¿Y el Implan a pa?
LA reubicación de las fuentes danzarinas
colocadas en la plaza Hidalgo apenas en la pasada administración municipal a
otro espacio público, deja en claro la importancia que debe tener el Instituto
Municipal de Planeación.
Es inadmisible que una obra que costó a los
matamorenses 6 millones de pesos-de acuerdo al informe oficial-, parte de esa
inversión sea prácticamente tirada a la basura.
El hecho de que no exista una real
planeación del desarrollo urbanístico y crecimiento de la mancha urbana provoca
que los ayuntamientos en turno realicen obras al vapor y, además, autoricen
fraccionamientos sin ton ni son.
Pero
en el caso que nos ocupa bien vale la pena señalar que la colocación de las
fuentes danzarinas en la explanada de la plaza principal, desde el mismo
momento de los trabajos de introducción de tuberías y sistema de bombeo, el
alcalde en turno, ALFONSO SANCHEZ GARZA, fue objeto de críticas ante lo que se
consideraba una obra cara y mal planeada, en lo que a su ubicación se refiere.
Sin embargo, el Jefe de la Comuna en el pasado trienio hizo caso omiso a las
opiniones discordantes e hizo realidad-justo, hace un año-su proyecto urbano en
pleno Centro Histórico.
Al paso de los meses y ante la llegada de
la nueva alternancia política en la esquina noreste tamaulipeca con LETICIA
SALAZAR VAZQUEZ, ya se prepara la reubicación de esa obra que prácticamente
nació con mala estrella.
Las fuentes danzarinas, de acuerdo a la disposición
de la nueva autoridad municipal, podrían ser reubicadas en el Centro Cultural
Olímpico, en el Parque Niños Héroes o en la Unidad Deportiva Emilio
Martínez Manautou.
A decir verdad, los tres espacios públicos
antes mencionados serían una mejor opción, aunque, eso sí, el traslado de un
lugar a otro representa una nueva inversión que, lógicamente, saldrá de las
arcas municipales.
Justo ahí es donde es necesario analizar
detenidamente la importancia de un ente rector que planifique el crecimiento y
desarrollo urbano a mediano y largo plazo, y que éste no quede al libre
albedrío del presidente municipal en turno, sea del partido político que fuere.
Otro ejemplo de obra mal planificada y
autorizada solo para invertir un recurso federal etiquetado representa el
edificio de seguridad pública que se construyó en la entonces playa Bagdad,
durante el trienio de ERICK SILVA SANTOS. La construcción de mala calidad y con
un costo evidentemente inflado, tampoco fue una edificación propia para lo que
fue planeada y ejecutada al vapor, tan solo para ejercer el recurso millonario
federal para seguridad pública municipal.
En ese contexto, cada vez se hace más
necesario que la planificación del crecimiento urbano, al menos de los órdenes
estatal y municipal, sea regulada legislativamente, para evitar el desarrollo
anárquico y la mala inversión de los dineros públicos. Del mismo modo se podría
regular el color de los espacios públicos, que ocasiona gastos innecesarios en
cada relevo gubernamental y, más aún, si éste procede de un partido distinto.
Hoy en día, Matamoros es un claro ejemplo.
DESDE EL BALCON:
Con todo y que las posturas oficiales
intentan hacer creer lo contrario, lo cierto es que la diferencias entre las
instancias de gobierno estatal y municipal siguen a la orden del día, como si
estuvieran en franca competencia.
La comidilla del día, el pasado martes, fue
la disputa que sostuvieron empleados estatales y municipales por la colocación
de pendones durante el acto de inauguración de una planta maquiladora.
El equipo de la Secretaria de Economía
y Turismo Estatal, MONICA GONZALEZ, y el de apoyo de la alcaldesa LETICIA
SALAZAR fueron parte del atractivo en el acto oficial. Por varias ocasiones
ambos grupos quitaban el pendón contrario y colocaban el suyo. Sobra decir que,
de nueva cuenta, los colores azul y rojo
fueron la manzana de la discordia.
¿Alguien podrá regular esa embarazosa
situación?
Y hasta la próxima.
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