H.
MATAMOROS.- El caso de Tomás Yarrington Ruvalcaba estremeció los cimientos del
PRI, generó especulaciones, reactivó a los presidenciables y finalmente se hizo
una tempestad en un vaso de agua.
El ex gobernador de Tamaulipas es
señalado en las Cortes de San Antonio y Corpus Christi, Texas como el
propietario de dos bienes inmuebles que supuestamente adquirió con dinero del
narcotráfico.
Se trata de un caso civil en el que
aparecen como prestanombres el constructor Fernando Cano y el empresario
ferretero de Matamoros, Napoleón Rodríguez de la Garza.
Rodríguez de la Garza aclaró ayer en
entrevista radiofónica que él no es lavadólares y que el departamento de la Isla del Padre lo compró con
su dinero y es de su propiedad.
El gobierno de Estados Unidos dice que
cuesta 400 mil dólares, y la verdad es que Napoleón es un empresario que tiene
eso y más, y no necesita dinero de nadie para comprar un departamento de esos. Así
que por ese lado el abogado defensor tiene razón. Y por si necesitara, a sus
hermanos también les sobra el dinero, cualquier edificio de la esquina de la
plaza que es de ellos, vale mucho más que cualquier cuchitril de lujo de esos
de la Isla.
Esos son los hechos concretos. Otro
hecho es que el PRI nacional ha anunciado la suspensión de la militancia de
Tomás Yarrington hasta en tanto se compruebe en la corte su inocencia o
culpabilidad.
El caso ha sido utilizado para
desprestigiar al PRI y continuar con la campaña contra Peña Nieto y su partido.
Ya en febrero pasado, Tomás Yarrington
comentó que lo querían utilizar para el proceso electoral, y Peña Nieto anunció
en esa misma fecha su temor de que ocurrieran persecuciones y hechos de esta
naturaleza. El tiempo les dio la razón a ambos.
El PAN y el PRD se regocijaron con el tema y se le fueron a la yugular al PRI
otra vez. El PRI y su candidato Peña Nieto se han negado a subirse al ring y
han mantenido su posición de hacer propuestas y evitar dividir al país.
Eso es todo lo que objetivamente se ha dado,
todo lo demás que están sacando los medios sobre detenciones, fianzas,
investigaciones, más testigos protegidos, cuentas millonarias, etc. etc. son
solo especulaciones que forman parte del enrarecido clima político.
El Departamento de Estado de Estados
Unidos se deslindó y dijo que no tenía interés en influir en la campaña
presidencial mexicana, pero ha influido de manera muy importante y ha afectado
directamente al PRI. Por coincidencia o
no, pero ocurrió.
¿Qué interés pueden tener los grupos y
los medios en Estados Unidos que están impulsando esta demanda precisamente en
estos tiempos electorales, haciendo hincapié en que se trata de un ex
gobernador del PRI?
Tomás Yarrington no ha recibido apoyo
público de ninguno de los muchos políticos a los que favoreció cuando estuvo en
el poder. La única que ha declarado es la candidata Lupita Flores que se
desmarcó de él y comentó que responda por lo que hizo, si es que hizo algo,
poco faltó para que dijera que no lo conocía.
No ha habido voces amigas del ex
gobernador que sólo pidan que no lo satanicen ni lo crucifiquen antes de ser
juzgado. Que esperen a que la corte diga si es culpable o no.
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