Por Ambrosio Garza D.
Una cosa es que Pedro Carrillo Estrada haya
sido obligado a dejar el poder formal y otra cosa muy distinta que haya soltado
los hilos de poder en Altamira.

Y como no fue castigado por el enorme
saqueo que hizo, ahora borracho de poder asegura que el PRI Municipal forma
parte de su coto de poder, al imponer a Eulogio Sánchez de la Rosa como
presidente.
En sus fantasías etílicas Pedro Carrillo
Estrada asegura que le compró la candidatura a una diputación federal y a muy
buen precio y argumenta que con dinero baila el perro y que por e$o dentro de
poco va a poner a bailar a Rafael González Benavides, con el que $e entendió
muy bien cuando Rafael fue enlace de gobierno de Altamira en $u administración.
También presume que a la campaña de Enrique
Peña Nieto le invirtió millones de pesos que les robó a los altamirenses y que
eso lo sabe bien César Camacho de manera que prácticamente tiene la diputación
federal en la bolsa.
Entre su grupo compacto de cómplices del
saqueo, Pedro Carrillo Estrada asegura que a los alborotados por la gubernatura
nomás los mira como a los conejos: chiquitos y orejones…
Por ello en Altamira aseguran que Pedro
Carrillo Estrada padece el “mal del Yárrington”, un padecimiento que aqueja a
los políticos corruptos de corta estatura y cerebro que sueñan con grandeza
para seguir robando.
No hay que olvidar que Yárrington quiso ser
presidente de México y por poco y lo consigue cuando se agarró comprando
conciencias con dinero robado… Igual está Pedro Carrillo Estrada.
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