Por Ambrosio Garza D.
El encargado de dicha oficina, José Luis
Padrón Pérez lleva tiempo cubierto con el manto protector de la impunidad y
amansando considerable fortuna a través de regentear un grupo de “coyotes” que
se lanzan sobre el bolsillo de los contribuyentes.
Se sabe que Padrón Pérez es gente del ex
alcalde Pedro Carrillo Estrada y lleva tiempo haciendo “su agosto”, incluso
ahora en el gobierno de Armando López Flores, se sabe que Padrón no lo obedece
porque sigue con el cordón umbilical unido a Carrillo Estrada.
Bajo el mando de Padrón, operan 8 policías
de tránsito que son los encargados de “capturar” a los contribuyentes y
facilitarles los trámites o descuentos a cambio de un suculento billete que ya
en conjunto se sabe que han logrado obtener hasta 3 mil pesos diarios de puras
mochadas cada uno de los “coyotes”.
Lo cierto es que con el fruto de las
mochadas quienes forman parte del grupo de coyotes o los regentean han logrado
comprar ranchos, casas, autos y darse buena vida con el fomento de acciones
ilegales.
¿Y LA EVALUACIÓN?
La población comenta que está bien la
evaluación, pero lo malo es que no es completa ni tampoco integral, porque en
la Oficina Fiscal de Altamira le meten tortuguismo a los trámites para obligar
a la población a que se “auxilien” con los coyotes, quienes por “agilizar” los
trámites se llevan buena mochada.
Ante esta realidad sorprende el silencio de
Armando López Flores, quien en varias ocasiones ha sacado la vuelta al tema,
cuando debería no nomás de atenderlo sino solucionarlo.
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