H, Matamoros, Tamaulipas:

¿Traicionarán?

PALACIO MIERCOLES 21 DE MARZO…
POR:MARIO  DIAZ


    A escasos diez días de que inicie la carrera presidencial y una vez definidos y registrados los aspirantes al relevo de FELIPE CALDERON HINOJOSA, la duda prevalece en cuanto a que si los gobernadores priístas realmente apoyarán la causa de su partido, o seguirán manteniéndose como auténticos virreyes.
     El fantasma del centralismo que caracterizó a los sexenios tricolores ronda en las mentes de los gobernantes estatales, con todo y lo que ello implica.
     Cuestión de analizar que el poder político y económico que detentan hoy en día, a partir de la primera alternancia en el país, supera con creces las ventajas que manejaron durante el priato.
    Actualmente, los gobernadores opositores al panismo prácticamente deciden y designan a los representantes en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Anteriormente, se limitaban a imponer alcaldes y diputados locales.
    En ese esquema, poco o nada es lo que influye en ese tipo de decisiones políticas el Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
    Situación que, quiérase o no, analizan muy detenidamente los mandatarios estatales contrarios al régimen federal albiazul a medida que se acerca la jornada comicial de julio próximo.
    Si el voto popular determina un nuevo cambio de estafeta en el poder presidencial, con el regreso del PRI a Los Pinos, muy probablemente resurgirá el centralismo y el acotamiento de las ventajas que hoy gozan los gobernadores de oposición.
    Desde luego que las condiciones y circunstancias político-económicas no son las mismas que hace doce y seis años. Sin embargo, una vez probadas las mieles del poder, es entendible que los mandatarios estatales prefieran ser virreyes en sus ínsulas traicionando, incluso, su causa partidista.
     Aunque, claro está, un eventual triunfo tricolor en las urnas dejaría muy mal parados a los gobernadores que no hubieran metido toda la carne al asador en el proceso proselitista y eleccionario.
     Comparativamente, hace seis años, el entonces candidato del PRI a la presidencia de la república, ROBERTO MADRAZO PINTADO, mantenía encuestas nada favorables en su proyecto político. Su ruptura con la dirigente nacional del magisterio, ELBA ESTHER GORDILLO, y su mala relación con la cúpula de su instituto político lo llevaron al fracaso.
     El hoy abanderado tricolor, ENRIQUE PEÑA NIETO, en cambio, encabeza la preferencia electoral en base a diagnóstico de distintas empresas encuestadoras, superando muy generosamente a JOSEFINA VAZQUEZ MOTA y a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.
    En el entendido de que tal tendencia puede variar a medida que se acerque la jornada comicial y, además, que los candidatos de la izquierda, centro y derecha entren de lleno al convencimiento ciudadano.
    La percepción generalizada en torno a la renovación de los poderes constitucionales indica que la elección presidencial apunta para ser una de las más reñidas en la historia política de México.
     El poder del gobierno panista volcado a favor de JOSEFINA, la unidad de la izquierda mexicana y el cambio de actitud de ANDRES MANUEL y el empuje del salinato a la causa de ENRIQUE se constituyen en factores preponderantes que, sin duda, habrán de influir en el resultado final que arrojen las urnas electorales.
     Ahora que, si un golpe de timón del gobierno calderonista logra impactar la voluntad de los mexicanos, se antoja punto menos que imposible que el priato retorne al Palacio Nacional.
    La fortaleza de la izquierda, circunscrita principalmente al centro del país, no parece ser suficiente como para superar la causa albiazul.
    De tal forma que, todo parece indicar, el proceso eleccionario federal que se avecina pudiera convertirse en la última llamada para el Partido Revolucionario Institucional.
     En el entendido de que, si las elecciones fueran hoy, muy seguramente ENRIQUE PEÑA NIETO sería el próximo inquilino de Los Pinos y FELIPE CALDERON HINOJOSA emularía al último presidente tricolor, ERNESTO ZEDILLO, en lo que a la alternancia política se refiere.
     Y hasta la próxima.
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Editores periodico frontera

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