MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic. Luis Gerardo
González Álvarez
Hola que tal amables lectores del Periódico Frontera
en días pasados al terminar prácticamente el mes de julio, se dio la noticia donde
se ha confirmado, la entrega en comodato a la parte mexicana del Puente Viejo.
Proyectos
que sin lugar a dudas han sido uno de los retos con que inicio su
administración el Ing. Alfonso Sánchez Garza Presidente Municipal de nuestra
ciudad, y entre estos se encuentra por
añadidura el rescate de la galeana, punto emblemático y con un gran contenido
histórico en nuestra ciudad, al rematar este popular barrio con la estación antigua
del ferrocarril y que también esta siendo pugnado en este lugar la construcción
del Museo del Ferrocarril.
Pero hoy
hablaremos y recordaremos de toda la atmosfera que existía haya por los años 70s a los 80s en este lugar
conocido como la zona rosa, y que estaba en este lugar del barrio de la Galeana creada por el C. Presidente Municipal Don Jesús
Roberto Guerra Velazco allá por los años
1984 - 1986. Para ser mas explícitos fue en la Octava Sesión
Ordinaria de Cabildo de fecha 01 de enero de 1985, en la que el honorable
cabildo aprueba la creación de la Zona Turística de Matamoros (Zonatur).
Viene también esto a la memoria ya que hace un par
de meses murió un personaje muy querido en este lugar del barrio de la Galeana , y que él fue
prácticamente uno de los fundadores en la creación de esta Zonatur o Zona Rosa por
la década de los años 80s.
Me refiero al recordado amigo Jacala que como les
comento hace escasos dos meses partió al más allá, dejándonos un grato recuerdo
y nostalgia para todos los tuvimos la oportunidad de conocerle, y conocer todos
estos lugares ya que hasta su muerte él nunca quiso salir de esta zona del
barrio de la galeana, y mantenía su pequeño negocio aún con las limitaciones
que existen hoy en día en este lugar.
Crónicas periodísticas como la de el amigo Ángel
Virgen Alvarado en su columna Los Puntos Sobre Las…… nos han servido para
complementar más aún la información, con que contábamos al tema en mención, a finales de la época de
los años sesentas y principios de los setentas, la vida nocturna en Matamoros
florecía. El turismo norteamericano y los mexicanos que gustaban desvelarse y
divertirse bailando en los centros nocturnos acudían por cientos, quizá miles,
a la zona rosa que florecía en todo su esplendor al norte de la calle Sexta
cruzando las vías del ferrocarril.
En un tiempo la zona estuvo adoquinada, y por el
lugar no se podía entrar más que a pie y si la gente llegaba en vehículo los
tenía que hacer por las calles laterales. Había un buen control al principio la
intención era contar con un lugar como su nombre lo indicaba, Zona Rosa a donde
los turistas principalmente norteamericanos y mexicoamericanos, pudieran acudir
a divertirse a los centros nocturnos.
La zona rosa como se le llamaba remataba al cruzar
las vías del tren con un lugar que dejo una huella imborrable en la historia de
Nuestro Matamoros, y que seria muy interesante que este lugar también fuera rescatado,
ya que actualmente el edificio esta remozado
para su activación nuevamente, y me refiero al Restaurante Drive Inn.
Que en alguna otra crónica también podríamos contar a ustedes algunos
antecedentes y referencias históricas de este lugar de antaño.
Pero volviendo al recorrido por la zona rosa
empezaremos por un lugar que era atendido por su guapísima propietaria me
refiero al Piloto Bar. Su formato la música selecta grabada, su excelente aire
acondicionado y su atención de primera.
Frente al Piloto Bar estaba el restaurante-bar Tío
Nacho. Don Ignacio, Nacho, González era todo un chef. Se cuenta que en una mañana
calurosa, al Restaurante Tío Nacho llegaron unos comensales norteamericanos, y
tras pedir cervezas frías pidieron “una botana”.
Los cocineros aún no llegaban y Don Nacho González,
cortó en triángulos algunas tortillas, en una gran sartén con aceite las doró,
luego, encima les puso queso amarillo y una raja de chile jalapeño. Lo caliente
del triangulo de tostada hizo que el queso amarillo se derritiera y el aspecto
fue estupendo. Tras probarlas, los norteamericanos preguntaron: “¿Cómo llamarse
esto que sabe delicioso?”- y Don Nacho, solo alcanzó a decir: “Nachos. Son
nachos”. Jamás se imagino él que su invento recorrería y se vendería en todo
México y en gran parte de los Estados Unidos.
Otro lugar de moda La Casita Bar , con sus
mariachis; La
Diligencia Bar , con música en vivo amenizada por Juan
Cuéllar, el vocalista del grupo Siglo XXI, al igual el Mustang Bar con su pista
de baile de plástico transparente y luces de colores, El Daisy, donde el
cantor, Leonel, hacia magistrales interpretaciones, y el Popeye y el Golden
House, del inolvidable amigo, Marte Martínez.
Creo que en este lugar de antaño me toco conocer en
persona al actor Sergio Ramos “El Comanche”, que en su show y en sus
actuaciones caracterizaba al agente de transito, de aquellos tiempos a los que
conocíamos como tamarindos, por su vestimenta muy oficial en los tonos café y
beige kaki de sus uniformes.
Es también aquí en este lugar donde la historia nos
relata que antes de la presentación estelar del show el maestro de ceremonias
entretenía a los asistentes con actos de magia. Uno de ellos era hacer bailar
un pequeño esqueleto, replica de un humano. Y cada que el maestro de ceremonias
y mago pasaba la mano por encima de la cabeza de la muerte, esta daba un giro.
Los norteamericanos aplaudían, los mexicanos
gritábamos entusiasmados, Guillermo Guerrero Hernández, “Jacala”, era el
maestro de ceremonias y mago, fue en el Rendez Vous donde se dio a conocer,
otras estrellas que sin lugar a dudas dejaron huella en estos lugares un
imitador de Lalo González, El Piporro, era el excelente caricaturista, Manuel
Rodríguez Escalera, “Rodriguitos”.
En el año de 1981, Don Jorge Cárdenas González, como
alcalde de Matamoros, clausuró la zona de tolerancia, obviamente la zona rosa
comenzó a degenerarse y a perder su
origen y categoría.
Los actos vandálicos, las zacapelas y todo lo que
va acompañado con todo esto propició su
clausura, cuando quizás se encontraba en su mejor momento en el año de 1987 la
ciudad se encontraba administrada por un Concejo de Administración Civil, a
cargo de Don Fernando Montemayor Lozano y se decide clausurar a la zona rosa.
Jacala nunca se resistió dejar morir la zona rosa,
puso un discreto bar por esos rumbos y asistían a quienes gustaban de la
tranquilidad y la atención y sobre todo de su estima que tenían de él.
Hoy Jacala muere a los 74 años quizás deja una buena
herencia, pero su recuerdo y su amistad franca y siempre una sonrisa.
1 comentarios:
Que hermoso saber que mi Suegro el Sr. Ignacio Garza González, sea mencionado en esta publicación. Letty Arredondo de Gonzalez
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