H, Matamoros, Tamaulipas:

MATAMOROS DE AYER Y HOY


                                        por:Lic. Luis Gerardo González Álvarez

EL DÍA DE LOS MUERTOS


Hola que tal amables lectores este  2 de noviembre estaremos celebrando “El Día de Muertos”, que a diferencia de otras tradiciones que se llevan a cabo en distintas partes de la República Mexicana; éstas centran su atención en el bello estado de Michoacán con una tradición muy mística en Pátzcuaro y su isla Janitzio que se ubican a 60 kilómetros de Morelia, capital del estado de Michoacán.
El Día de Muertos se celebra el 2 de noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. El origen de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de estas festividades en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. El Día de Muertos es una festividad mexicana, que se celebra también en algunos países de América Central, así como en muchas comunidades de los Estados Unidos, donde existe una gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado la festividad mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En nuestro Matamoros es una costumbre muy tradicional en estas fechas el llevar a las tumbas en esté día, las coronas estas que se elaboran a base de listones satinados en distintos colores muy sobrios y otras no tan sobrias; que realmente está es una influencia norteamericana ya que de aquel lado no manejan tanto las flores naturales por obvias razones, porque no se producen flores y estas son importadas de nuestro México, Colombia y el Salvador.
Según la tradición histórica se cuenta que esta costumbre de las coronas data desde la época medieval, en que se recordaba a los santos difuntos y desde hace muchos años la tradición enmarca el llevar arreglos florales, y renovar las coronas ante las tumbas de los familiares. “Cada año se hace esta actividad que reúne a la familia”, y hasta la picardía del mexicano queda de manifiesto en esta costumbre con el tradicional refrán: “Sobre el muerto las coronas”.
La derrama económica que va acompañada de esta tradición es importante para florerías y para quienes se dedican a elaborarlas con mucha creatividad para hacerse llegar de algún dinero extra, fíjense ustedes que en Valle Hermoso Tamaulipas se recuerda a una familia de apellido Peña, como la iniciadora de la fabricación de coronas y posteriormente en una negociación de las más antiguas de Valle Hermoso, que se llamaba “El Regalo”, las coronas se fabricaban a base de estructura o armazón de alambre, con zacate, listón de cinta o de unicel, se usan flores naturales o artificiales, lo más importante dice es que cada arreglo se hace individual y en cada uno de ellos va el corazón de los fabricantes.
El motivo por el que llevamos conjuntos florales a nuestros difuntos es visiblemente una función purificadora, pese al desconocimiento simbólico que nosotros tenemos al respecto. El color verde de los árboles que encontramos en los cementerios representa la regeneración primaveral y por ende, la inmortalidad del alma. El verde claro del césped es símbolo de esperanza, y el negro de algunas lapidas hace referencia a la gravedad de la muerte y a la melancolía de los que se van.
La muerte es un símbolo emblemático que ha causado admiración, temor e incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han logrado desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, honrarla, espantarla e incluso para burlarse de ella. México es un país rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ella.



Las Calaveritas: Se les llama así tanto a las rimas, versos satíricos como a los grabados que ilustran calaveras disfrazadas o bien de dulce descritas a continuación:
Las Rimas: También llamadas "calaveras", son en realidad epitafios humorísticos de personas aún vivas que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión. Finalizan con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba. Es muy común dedicar las "calaveritas" a personajes públicos, en especial a políticos en el poder. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya muerto.
El Simbolismo: Pan de muerto del centro de México. Las Calaveras de dulce, tienen escritos el nombre del difunto (o en algunos casos de personas vivas, en forma de broma modesta que no ofende en particular al aludido) en la frente, son consumidas por parientes o amigos. Las Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxúchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los panteones son visitados.
La Ofrenda y la visita de las almas. Se cree que las almas de los niños regresan de visita el día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día 2. Los materiales comúnmente utilizados para hacer una ofrenda de muertos para el Día de Muertos tienen un significado, y son entre otros los siguientes:
El Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre.
La Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de las ánimas del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del alma del difunto por si acaso se encontrara ahí.
Los Doce cirios: Aunque pueden ser menos, tienen que ser en pares, y preferiblemente de color morado, con coronas y flores de cera. Los cirios, sobre todo si son morados, son señal de duelo. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa aparte de agua y sal.
La Flor de cempasúchil (o flor de cuatrocientos pétalos): Su color representa la luz como los rayos del sol y al regarla en forma de camino se le indica a las almas el rumbo por el cual se le guía a casa.
La Cruz de tierra: Para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió.
La Calabaza en tacha: Este fruto ocupa un lugar privilegiado tanto en la cocina tradicional prehispánica como en la actual. Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al lado del maíz, el frijol y el chile.
Hasta la próxima mi correo es archivo.mpal@matamoros.gob.mx
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Editores periodico frontera

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