*Emigran para no morir de hambre en el Campo.
*Elabora pan, y galletas en horno de lodo.
*Dejo familia y amistades, para llegar a la cruda realidad.
Por Jorge Guadalupe Campa
Después de pensar y meditar con
su familias, si se podrían aventurar en dejar su hogar, humilde pero hogar, se
decidieron llegar a la frontera, con
tres maletas al hombro, una de ellas, con sus pertenencias, la segunda con
ganas de salir adelante y la tercera con el hambre y las ilusión de tener un
terrero para vivir, y así pasar el tiempo que puedan tener de vida con sus
hijos.
Llegando de Tamalin, Veracruz, a
un lado de Naranjos, el padre de familia llamado ACACIO CRUZ de 70 años de
edad, se aventuro a dejar su tierra nata, dejando a su espalda familiares y
amigos de la infancia, el cual con sus ilusiones al hombro, llego a esta
frontera de Matamoros, en el año 2000, viviendo hoy actualmente en la colonia
Exp. Fiesta Oriente, no teniendo conocido alguno, se aventuro junto con su
esposa e hijos, a realizar y tener un
futuro mejor que el que tenían en el campo.
ILUCIONES AL HOMBRO Y GANAS DE SALIR ADELANTE
¨ Llegamos con nada, ya que no
teníamos NADA, por eso emigramos a esta ciudad, y como le decía, en un comienzo
o mejor dicho tres meses, dormíamos en un techo de cartón, al igual que las
paredes, y que junto con mi esposa y mis hijos, comenzamos a trabajar, en la elaboración
de pan de maíz, hojarascas y galletas que vendíamos en la calle, además de la
elaboración de mantas hechas a mano, el cual yo las confecciono para su venta
¨, dijo Don ACACIO CRUZ, quien trabajaba mientras platicábamos de su aventura
de emigrar de su tierra natal a esta población que lo acogió, y que hoy ve con
orgullo ya en donde vivir el resto de su vida con su esposa y sus hijos.
Agrega, como realiza
sus productos para su venta, ¨ Mira, muchacho, para la elaboración del pan de
horno, se lleva los ingredientes de, huevo, azúcar,, levadura, agua, manteca
vegetal, y el sabor que quiera darle se lo puede poner a su gusto, ya que el
pan de Royal, se prepara de distinto modo, y todo el trabajo es únicamente a
mano, sin ninguna maquinaria que pueda batir la mezcla de la harina, porque ya
con herramienta como que le da otro sabor al producto que se pueda consumir, ¨
dijo el entrevistado mientras, bordaba una servilleta con múltiples colores.
SALARIO DE MUERTE, EN SU TIERRA NATAL
Lo que ganábamos por, trabajar la
tierra, y esos para los patrones, era de miseria, ya que nos pagaban por día 30
pesos, lo cual no alcanzaba para nada, ya que cuando uno de nuestros familiares
se enfermaba, no se tenia ni para comprar medicina, mucho menos para acudir con
un doctor, y lo poco que ganábamos entre mi hijo y yo, lo invertimos en comida
y las necesidades de la casa (choza), como dice el anciano de 70 años, no
teníamos luz, y el agua la tomábamos del río, y contábamos con unas gallinas,
las cuales nos daban para comer sus huevitos, y como teníamos unas platas de
nopal, tomate, Chile de monte, y mi esposa, molía el maíz en el molino de mano
que actualmente conservamos, y que nos sirve para no olvidarnos de nuestras
raíces, dijo el entrevistado
Por tal razón nos dirigimos a
esta ciudad para poder salir adelante, y así como muchos lo han logrado,
nosotros, que somos una familia unida, lo llevamos a cabo juntos, vendiendo el
producto que nosotros mismos elaboramos con nuestras propias manos, y que los
ofrecemos donde sea, y principalmente con los vecinos que ya nos conocen, y que
les gusta como sabe el pan, cocido en el horno, que fabrique para el cocimiento
del mismo y que tenemos en nuestro patio, el cual utilizamos para su
cocimiento, leña de mezquite, y que le da un distinto sabor a el mismo, y que
tenemos también la venta de ropa usada, al igual que gorditas hechas a mano.
HOY, CUMPLIDO SU SUEÑO VIVE TRANQUILO CON SU FAMILIA.
Hoy le damos gracias a
DIOS, quien nos a ayudado en nuestro camino de trabajo, porque una familia
unida, puede salir adelante, siempre con la ilusión de tener una mejor vida
para sus hijos, y por tal motivo le doy gracias a mi esposa y mis hijos, que
han soportado fuertes vientos, pero que no nos hemos, quebrado, una porque
tenemos la unidad familiar y los buenos principios que nuestros antepasados nos
inculcaran en como ser con los demás, sin llegar al insulto y siendo pasible
con los intolerantes, y que a los necios, siempre tratamos de esquivar, para no
caer en el egoísmo y prepotencias que se han caracterizado, los que han llegado
a culminar sus ilusiones de salir adelante, termino agregando don ACACIO CRUZ,
mientras cosía una servilleta a mano, en su domicilio.
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