-Apertura de
antros polariza la opinión pública
-Tan simple
como cumplir con la Ley de Alcoholes
-Lety se
excedió con su falso cristianismo, para ganar electores
Por Mario A. Díaz
UN TEMA de carácter social que ha polarizado
la opinión pública es, sin duda, la reapertura de establecimientos que expenden
bebidas alcohólicas y que fueron clausurados durante la pasada administración
municipal panista.
Por un lado, quienes opinan que las nuevas autoridades locales no deben
favorecer la proliferación del vicio, y, por el otro, los criterios ciudadanos
que califican como positiva la decisión del actual ayuntamiento que preside el
alcalde JESUS DE LA GARZA DIAZ DEL GUANTE.
Las voces discordantes consideran que la reapertura de antros,
discotecas, restaurantes-bares, cantinas y depósitos que fueron clausurados por
diversas irregularidades, representa un retroceso en el bienestar social y que
habrá más gentes alcoholizadas y trasnochadas en las calles, en detrimento de
la economía familiar.
Sin embargo, quienes piensan de manera distinta argumentan que con tal
medida se generarán fuentes de empleo que habrán de beneficiar a meseros,
cantineros, veladores, afanadores y choferes, entre otras actividades.
También, el anuncio de regresar a las calles a los policías viales ha
generado comentarios a favor y en contra.
Pero….analicemos.
Por principio de cuentas, no se debe pasar por alto la responsabilidad
que debe asumir cada uno de los actores en el tema.
Los propietarios de establecimientos que enajenan bebidas embriagantes
deben de cumplir con la Ley de Alcoholes y, por supuesto, quienes sienten
placer al consumir cerveza, vinos y licores, con o sin alimentos, tienen la
obligación de moderar el consumo y proteger la economía familiar.
Misma actitud que deben asumir los automovilistas para evitar ser
detenidos en los puntos de revisión anti-alcohol.
Desde luego que la autoridad estatal y municipal también debe contribuir
a generar un clima de tranquilidad y seguridad ciudadana.
En el ramo de alcoholes, no se debe permitir el funcionamiento de ese
tipo de negocios si no cumplen con lo estipulado en la ley respectiva. En
contraparte, si documentos y requisitos están en regla, no debe existir
impedimento para su funcionamiento, tomando en cuenta que se trata de negocios
lícitos.
El simple hecho de que la autoridad haga respetar el horario de apertura
y cierre es une medida suficiente para regular la paz social.
Lo mismo sucede con los operativos de Tránsito Local para evitar que
automovilistas conduzcan bajo los influjos del alcohol. Si la aplicación del
reglamento vial se relaja y se convierte en una fuente de ingresos ilícitos,
simple y sencillamente no habrá resultados positivos.
Si bien es cierto que deben existir una regulación y aplicación de la
normatividad oficial, también es cierto que decisiones extremas en un afán
protagónico y falso cristianismo no aportan nada a la sociedad.
Cuestión de recordar que apenas iniciado su trienio, LETICIA SALAZAR
VAZQUEZ, portando chaleco antibalas y acompañada de un numeroso grupo de
marinos, personalmente cerró un sinnúmero de establecimientos. Lo malo del caso
es que no dio oportunidad a sus propietarios a reabrirlos, a pesar del pago de
multas y corregir las anomalías documentales y de protección civil encontradas
durante la revisión.
En consecuencia: tan malo es que se relaje la Ley de Alcoholes, como que
falsos “Mesías” pretendan ganar adeptos con fines electoreros.
Así de sencillo.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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