*-Un homenaje póstumo al hijo que se fue.
*-Falleció Don Benjamín López Aguirre.
Por Federico Castillo García
Aún sin podernos sobreponer al dolor de haber
perdido a un hijo, -víctima inocente de un cobarde y vil asesinato hace unas
semanas- he querido rendirle un humilde homenaje póstumo reproduciendo para
ello el texto de una carta escrita por una de sus alumnas de la escuela de
música del Instituto Reynosense de la Cultura y las Artes (IRCA) del cual era maestro,
tras haberse conocido su deceso y de cuyo texto no se omite absolutamente nada:
“Hola profesor Alberto, no se
cómo comenzar esta carta, no soy buena con las palabras. Quiero agradecerle
todo lo que nos brindó siempre, muy pocas personas pueden ser llamadas
maestros, usted lo logró. Hacía más de lo que le correspondía por amor a la
música, amor hacia nosotros y porque era lo mejor: no caer en la mediocridad,
luchar por lo que queremos y ser libres.
Me duele mucho su partida porque
lo quiero mucho, no solo fue un maestro sino un amigo, se preocupó por mí y se
lo agradezco tanto que en serio no sabe
cuánto lo quiero y aprecio, es una persona admirable que amaba lo que hacía y nos ayudó tanto. Tal vez ni
siquiera imagina cuánto estuvo presente; marcó mi vida, es de esas personas que
se quedan para siempre en la memoria y en nuestros corazones, créame que
hablaré de usted con una gran admiración, amor y cariño porque…se que lo digo
mucho pero marcó la vida de muchos, fue un ser muy especial y lo seguirá siendo,
lo extrañaré muchísimo.
How, lo quiero tanto profesor. Se
que no soy de las mejores, pero como usted siempre nos dijo: “todos podemos
hacerlo” y eso es lo que haré, me esforzaré por hacerlo mejor, con tocar con
verdadera pasión y gracias. En la pieza de El Lago de los Cisnes, como batallé
y le hice sacar canas verdes, tanto que me desesperé y usted me impulsó a
hacerlo mejor y ahora es de las piezas que mejor me salen. Claro que a las
demás (piezas) también les pongo mucho empeño pero gracias a usted lo logré.
Haré que se sienta feliz y orgulloso, aunque como dije no soy de las mejores,
me esforzaré.
Fue y será un gran director, su
forma de enseñar y hablarnos siempre fue muy buena, se que lo hicimos enojar
muchas veces pero usted siempre nos soportó (ji, ji, ji) y siempre con su coca
light xD, según yo sabe igual, pero cuidando la línea.
Recuerdo bien el primer día del
IRCA, nos quedamos Karla, una señora (que no quería que viniera la niña) y yo.
Yo no sabía cómo agarrar un arco ni la más remota idea y ya me estaba
enseñando, me temblaba la mano del dolor, je, je, y yo solo la escondía porque me daba pena que
la viera. Me gustó mucho su clase y nunca le dije pero Marcha en Do, cómo sufrí
xD. Una vez casi me hizo llorar y se que usted se dio cuenta y habló conmigo.
Usted fue una persona especial y
como escribió: “dejo raíces y frutos sembrados” en cada una de las personas que
toco, dejó algo que no desaparecerá. Usted quedó dentro de nosotros y vivirá
ahí por siempre.
Es doloroso que el mundo pierda personas tan valiosas como
usted pero donde esté, estamos complacidos. Lo quiero y le agradeceré siempre
tpdp. Un gran maestro. Amigo, Director y ser humano. Con todo mi cariño usted
fue, es y será siempre grandioso.
Lamento no haber podido verlo,
fallé la última semana y me duele tanto pero mientras esté en nuestros
corazones no morirá. Lo amo gran maestro, quisiera poder decirle más cosas pero
no se cómo expresarlas. Me despido y que tenga un gran viaje, nos veremos y
gracias. Un abrazo maestro ALBERTO FEDERICO CASTILLO LUGO”.
Hasta aquí la carta de la alumna
que al igual que otras y otros alumnos (tenía casi cien) nos brindaron a los
integrantes de la familia Castillo-Lugo, un sinnúmero de muestras de afecto,
solidaridad y palabras de confortamiento en tan dolorosos momentos, que lo
mismo hicieron otros familiares, amigos y compañeros de trabajo. De igual
manera un agradecimiento especial a los Ayuntamientos de Reynosa y Matamoros,
así como a los directivos del Instituto Reynosense de la Cultura y las Artes
Por lo anterior y ante la imposibilidad de hacerlo de manera
personal, vaya desde aquí el eterno agradecimiento, mío y el de toda mi familia
a todos ellos.
En tema diferente, no menos
doloroso ha sido el lamentable fallecimiento del “Viejo Lobo de Mar”, como así
le decía quien esto escribe a Don BEJAMIN LOPEZ AGUIRRE, ocurrido la noche del
pasado sábado víctima de una enfermedad que desde hacía algún tiempo le venía
aquejando. Descanse en paz quien fuera un apreciado y querido amigo desde hacía
muchos años y quien mediante su programa radiofónico “Hablando Claro”, siempre
dio muestras de su preocupación por los problemas que aquejan a los sectores
más endebles de la población matamorense. Don BENJAMIN fungió hasta los últimos
días de su existencia como presidente del Consejo de Administración del
periódico Contacto. Las condolencias para su esposa doña ISABELITA, para sus
hijos y demás familiares, rogando al Todopoderoso que los conforte con una
pronta resignación. Descanse en paz Don BENAJMIN LOPEZ AGUIRRE.
HASTA LA PROXIMA.
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