-Se agudiza la competencia entre Ivonne y El Bronco
-Situación inédita en el país sería un gobernador independiente
-Eventualmente, el Ejecutivo no tendría control del Legislativo
SI el domingo 7 de junio se confirman los
resultados q
ue algunas empresas encuestadoras dan por hecho con relación a la
competencia electoral por la gubernatura del estado de Nuevo León, la historia
política del país registraría un hecho inédito.
En efecto, si el candidato independiente JAIME RODRIGUEZ, a quien
también se le identifica con el sobrenombre de “El Bronco” resulta triunfador
en la contienda, se convertiría en el primer mandatario estatal sin
representación partidista en el Congreso Local.
El eventual gobernador neoleonés
requeriría de alianzas con las distintas bancadas con el objetivo de sacar
adelante sus iniciativas de ley que vayan acordes a su plan de trabajo.
Reconózcase o no, lo cierto es que El
Bronco ha superado expectativas, ubicándosele, incluso, por encima de la
candidata priísta IVONNE ALVAREZ y enviando hasta la tercera posición al
candidato panista, JOSE DE JESUS CALDERON.
Obviamente, se trata de una tendencia
derivada del posicionamiento que ha logrado entre el electorado regio, avalada
por algunas empresas encuestadoras, pero que no necesariamente debe
considerarse como sinónimo de triunfo al término de la jornada comicial.
En lo que no cabe la menor duda es que el
abanderado del Partido Acción Nacional no ha logrado despertar el ánimo
ciudadano con todo y el apoyo del ex presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA.
Al menos hasta el momento, una visión un tanto más objetiva sería
reconocer la competencia cerrada que se da en el territorio neoleonés entre
JAVIER e IVONNE.
Pero,
retomando el tema inicial, de llegar El Bronco al Ejecutivo Estatal sería el
primer gobernador que no tendría el apoyo pleno del Poder Legislativo.
Teóricamente, los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial son independientes y sirven de contrapeso en el sistema
político mexicano. Sin embargo, en la práctica, es el gobernante federal o
estatal quien mece la cuna en su respectivo congreso.
En consecuencia, un gobernador sin partido
necesariamente tendría que tender los puentes políticos necesarios para sacar
adelantes iniciativas, propuestas y presupuestos que deben pasar por el control
y escrutinio de los diputados locales.
Cuestión de analizar como el gobierno del
presidente ENRIQUE PEÑA NIETO está empeñado en ganar la mayoría simple en la Cámara Baja del Congreso de la Unión , en el actual proceso
eleccionario.
Para que todo marche a modo y acorde al
sistema político mexicano, el Poder Ejecutivo siempre requerirá del control de
los legisladores.
Ante la probabilidad de que se produzca ese
hecho inédito, como es natural, los ciudadanos regios cuestionan la
conveniencia o inconveniencia de tener un gobernante sin compromiso partidista,
pero, a la vez, sin control en el congreso local, tomando en cuenta que es
tradición que el Ejecutivo propone, pero el Legislativo dispone.
A nivel municipal, existe el caso concreto
del alcalde de San Blas, allá en el estado de Nayarit, HILARIO RAMIREZ
VILLANUEVA, conocido como El Layín. Quien ha cobrado notoriedad por sus
desplantes poco ortodoxos llegó a la presidencia municipal de manera
independiente, es decir, sin el apoyo o aval de ningún partido político.
No obstante, sin ánimo de comparaciones odiosas, el caso de El Layín y
la eventualidad gubernamental de El Bronco, además de la diferencia de nivel de
gobierno, el primero se apoya en un cabildo que llegó de la misma manera,
mientras que el segundo requerirá, necesariamente, del apoyo del congreso
local, integrado por diputados surgidos de distintas corrientes políticas.
Pero…. para que adelantar probables
acontecimientos, pronto, muy pronto, se aclarará el horizonte político en el
vecino estado de Nuevo León.
Y hasta la próxima.
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