Matamoros Tamps. 17-01-13
Por: Mario Diaz
¿Y los profes porqué no?

Los profesores mexicanos han salido a las
calles en diferentes entidades de la república mexicana para manifestar su
rechazo a las reformas laboral y educativa que promueve el nuevo régimen
gubernamental federal.
La inconformidad magisterial surge al
considerar que el pago por horas que establece la nueva legislación azteca en
materia laboral afectará su salario y, por ende, su economía familiar.
Asimismo, se niegan a ser evaluados por la Secretaría de Educación
Pública al dar por hecho que un porcentaje bajo en conocimientos pedagógicos
los colocaría fuera de la planta laboral.
La postura radical de los mentores en el
país se ha dejado sentir en diferentes latitudes del territorio nacional con
manifestaciones y resultados diferentes en distintas entidades federativas,
presentándose, incluso, algunos actos de violencia.
Es más que evidente que la dirigente
nacional del magisterio, ELBA ESTHER GORDILLO, está jugando sus fichas con el
objeto de presionar al gobierno que encabeza PEÑA NIETO.
Además, la pugna directa por motivos
políticos con el titular de la SEP ,
EMILIO CHUAYFETT, mantiene a la defensiva a la chiapaneca, quien se resiste a
perder sus cotos de poder.
En contraparte, la postura del actual régimen
federal se centra en tratar de convencer a los actores antagónicos que las
reformas constitucionales no afectarán ni su economía ni sus plazas de trabajo.
El programa de evaluación que propone la
reforma educativa entrará en vigor toda vez que 18 legislaturas locales ya han
avalado el trabajo de ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Desde una óptica, la pretendida evaluación
a los profesores mexicanos, ciertamente, no debe tomarse como una agresión a la
autonomía sindical.
Simple y sencillamente que, como
consecuencia de la evolución de los sistemas y programas educativos y, además,
el avance tecnológico, hace justo y necesario que los maestros se actualicen en
su profesión.
Los futuros ciudadanos mexicanos que serán
el motor de desarrollo del país deben recibir sus cátedras por personal
debidamente capacitado y, sobre todo, actualizado.
No se trata de poner en duda si obtuvieron
su título profesional sin los conocimientos necesarios. De lo que se trata es
que todos estén debidamente actualizados respecto a los nuevos métodos de
enseñanza y los programas educativos del gobierno mexicano a través de la Secretaría de Educación
Pública.
Si médicos, ingenieros, arquitectos,
contadores, etc., etc., tienen la obligación de ir a la par en materia de
actualización de sus respectivas profesiones ¿porqué no habrían de hacer lo
mismo quienes tienen la responsabilidad educativa y orientadora de nivel básico
a los ciudadanos del futuro?
Cierto es que a los secretarios de
educación nadie los evalúa respecto a sus conocimientos, como tampoco a ningún
presidente de la república se somete a ese escrutinio. Pero tales personajes
solamente administran y aplican la normatividad establecida.
Los maestros, en cambio, sí deben estar
actualizados y evaluados de acuerdo a los nuevos planes y métodos de enseñanza.
¿O no?
Y hasta la próxima.
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