H, Matamoros, Tamaulipas:

-Candidatos prometen a sabiendas de que no van a cumplir



            Urge regular promesas

-Necesario que el INE fiscalice ofertas electorales
-Candidatos prometen a sabiendas de que no van a cumplir
-De seguir así nunca se recuperará la confianza de los electores

   LAMENTABLEMENTE, la violencia comienza a opacar el actual proceso electoral para la renovación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión y algunas gubernaturas. Los ánimos se han desbordado en los estados de México, Oaxaca, Guerrero, Jalisco y en el Distrito Federal.
    Intereses partidistas y de oscuro origen se han manifestado a través de actos violentos que han dejado como saldo desgracias personales y daños materiales.
    Como si el clima de inseguridad que envuelve a varios estados aztecas no fuera suficiente para intranquilizar a los ciudadanos, los asesinatos de candidatos y enfrentamientos entre militares de corrientes ideológicas antagónicas comienzan a inquietar a los electores, justo en los días previos a la jornada electoral del domingo 7 de junio.
     Por fortuna, en Tamaulipas aún no se han presentado ese tipo de manifestaciones antisociales, aunque, eso sí, las descalificaciones y guerra sucia entre partidos y candidatos comienzan a aderezar el caldero político.
    En Guerrero, por ejemplo, es evidente que grupos delictivos que operan en esa zona de la república mexicana, tienen  sus propios intereses y, obviamente, sus propios candidatos.
   Vale la pena precisar que Tamaulipas también registra elecciones teñidas de rojo. Cuestión de recordar los asesinatos de candidatos en las ciudades de Río Bravo, Valle Hermoso y ciudad Victoria. En este último municipio fue masacrado a balazos el entonces abanderado del PRI al gobierno del estado de Tamaulipas RODOLFO TORRE CANTU, así como colaboradores y escoltas.
   En la actual competencia por los ocho distritos electorales federales, los ciudadanos con credencial de elector esperan que lo que resta del proselitismo y la jornada comicial transcurra en un clima de tranquilidad.
     Eso de los aspirantes a formar parte de la LXIII Legislatura Federal trae a colación la necesidad de que el Instituto Nacional Electoral analice, supervise y regule las ofertas y promesas de campaña.
    Entre otras cosas, las nuevas reglas de competencia eleccionaria establecen la revisión de los gastos de campaña para evitar que rebasen el tope establecido. También, que se cumpla con la declaración patrimonial y entrega de documentos que avalen la candidatura.
    Sin embargo, lo que el árbitro electoral no tiene debidamente etiquetada es la regulación de las promesas que hacen los candidatos con el afán de
ganar la confianza y el voto de los electores.
   En la competencia federal de 2015 es común escuchar a los abanderados de los distintos partidos políticos ofertando seguridad, más empleo, becas, hospitales, escuelas, reducción del IVA y las tarifas eléctricas. No obstante, de acuerdo a las condiciones económicas que enfrenta nuestra nación, derivadas en la baja del precio del barril de petróleo, prácticamente son promesas que, definitivamente, no se habrán de cumplir.
    De ahí que sería conveniente que el INE tomara cartas en el asunto, con miras a lograr la recuperación de la confianza a partidos y candidatos por parte de los ciudadanos que poseen una credencial de elector.
    Otro caso de desconocimiento del quehacer legislativo lo personaliza el candidato independiente al IV Distrito con cabecera en este puerto fronterizo, JORGE RENTERIA.
    Como propuesta electoral, el abogado de profesión viene ofreciendo, por ejemplo, defensa a los ciudadanos en contra de acciones del Infonavit y cortes de agua por parte del organismo operador.
    Si bien es cierto que el ofrecimiento llama la atención ciudadana, también es una verdad de a kilo que el candidato independiente confunde la labor de litigar con la de legislar.
   Asimismo, con conocimiento de causa o por desconocimiento, los candidatos no dicen que, una vez aposentados en San Lázaro, su obligación es apoyar los intereses del partido que representan y no a los ciudadanos que los eligieron.
   Así de sencillo.
   Ni hablar.
   Y hasta la próxima.

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Editores periodico frontera

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