Tangente
Por Oscar Diaz Salazar
Tal vez ustedes conozcan el
cuento del estudiante de veterinaria que se especializó en el estudio de los
elefantes.
La historia nos dice que hubo un
estudiante de Medicina Veterinaria - digamos que era de la UAT , para ponerle más sazón a
esta vieja anécdota - que quedó impactado con la vida, obra, anatomía,
fisiología, los sistemas vitales, la magnitud, la longevidad, la estampa, la
textura, el color, los hábitos etc., etc., de los elefantes.
El estudiante cursó y aprobó de
milagro las materias de los 9 semestres que contempla la carrera de Medico
Veterinario Zootecnista (antes de la especialidad en periodismo que solo se
ofrece en la UAT )
pues en esos 4 años y medio se dedicó en cuerpo y alma a conocer el fascinante
mundo de los paquidermos, a entender todo lo que tiene que ver con los
elefantes, a devorar cuanto libro, documental, película, revista, estudio
científico, experiencia de campo, fotografía, radiografía y todo tipo de
material informativo digital, audiovisual o impreso que cayera en sus manos y
estuviera relacionado con los elefantes.
De niño su personaje de ficción
preferido fue “Dumbo”, el elefantito creado por Disney que además de las muy
simpáticas cualidades comunes a todo elefante, tenia la virtud de volar
agitando sus grande orejas.
Asistió a las funciones de matiné, moda, tardeada y
media noche en las cinco semanas en las que se exhibió la película “Agua para
elefantes” en el Cinepolis de la capital
tamaulipeca. Miles de veces volvió a disfrutar de esta película que adquirió en
el mercado informal (pirata), y en cuanto llegó a la ciudad la versión
original, la compró en formato DVD y Blue Ray.
Durante el tiempo en que fue
estudiante universitario, buscaba afanosamente en los barrios mas apartados del
centro de la capital tamaulipeca, las carpas en las que operaban los circos
populares, a los que ingresaba deseoso de poder apreciar “en persona” (dicen en
el rancho) algún ejemplar de ese gigantesco y noble animal.
Regresando con la trayectoria
académica del “elefantologo”, “paquidermologo”, o como sea que se les llame a
los estudiosos y - o fanáticos de esos imponentes animales, resulta que con
mucha suerte y la ayuda del abogado Franklin (el de los 100 dolarucos), el fan
de los elefantes pudo concluir con la carga académica de la licenciatura en
Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Sus malquerientes apostaron a que
si bien pudo “pasar” todas las materias, no conseguiría afrontar con éxito el
rigurosísimo examen profesional que sin excepciones deben aprobar todos los
estudiantes que aspiran al grado de licenciatura en la especialidad de
MVZ.
Llegado el día del examen
profesional, el elefantologo de nuestra historia se presentó ante sus
sinodales, que de inmediato le indicaron elegir una tarjetita de un ánfora
transparente en la que había centenares de papelitos que tenían escritos los
títulos de los cientos de temas que deberían “dominar” los estudiantes para
alcanzar el titulo profesional.
De haber continuado con la racha
de buenísima suerte que lo llevó hasta el privilegio y honor de sustentar un
examen profesional, el tema a desarrollar en ese último examen hubiera sido el
de los elefantes. De haber sucedido esto, la exposición hubiera sido brillante,
la cátedra hubiera sido suprema, excepcional, magistral Pero no fue así. La
papeleta elegida al azar le indicaba al estudiante el desarrollo del tema de
las hormigas.
La carencia de información en el
tema que la suerte le llevó a afrontar no amedrentó al Medico Veterinario en
ciernes y con mucho aplomo procedió a disertar en estos términos: Las hormigas
son unos animalitos diminutos, que suelen treparse a los elefantes a través de cualquiera de las cuatro patas de ese
paquidermo de piel rugosa, orejas grandes, que alcanza tallas de hasta 4 metros de altura. Es un
mamífero herbívoro cuyo periodo de gestación se prolonga por 30 meses… y así le
siguió por dos horas hablando de los elefantes, exponiendo un tema que dominaba
ampliamente.
El parecido entre el “Precioso
Martínez” y el elefantologo de esta historia, lo tenemos en la insistencia del
Coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado de Tamaulipas, en
dedicarse a escribir, reseñar y difundir en los medios con los que la
administración estatal ha establecido convenios para ese propósito, montones de
notas de carácter deportivo.
El deporte es el tema que le
gusta al Jefe de prensa del Gobernador y por eso es que nos satura con
información de torneos ejidales, de campeonatos de barrio y de certámenes
rancheros… ha, sin olvidar la promoción al negocito del futbol profesional y su
equipo Correcaminos.
PD. En otra ocasión les platico
de los elefantes rosas con los que conversa por las noches “El Precioso”
Martínez
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