PALACIO
-Inseguridad y “bullying” opacaron acto inaugural
-Tres docentes probables responsables
-Pero….¿y los autores materiales?
-No cárcel a los 12, aunque….. ¿después de los 14?
Por Mario A. Díaz
LO QUE son las cosas. Mientras que el
presidente de México ENRIQUE PEÑA NIETO visitó Tamaulipas para inaugurar el
Centro Regional de Formación Docente e Investigación Académica, la Procuraduría de
Justicia en el Estado detuvo a tres profesores de la Secundaria General
No. 7 de ciudad Victoria por su probable responsabilidad en la muerte del
estudiante HECTOR ALEJANDRO MENDEZ RAMIREZ.
Es decir, por un lado el beneplácito
por la nueva unidad académica que habrá de formar maestros con mayor
preparación y, por el otro, tres empleados de la educación acusados del delito
de homicidio preintencional, de acuerdo a la indagatoria.
Asimismo, fue más que evidente que el
objetivo principal de la visita presidencial fue opacado por el mortal caso de “bullying”
y, naturalmente, el tema relativo a la inseguridad que se padece en la esquina
noreste de la nación.
El Jefe del Ejecutivo Federal
reconoció el grave problema que padecen los tamaulipecos y, junto con su
gabinete de seguridad, se comprometió a devolver la tranquilidad a los
habitantes de esta entidad federativa.
Del mismo modo, durante su
intervención, el gobernador EGIDIO TORRE CANTU, contrario a posturas
anteriores, aceptó ante el mandatario nacional el alto grado de inseguridad que
se padece a lo largo y ancho del territorio cuerudo.
El fallecimiento del estudiante de
secundaria a manos de algunos de sus compañeros que se excedieron en lo que
ahora se conoce como “bullying”, también fue tema obligado del presidente PEÑA
NIETO.
Giró instrucciones precisas al
secretario de Educación EMILIO CHUAYFETT para que se tomen las medidas
necesarias para combatir esa práctica estudiantil y crear los mecanismos
necesarios para promover la cultura de la denuncia en esos casos.
Sin dejar de reconocer la importancia
de la inauguración del Centro Regional de Formación Docente e Investigación
Educativa, lo cierto es que la inseguridad extrema que se padece en Tamaulipas
y la muerte del jovencito estudiante de secundaria, acapararon la atención de
la visita presidencial.
Respecto al arresto y posterior
libertad de tres docentes de la Secundaria
General No. 7 de ciudad Victoria, la acción de la justicia
tamaulipeca ha dividido la opinión pública.
Sobran quienes
opinan que se trata de acciones tendientes a tender una cortina de humo para
remontar la mala imagen que causó a Tamaulipas el mortal caso de “bullying”.
También, son muchas voces discordantes que señalan que el castigo principal
debiera ser para los autores del homicidio y no para quienes no tuvieron
intervención directa, al menos en dos casos, que ni siquiera se enteraron del
asunto.
Cierto es que la justicia mexicana no
castiga a menores de 14 años de edad, en atención a acuerdos internacionales.
Sin embargo, justo sería que una vez que rebasen esa edad enfrenten el proceso
penal al que se hicieron acreedores, obviamente, en estricto apego a lo que
establece el código penal para menores de edad.
La aplicación de la justicia por el
probable delito de homicidio preintencional para el prefecto y bibliotecario de
la institución educativa, que no estuvieron en el lugar los hechos, no habla de
una medida legal. Respecto a la maestra del grupo, que supuestamente atestiguó
los hechos y no hizo nada por detener el
exceso de violencia, bien vale la pena el beneficio de la duda al analizar que
con pubertos de 12 y 13 años de edad difícilmente se puede aplicar la
disciplina.
Es objetivo preguntarse hasta dónde
también es responsabilidad de los padres de los autores del homicidio, tomando
en cuenta que la formación humana y de valores comienza en seno del hogar y no
necesariamente en el aula escolar.
Por supuesto que serán las autoridades
de procuración de justicia y judiciales, además de las educativas, quienes
determinarán el grado de responsabilidad y negligencia una vez que se deslinden
responsabilidades.
Aunque, eso
sí, como una manera de demostrar atención y trabajo, tres docentes de la
secundaria enfrentan en libertad caucional cargos judiciales, con el grave
riesgo de perder sus trabajos y prestaciones.
En contraparte, los menores
responsables de los trágicos hechos, salvo la expulsión del plantel educativo y
el muy seguro remordimiento, habrán de continuar su vida cotidiana.
Ni hablar.
Y hasta
la próxima.
0 comentarios:
Publicar un comentario