadoras con los registros
contables para que no haya modo de que los involucren en los delitos de
peculado y otros que sanciona la Ley de responsabilidad de los Servidores
Públicos, hemos visto como se quedan vacías las oficinas, bueno hasta los
cables se llevan; así las cosas en Tamaulipas y a ojos vistos, y supongo que en
el resto del país; pero como dice el dicho “LO QUE SE VE NO SE JUZGA”
Freelanze55@hotmail.com
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