- Quedan
tres días para mover a México hacia un futuro renovable o dejarlo anclado
en su dependencia del petróleo y el gas natural.
- Sin
la LTE, México no podrá cumplir sus compromisos internacionales y
nacionales de mitigación de Gases Efecto Invernadero.
- La
Comisión de Energía del Senado de la República no debe permitir que los
intereses particulares de unos cuantos detengan una transición energética
de bajo carbono para México.
A tres días de que concluya el periodo ordinario de
sesiones del Congreso de la Unión, organizaciones de la sociedad civil hicieron
un llamado urgente al Senado de la República para que apruebe en sus términos
el dictamen de la Ley de Transición Energética (LTE), como fue votada en la
cámara de origen, la cual permitirá a México avanzar hacia un futuro más
competitivo para las energías renovables, combatir efectivamente el cambio
climático y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del país.
Las organizaciones solicitaron expresamente a los
senadores David PenchynaGrub, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle
Maury, presidente y secretarios de la Comisión de Energía, que permitan que el
dictamen de la Ley sea votado en el pleno antes del 30 de abril, fecha en que
concluye el periodo ordinario de sesiones.
Es importante destacar que, además de los
beneficios en el combate del cambio climático por la mitigación de Gases de
Efecto Invernadero (GEI) en el sector eléctrico, la LTE traerá beneficios
económicos, sociales y ambientales muy relevantes para México. Algunos de ellos
son:
- Es
la única ley secundaria de la reforma energética que beneficia al medio
ambiente y promueve un desarrollo económico de bajas emisiones de carbono.
- La Ley
establece una participación mínima de 35% de energías renovables en la
generación de energía eléctrica para el 2024 (con metas intermedias para
el período 2018 y 2021) y ofrece garantías a los participantes en el
mercado eléctrico, lo cual promueve las inversiones al brindar certidumbre
sobre el desarrollo de este mercado. Cumplir con la meta del 35% permitirá
generar hasta 90 mil empleos directos en el 2024.
- Establece
metas de generación de electricidad a partir de energías renovables para
los años 2018, 2021 y 2024, es decir para los próximos 10 años. De
cumplirse estas metas, el sector eléctrico podría reducir sus emisiones de
GEI entre 30 y 50 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente
(MtCO2e) por año al 2024. Una matriz energética con menor participación de
hidrocarburos incentiva un desarrollo económico bajo en emisiones de
carbono y hace a nuestra industria más competitiva a nivel internacional.
- Permitirá
la diversificación de la matriz energética al incorporar energías
renovables; reducirá la vulnerabilidad del sector eléctrico a los impactos
de la volatilidad de los precios de combustibles fósiles, e incrementará
la seguridad energética al hacer uso de recursos disponibles en el país y
al evitar la dependencia de una sola fuente energética. Con el desarrollo
de las energías renovables se limitaría hasta en un 65% la explotación de
los hidrocarburos convencionales y no convencionales a través de técnicas
con fuertes impactos negativos sobre el medio ambiente y la población.
- Promueve
el desarrollo de un modelo de generación eléctrica distribuida que ofrece
oportunidades para instalar hasta 20 GW de energía renovable distribuida y
que permite la eliminación paulatina de hasta la mitad del subsidio
eléctrico nacional -43 mil millones de pesos anuales, como lo regula la
Ley de la Industria Eléctrica (LIE). En este modelo eléctrico
descentralizado, los usuarios tendrán el beneficio de reducir el pago del
recibo de luz por debajo de los montos actuales y se crearían 40 mil
empleos adicionales directos y hasta 200 mil indirectos[1].
- Establece
el Programa de Redes Eléctricas Inteligentes, que permite fortalecer y
expandir la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad
y con ello desahogar de forma adecuada la energía generada con fuentes
renovables, ampliando la participación de éstas en el mercado.
- Finalmente,
fortalece e incrementa las acciones de eficiencia energética, lo que
permite reducir la carga al sistema eléctrico nacional y reducir
sensiblemente las pérdidas, generando ahorros importantes para el país.
Con lo propuesto por la LTE en materia de eficiencia energética, se podrán
mitigar 47 MtCO2e, ampliando las posibilidades de que México cumpla con
sus metas de mitigación.
El pasado 27 de marzo, el gobierno mexicano presentó
ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(UNFCCC), las Contribuciones Previstas y Determinadas a nivel nacional (INDC
por sus siglas en inglés), comprometiéndose a reducir para el año 2030, el 22%
de GEI sobre la línea base del 2013[2].
Si el Senado no aprueba la LTE, nuestro país no
será capaz de cumplir estos compromisos, debido a que para lograrlo requiere
una disminución sustancial en las emisiones provenientes de la generación de
energía, las cuales se originan actualmente, en su gran mayoría, por la quema
de combustibles fósiles como son el carbón, el combustóleo, el diesel y el gas
natural.
México se encuentra en un momento decisivo para
avanzar hacia la transición energética y dejar atrás la dependencia del
petróleo. No podemos permitir, por ningún motivo, que los intereses
particulares de unos cuantos detengan la inserción del país en el concierto de
las economías más avanzadas y sustentables del mundo.
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