COLUMNA
DIALOGANDO
Por Roberto Olvera Pérez.
El bullying
no es un problema nuevo, siempre ha estado presente en las escuelas, con claros
indicios de ir en aumento. Allá por los años 50´s cuando se empezó a detectar maestros,
directivos, padres de familia le ponían atención, es más, los propios padres de
una forma daban autoridad al docente para intervenir con sus hijos.
El
alumno, en la mayoría de los casos obedecía primero las advertencias de la
familia y segundo las amonestaciones de su profesor, de tal suerte que este
último todavía imponía respeto. Hoy la realidad es otra. La pérdida de valores
originado desde el propio seno familiar ha llevado a un marcado deterioro de
las relaciones del alumno con el maestro y del alumno con sus propios
compañeros.
Sí a
esto le agregamos que de los 90´s a la fecha se invocan con mayor insistencia
los derechos humanos, los derechos de los niños, y se le da entrada a una mayor participación de los padres de familia
en las escuelas de sus hijos, sin duda alguna, que todo ello ha permitido el
relajamiento de la disciplina entre estudiantes.
Sin duda
alguna que es un hecho lamentable los recientes acontecimientos ocurridos en
una conocida escuela secundaria de la capital tamaulipeca, más que buscar
culpables habría que enfocarnos al origen del problema mismo y admitir como
padres de familia la parte que nos corresponde y no dejar en los maestros la
total responsabilidad de nuestros hijos en lo que a conductas se refiere.
Como
sociedad tenemos que ir en busca de soluciones. El futuro de nuestros hijos está
en juego. “Vamos a darle al maestro la autoridad que merece, para que sancione
sin incurrir en la violación de los derechos del menor, así era antes, porque hoy no”. Todavía estamos
a tiempo y si se puede.
“Vamos
ayudar como padres de familia a que el maestro vuelva a tomar el papel que le
corresponda, vamos a permitir que el maestro sea un autentico y verdadero
transformador de la sociedad y que no sea la sociedad la que transforme al
maestro”.
Manos
a la obra…
Ante
todos estos acontecimientos que se han incrementado en algunas escuelas, el
gobernador del estado Egidio Torre Cantú y el Secretario de Educación en
Tamaulipas, Dr. Diódoro Guerra Rodríguez, han estado implementando estrategias
que aminoren y erradiquen este mal del bullying.
En lo
personal, considero que como padres de familia estamos obligados a atender una
serie de acciones con nuestros hijos, para acabar con el bullying. Comencemos
pues por platicar abierto y libremente con ellos, vigilando qué hacen en sus
tiempos libres, qué ven en el internet, qué hacen en las redes sociales, qué
ven en la televisión, pues hay que admitir que en la pantalla chica se
transmiten demasiados programas no aptos para ellos. En este punto toca al
gobierno federal frenar la programación inapropiada, al menos en la televisión
abierta.
Por la
importancia del tema y por lo que está aconteciendo, en esta ocasión no hay
notas cortas. Se las debo para la próxima.
Por hoy
es todo, en la próxima seguiremos dialogando del acontecer político
tamaulipeco. robertoolvera-mt@hotmail.com
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