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Pacientes tienen que esperar hasta dos horas para
ser atendidos por el galeno
Guillotina
Por::José Luis Castillo Sandoval
Muy mala
fama se está edificando el joven doctor de apellido Cervantes en el Instituto
de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), al
tratar mal y dar diagnósticos errados al derechohabiente, como es el caso de
Martha Godínez Silva que acudió el lunes 25 de mayo atenderse de una caída y
haber sufrido un golpe en la cabeza.
Dos horas
tuvo que esperar para que el doctor Cervantes la pudiera atender y mandarla a
realizarse unos exámenes de rayos X y para mala fortuna se encontró con que la
máquina para tal fin se encontraba averiada, este es apenas un ejemplo del desorden
operativo y administrativo que persiste en el hospital.
Y el
director, se duerme en sus laureles.
De
entrada, acusó Godinez Silva lo normal es el maltrato de la mayoría
de los empleados, desde el vigilante que no permite se estacionen vehículos en
el privado del hospital dando entender que se encuentra coludido con los
hampones que se dedican a robar en ese sector y luego las enfermeras cuando se les
pide atención hasta rezongan como los burros, señalando “ Yo no sé nada
solamente el médico podrá atenderlo
Los
médicos, pasan y pasan las horas y a ellos poco les importa la salud de los
pacientes, algunos desesperados se internan al hospital en busca de ayuda y
solamente logran conseguir el enojo del personal “tiene que esperarse hasta que
le toque el turno”.
La asistente
de servicio del Jardín de Niños Canaco, ubicado en la 14 y España, demanda
mayor atención, médicos y aparatos necesarios para cubrir la demanda en el
Issste.
Con una
pastilla de diclofenaco aseguran los doctores del Issste se curan todos los
dolores.
El tal
doctor Cervantes se atreve a diagnosticar sin consultar a pacientes de la
tercera edad y solamente con mirarlos, lanza su malos conocimientos : Ya te la
puedes llevar a tu casa, es su edad, los años están haciendo su labor”.
Para
sorpresa de sus familiares, la enferma, en la noche del lunes 25 de mayo, su
glucosa rebasaba de los 500, esto después de acudir con una doctora particular
al afirmar el doctor Cervantes que la señora no tenía nada que afectara su
salud.
La
glucosa alta puso en riesgo su vida.
Actualmente,
regresó al Issste esperando no encontrarse de nuevo con el doctor Cervantes.
Nos vemos
en la otra, si Dios quiere.
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