H, Matamoros, Tamaulipas:

COLUMNA PALACIO Cadalso no….castigo sí



    COMO era de esperarse, la estrepitosa derrota del PRI en Tamaulipas en la pasada jornada comicial ha polarizado la opinión ciudadana y mediática.

    Por un lado, hay quienes piensan en cadalsos para los culpables, que se trató de un fraude perfectamente maquinado, que los candidatos no eran los idóneos, e incluso, que el primer priísta de la entidad es responsable de la debacle tricolor.

   Por el otro, existen opiniones en el sentido de que no deben rodar cabezas, que de la derrota debe aprenderse, que extrañamente los abanderados rivales no hicieron campaña y así ganaron y, además, que el gobernador EGIDIO TORRE CANTU no es el perdedor de la contienda pues su nombre y foto no aparecía en las boletas electorales.

    Argumentos en un sentido y en otro que tienen su propio fundamento por parte de quienes así lo externan, por lo que la opinión se ha polarizado.

    Lo que, por supuesto, no obsta para que conste que el Partido Revolucionario Institucional sufrió, el domingo antepasado, la peor derrota de su historia en este entidad federativa.

    Dadas las circunstancias y resultado del proceso, acéptese o no, deja en muy mal escenario al actual gobierno estatal ante los ojos del nuevo sol que alumbrará en el territorio nacional a partir del primero de diciembre.

    En consecuencia, por supuesto que es justo y necesario que quienes tuvieron a su cargo la operatividad política reciban el trato que se merecen, sobre todo, porque no desempeñaron con responsabilidad su labor y, lo peor, mantuvieron desinformado a quien manda en Tamaulipas.

     La perspectiva de triunfo holgado, sin bien no de carro completo, pero holgado al fin, con encuestas amañadas los operadores políticos del ex invencible engañaron al Jefe de Ejecutivo, en su carácter de primer priísta en la entidad.

     Decir que EGIDIO no perdió es faltar a la objetividad. Claro que el mandatario y todos los priístas tamaulipecos sufren y a la vez son responsables de la derrota.

     Todavía retumban las palabras del ahora virtual senador de la república MANUEL CAVAZOS LERMA cuando durante el proselitismo afirmaba que el PRI ganaría “con media rienda y sin vara”. Es decir, que no habría necesidad de emplearse a fondo dado el voto duro tricolor y la supuestamente bien aceitada maquinaria electoral.

    Lo que claramente evidencia el grado de confianza que mantenían candidatos y partido para vencer a sus rivales de Acción Nacional.

     Y es que, en efecto, un estado netamente priísta, el descontento por la violencia generada por el mal gobierno calderonista y una izquierda que no tiene mayor presencia en la esquina noreste del país hicieron presumir un triunfo adelantado a las huestes de LUCINO CERVANTES DURAN.

      La confianza, la soberbia, el escamoteo de recursos a la hora buena y la descoordinación que prevaleció como consecuencia de intereses de grupo y futurismo político produjeron los pésimos resultados que han provocado lágrimas amargas.

     Con todo y que se diga que a Tamaulipas le va ir bien con la nueva alternancia que encabezará ENRIQUE PEÑA NIETO, tal aseveración, al menos por ahora, es vista con recelo.

     Cuestión de analizar cuál será la postura del nuevo Jefe de la Nación cuando en la Cámara Baja resalte la ausencia de 6 curules que debieron ser ocupadas por legisladores priístas.

    Versiones bondadosas tratan de fortalecer a quien tuvo a su cargo la coordinación de las campañas en Tamaulipas, RAUL CESAR GONZALEZ GARCIA. En su favor, argumentan, que faltaron muy pocos votos para que se cumpliera la cuota de sufragios a favor de PEÑA NIETO. Sin embargo, lo que no se dice es el peso político que representará para el nuevo gobierno seis curules azules en San Lázaro que deberían ser tricolores.

     Por otra parte, dados los resultados electorales y todo lo que ello implica, el gobernador TORRE CANTU debería evaluar y calificar a quienes, con informaciones falsas, le hicieron creer que se perfilaba a su primer triunfo en una competencia eleccionaria.

    El secretario general de Gobierno, MORELOS CANSECO, el dirigente estatal de PRI, LUCINO CERVANTES DURAN, y el coordinador de campañas, RAUL CESAR GONZALEZ GARCIA, deberían enfrentar, aceptar su responsabilidad y entregar un documento debidamente firmado, dirigido a quien engañaron.

    Y hasta la próxima.
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Editores periodico frontera

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