Por Mario Ángel Diaz Vargas
EL tema relacionado con la
edificación de casas de interés social por empresas dedicadas a la construcción
de fraccionamientos deja cada vez más clara la avaricia empresarial y la
irresponsabilidad y contubernio oficial.
Un par de ejemplos son CARSO y Casas Geo,
empresas que tienen a su cargo los fraccionamientos CIMA III y Las Fincas,
respectivamente.
La mala calidad de la obra avalada por la autoridad
competente provocó que debido a las lluvias atípicas del año pasado, el primer
asentamiento humano se inundara causando severos daños a las casas-habitación.
En el segundo de los casos, Casas Geo
construirá 4 mil viviendas de tan sólo 44 metros cuadrados ,
al poniente de esta ciudad fronteriza.
Mientras CARSO enfrenta demandas civiles por
parte de los afectados y se ha comprometido a subsanar las irregularidades,
Casas Geo promociona ya el fraccionamiento Las Fincas sin todavía haber
obtenido el permiso de la
Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal, previo acuerdo del
cabildo en turno.
Respecto a lo acontecido en el CIMA III, es
evidente que la obra se autorizó y realizó a pesar de las graves
irregularidades que representaron la mala calidad de los materiales de construcción
y la pésima planeación en lo que al sistema de drenaje pluvial se refiere.
Si
bien es cierto que los representantes de la poderosa e influyente empresa
capitalina se ha comprometido a la construcción de un dren pluvial y a
triplicar la capacidad de la estación de bombeo, también es una verdad de a
kilo el contubernio o apatía oficial.
El
justo reclamo de los inconformes dejó al descubierto que no se tomaron en cuenta
las condiciones hidrológicas y del terreno y que la autoridad municipal autorizó
indebidamente la construcción de ese fraccionamiento.
CARSO
invertirá 5 millones de pesos para solucionar el problema, aunque, eso sí, no
se comprometió a reparar los daños ocasionados por las abundantes
precipitaciones pluviales que ocasionaron pérdidas al patrimonio de los
habitantes de esa comunidad.
El
mínimo capital, comparado con las millonarias utilidades por la venta de las
casas-habitación, al menos calmó los ánimos de los inconformes, quienes, a su
vez, se muestran preocupados por la inminente llegada del nuevo período de
lluvias, allá por el mes de mayo.
Es así como, por lo pronto, la constructora
capitalina elude su verdadera responsabilidad mediante ese paliativo que muy
seguramente no será suficiente para resolver el problema de fondo.
En
el caso de Casas Geo, cuya propiedad se adjudica a los políticos del momento
MANLIO FABIO BELTRONES y EMILIO GAMBOA PATRON, el asunto comienza a causas
escozor aún y cuando todavía no inician los trabajos formales.
Los representantes locales enviaron algunos
presentes navideños a los integrantes del actual cabildo, principalmente a los
encargados de la comisión de obras públicas, con el objeto de lograr la pronta
autorización.
Asimismo,
sabedores de que lograrán su objetivo, por medio de espectaculares han iniciado
el proceso de promoción de su fraccionamiento Las Fincas que constará de 4 mil
viviendas.
Lo
malo del caso es que no cumple al cien por ciento lo estipulado en la Ley de Fraccionamientos,
además de evidenciar una absoluta falta de moral y ética empresarial al ofertar
casas-habitación de tan sólo 44 metros cuadrados
de construcción.
Además, al menos hasta el momento, ni el
Instituto Municipal de Planeación ni la Secretaría de Desarrollo Urbano han entregado al
cabildo el dictamen de factibilidad de ese nuevo fraccionamiento.
No
obstante, a juzgar por la promoción a través de anuncios espectaculares y la
influencia política y económica de los fraccionadores, se da como un hecho que
funcionarios municipales y miembros del cabildo habrán de avalar la
construcción de ese asentamiento humano.
De
acuerdo con peritos en la materia, la diferencia entre CIMA III y Las Fincas,
es que en el segundo de los fraccionamientos anotados no se corre el riesgo de
inundación como ocurre en el primero.
Sin
embargo, los escasos metros de construcción de Las Fincas, es considerado como
una actitud inmoral por parte de la empresa fraccionadora, toda vez que se
aprovecha de la falta de vivienda para vender caras, por cierto, sus mini
casas-habitación.
¿Cómo la ve?
Y hasta la próxima.
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