-Incendio del relleno destapa la cloaca
-El confinamiento funciona como un basurero al aire libre
-Alcaldes no quieren invertir
en los gastos de operación
EL INCENDIO del pomposamente llamado relleno
sanitario, de nueva cuenta pone al descubierto una obra mal planeada y mal
ejecutada que requirió de una millonaria inversión, aunque eso sí, objeto de
una distinción nacional durante el sexenio del presidente VICENTE FOX QUESADA.
En la
práctica, el lugar de confinamiento de desechos domésticos de Matamoros y Valle
Hermoso funciona como un simple basurero a cielo abierto, similar al que daba
ese servicio y que se localizaba cerca del aeropuerto internacional Servando
Canales.
Ya con anterioridad,
como consecuencia de la sequía y altas temperaturas, se han registrado
situaciones como la que hizo crisis hace exactamente una semana.
Sin embargo,
con todo y el riesgo que representa para lugares habitados aledaños, el
incendio en el relleno sanitario no se circunscribe a daños materiales o de
salud pública. La conflagración descubre un acto de corrupción en que
participaron autoridades de los tres niveles de gobierno.
BALTAZAR HINOJOSA
OCHOA era alcalde de este puerto fronterizo, EUGENIO HERNANDEZ FLORES, el
mandatario estatal, y VICENTE FOX QUESADA, el jefe del Ejecutivo Federal.
La historia
refiere que, de entrada, la ubicación del confinamiento de residuos domésticos
no cumplía con las reglas ambientales y de seguridad.
La
normatividad en la materia exige que un relleno sanitario no debe ubicarse a
menos de 13 kilómetros de la pista de un aeropuerto. También, establece
claramente que no debe funcionar frente a un cuerpo de agua. Sin embargo, la
cabecera de la pista del aeropuerto internacional Servando Canales se localiza
a tan solo siete kilómetros. Asimismo, el arroyo del Tigre y un canal de riego
se localizan a poca distancia del relleno sanitario, contraviniendo
disposiciones oficiales que fueron subsanadas mediante argucias legales,
salpicadas de corrupción e impunidad.
Teóricamente,
el confinamiento de desechos domésticos para Matamoros y Valle Hermoso tendría
una vida útil de al menos 30 años. Las celdas que recibirían la basura están
debidamente diseñadas, siempre y cuando se cumplan las instrucciones de
funcionamiento que requiere una obra pública de esa naturaleza.
Justo ahí
está el problema.
Desde su
entrada en operación, hace alrededor de 12 años, las administraciones
municipales no han querido invertir en el relleno sanitario a pesar de que se
trata de un procedimiento sencillo pero que, lógicamente, requiere de pesos y
centavos.
Los rellenos
sanitarios reciben desechos en sus celdas, luego se coloca una tapa de tierra
y, encima de ésta, una nueva remesa de basura y así sucesivamente hasta llegar
a la superficie.
Desde
entonces, ni BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, ni ERICK SILVA SANTOS, ni ALFONSO SANCHEZ
GARZA, ni tampoco LETICIA SALAZAR VAZQUEZ invirtieron lo necesario para cubrir
los gastos de operación que forzosamente requiere una obra de esa naturaleza.
Como
consecuencia de esa omisión por la razón que fuere, desde entonces, ese
confinamiento de desechos orgánicos e inorgánicos funciona como un simple
basurero a cielo abierto y no como un confinamiento de calidad internacional
que, incluso, fue objeto de un reconocimiento por parte del gobierno de la
república.
Actualmente, remediar la situación requerirá de una
millonaria inyección de recursos para desbaratar la montaña de basura y
colocarla en las celdas que fueron construidas exprofeso. De no ser así, el
fuego que se concentra en el fondo es inmune a los esfuerzos que realice el
Cuerpo de Bomberos.
Es decir, se
controla y se extingue por encima, pero el calor, la lumbre y los gases que generan
los productos orgánicos tarde que temprano vuelven a
manifestarse, creando un círculo vicioso.
La pregunta
es ¿los vientos del cambio avivarán la llama del relleno sanitario?
Pronto lo
veremos.
Y hasta la
próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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