Por José de la Paz Bermúdez Valdés
La ambición desmedida.
El sector privado también hace fraude.
La educación en Tamaulipas estancada.
Observado.
La ambición desmedida.
Las
últimas informaciones relativas a los ex gobernadores Tomás de Jesús Yárrignton
Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores señalan que varios de sus bienes –
presuntamente mal habidos --- fueron incautados por el gobierno federal,
dándoles la oportunidad de que se presenten a declarar sobre la forma en que
los obtuvieron y así podérselos regresar.
Evidentemente
no se han presentado y se duda de que lo hagan, ante la certeza de que serán
detenidos y puestos en prisión, por la serie de delitos que se les imputan.
El
ex gobernador matamorense, paga hoy, sus delirios de grandeza y su ambición de
riqueza.
Estas
conductas son clásicas en quienes asumen cargos públicos. Piensan y piensan
mal, que los puestos públicos son para enriquecerse, que al pueblo pueden
esquilmarlo y que jamás reclamará. Grave error.
Hoy
en Tamaulipas observamos con preocupación las acciones que en forma ambiciosa y
de despojo a los ciudadanos de esta entidad ha diseñado uno de los peores
gobiernos estatales de que se tenga memoria. La ambición por obtener recursos
es frenética. Buscan por todos los rubros de la administración pública como
cargar más impuestos a los contribuyentes.
Las
gabelas impuestas rayan en algunos casos en el absurdo. Si bien es cierto que
toda ley, toda disposición legal debe obedecer en principio a la universalidad,
es decir, ser igual para todos, en la práctica el gobierno del estado promulga
disposiciones con dedicatoria especial.
Veamos
algunos cuántos ejemplos: En el sector educativo,
se ha creado, aparte de incrementar la burocracia estatal, para favorecer
algunos amigos sin trabajo, un organismo denominado Instituto Tamaulipeco de
Infraestructura Educativa (ITIFE).
Presumiblemente
dicho organismo tiene la pretensión de certificar los inmuebles educativos,
cosa que no es cierta. Por principio de cuentas, ¿Cuántos edificios oficiales
ha certificado? Es decir, ¿cuántas escuelas, jardines de niños, primarias,
secundarias, preparatorias y universidades públicas ha certificado? La
respuesta es obvia. A ninguna.
Mientras
a los particulares se les obliga a obtener una certificación de sus
instalaciones, el gobierno estatal abre jardines de niños, primarias,
secundarias con aulas de madera, sin servicios públicos y carentes de los
mínimos requisitos de seguridad. Abre escuelas de educación media superior en
escuelas prestadas, que evidentemente tampoco están certificadas.
Así
pues, queda más que claro, que la idea no es que haya instituciones de
educación con mejores instalaciones, sino que éstas hayan pagado las cuotas que
por dicha certificación cobra el estado. Una manera burda de adquirir recursos.
Propia de bandidos, no de gobernantes
honestos, preocupados por el ofrecimiento de mejores niveles de vida.
Otro
ejemplo. Estudia el gobierno estatal la posibilidad de volver a cobrar la
tenencia vehicular. Al parecer, siguen lloriqueando porque este 2012 el gobierno
federal les quito el saqueo de esos recursos, que nunca los contribuyentes de
este impuesto vieron reflejados en mejores calles, en mejores carretera y que
por el contrario se ha prestado para que cada trienio, cada sexenio, tengamos
nuevos ricos.
Resulta
inaudito que a estas alturas de la demostración de inoperancia de cobrar dicho
gravamen, se sigan frotando las manos, para implementarlo y de esa manera
llenar las cuentas bancarias del gobernante en turno.
Un
tercer ejemplo. Se publicita por los
diferentes medios de comunicación las supuestas facilidades que el gobierno
estatal otorga a los contribuyentes que por diversos motivos no pagaron las
tenencias atrasadas, ofreciéndoles que paguen los tres últimos años de dicha
deuda para que de esa manera queden regularizados en su deuda.
Mayor
pifia no puede existir. Si se derogó el anticonstitucional acuerdo que dio vida
a dicho cobro, al desaparecer dicha disposición, automáticamente desapareció no
tan sólo la obligación de cubrir dicho gravamen, sino la extinción del adeudo.
Lo accesorio sigue la suerte del principal.
Pero
como de lo que se trata es de despojar a la ciudadanía de los exiguos ingresos
que obtiene fruto de su trabajo, se busca, cómo embolsarse dinero. Simple
ambición.
Y
así, podríamos denunciar muchas de las irregularidades cometidas por el actual
gobierno estatal ¿Será esta, la forma de
gobernar del nuevo PRI?
¿Será
tanta la ambición de dinero del gobernador del estado?
El
sector privado también hace fraude.
Y uno
cree que sólo en el sector público se dan sinvergüenzadas. No, no es así.
También en el sector privado no curten
tan malas baquetas.
Así
tenemos que una compañía comercializadora de concreto, como lo es Apasco, es
una de las empresas más fraudulentas en el mercado.
Resulta
que dicha empresa vende concreto por metro cúbico en camiones revolvedores del
producto y lo expanden mediante una bomba de alta presión en la superficie
señalada.
Sin
embargo, si usted estimado lector, compra x cantidad de metros cúbicos, siempre
le falta producto. No obstante que envían a una persona medir y cubicar el
espacio donde habrá de depositarse el concreto.
O sea
que en lugar de darle metros cúbicos, le dan 800 milímetros
cúbicos, lo que representa un auténtico robo a los clientes de dicha empresa.
Tal vez, y sólo tal vez, esa empresa debe tener operaciones similares a las
gasolinerías y como tal entrega disminuida el producto.
Esto
dicho en buen castellano quiere decir que lo roban. Son varios las personas que
se han quejado de esta situación. Por supuesto la Procuraduría Federal
del Consumidor (PROFECO) no hace nada por sancionar a estos ladrones de
concreto.
Si en
algo valora su dinero y la posibilidad de no ser robado por esa compañía
Apasco, S.A. no compre concreto en ella. Lo robaran.
La
educación en Tamaulipas estancada.
No
puede avanzar la educación en Tamaulipas mientras existan funcionarios como
Diódoro Guerra Rodríguez que desconoce su función y es manipulado por sus
subalternos.
Existen
instituciones educativas, si así se les puede llamar, donde los alumnos reciben
las clases sentados en blocks de concretos que ellos llevan de sus casas,
sentados en cajas de maderas, de esas que sirven para empacar tomate, en fin en
asientos que están muy lejos de constituir un mesabanco.
Evidentemente
el proceso enseñanza-aprendizaje se desarrolla con evidentes deficiencias.
Mientras
a otras instituciones se les dota de los últimos avances tecnológicos e
informáticos.
Esto
constituye aparte de inequidad una injusticia, de la cual el Secretario de
Educación de Tamaulipas es participe. Entrega recursos extraordinarios a una
escuela que presuntamente obtiene primeros lugares en el examen de ENLACE y que
es fuertemente cuestionada por quienes si saben de educación y de evaluación y
deja a miles de escuelas, sin mesabancos, sin pizarrones, vamos, sin aulas, ya
que las casas de madera que los padres de familia consiguen son de pequeñas
dimensiones y difícilmente podrían llamarse aulas.
Observado.
Por
otro lado, en la dependencia que supuestamente dirige Diódoro Guerra Rodríguez
diariamente se cometen arbitrariedades,
injusticias y violaciones constitucionales.
Es
bien conocido que la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece en su “Artículo 5o. . Nadie puede ser privado del producto de su
trabajo, sino por resolución judicial. … Sin embargo un mentecato como lo es
Camilo Francisco Rodríguez, quien se desempeña – mal por cierto – como Jefe del
departamento de pagos de la Secretaría de Educación en Tamaulipas, violando la
constitución, retiene el sueldo a los profesores, con soeces motivos.
Una
dependencia pública que practica la violación de los derechos de los
trabajadores, no puede ser una buena dependencia. Su actuar n os da una idea de
que quien la dirige, ni siquiera sabe lo que sus subalternos realizan. Y a eso
se le llama…..
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