H, Matamoros, Tamaulipas:

Estragos de la burocracia


PALACIO VIERNES 6 DE JULIO…….


    PUES sí, efectivamente, los robos en domicilios y en planteles educativos, así como asaltos a mano armada son hechos delictivos que se han incrementado en los últimos meses. También, los amantes de lo ajeno han encontrado una “minita de oro” en los medidores y tapas de alcantarillas de la Junta de Aguas y Drenaje.
    Evidentemente, la falta de una efectiva vigilancia policial preventiva ha sido la principal causa en la incidencia de ese tipo de conductas antisociales.
    Si la acción de los delincuentes es dirigida o no, ese no es el tema por el momento. Lo que hoy en día es lo más importante en ese contexto es tomar medidas tendientes a proteger a la sociedad, las aulas escolares, el comercio establecido y la infraestructura urbana.
    Pero, además, urge la intervención de las tres autoridades de gobierno y los representantes populares para implementar, a la brevedad posible, el mecanismo necesario para enfrentar esa problemática.
     Es claro que con evadir responsabilidades entre las autoridades de los tres niveles de gobierno el problema no tan sólo no se soluciona sino que, por el contrario, tiende a reflejarse aún más con el paso del tiempo.
    En el caso que nos ocupa, el gobierno municipal se escuda en el pacto Federación-estado que mantiene acuartelados y desarmados a los policías preventivos, cuya función fue suplida por efectivos militares.
    En el plano estatal, ni el personal preventivo ni el ministerial que dependen de esa instancia gubernamental son suficientes para realizar la labor de patrullaje preventivo.
    La desconfianza del gobierno federal hacia las policías estatales y municipales no ha cesado, lo que dio pauta para prolongar el convenio de cooperación.
  Es así como, entre la burocracia gubernamental y la sospecha de apoyo al crimen organizado, en Matamoros y Valle Hermoso, por ejemplo, la prevención del delito está a cargo de soldados del Ejército Mexicano, habilitados como gendarmes.
     Disciplina, estrategia, temor, protección y, sobre todo, con instrucciones precisas muy distintas a lo que es un patrullaje preventivo, el trabajo de la milicia no ha arrojado los resultados que se esperaban.
     Los desplazamientos en convoy y generalmente por las principales avenidas de la zona urbana que realizan los poli-militares, originan la incidencia de los robos patrimoniales.
    Lo sospechoso del caso es que durante esos recorridos no hayan detectado ningún punto de venta de droga ni tampoco los establecimientos clandestinos en donde se vende gasolina a los automovilistas.
    Sin embargo, sí existen casos documentados de personas que son detenidas en estado de ebriedad y llevadas a la barandilla municipal por casi una treintena de soldados que integran esos grupos de patrullaje.
    De ahí que es justo y necesario que la autoridad municipal gestione lo conducente para que la federación autorice que los policías que actualmente cobran sin trabajar sean asignados como vigilantes en las instituciones educativas.
     Hoy más que nunca se requiere de una decisión al respecto pues, oficialmente, hoy viernes termina el actual ciclo escolar y se entra en el período de receso.
      Si los ladrones operan impunemente durante los fines de semana en el robo de cableado, aparatos de clima artificial, equipos de sonido o implementos sanitarios, es predecible lo que ocurrirá durante el tiempo en que estarán ausentes alumnos y maestros.
     La vigilancia nocturna por parte de los genízaros permitiría que al menos 200 escuelas estuvieran debidamente vigiladas. Durante algunas horas del día esa labor podría desarrollarse con la coordinación de las sociedades de padres de familia.
     Tienen razón maestros y tutores de la escuela primaria Cuauhtémoc, ubicada en la zona urbana, al manifestar su inconformidad y criticar a las autoridades, pues tan solo en el presente ciclo escolar, los amantes de lo ajeno han entrado a robar en cinco ocasiones y dos fallidos intentos.
     El profesor CANDELARIO VAZQUEZ GALLEGOS, director del plantel, asegura que desde el primer latrocinio se les prometió reforzar la vigilancia en ese sector, aunque, quedó en eso, en promesa.
    Por fortuna, antier se inició un operativo de sobre vigilancia con la participación de uniformados preventivos y militares.
    Lo dicho, urge destrabar la burocracia.
    Y hasta la próxima.
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Editores periodico frontera

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