H, Matamoros, Tamaulipas:

EL SJOIIM PACTA 6% DE AUMENTO



MATAMOROS DE AYER Y HOY

Lic. Luis Gerardo González Álvarez


        Hola que tal amables lectores, hoy nos estamos enterando del acuerdo entre el SJOIIM y la Asociación de Maquiladoras de Matamoros, donde pactan un acuerdo para el incremento al salario en las maquiladoras, en un 4% directo al sueldo y un 2% de ajuste por el aumento al salario mínimo.
Quedando intactas para este 2014 las prestaciones que se les otorgan a los trabajadores como són: despensa, trasporte, puntualidad, entre otros.
     Mucho se ha hablado de la perdida del poder adquisitivo hoy en día de la clase trabajadora, en la declaración de Juan Villafuerte Morales Secretario General de este sindicato, dijo que este aumento del 4% directo al salario es insuficiente considerando los altos costos de la vida, esto en una forma de aceptación del líder a esta cruda realidad.
    Són 35 mil obreros de 30 empresas maquiladoras los que también recibirán alrededor de entre mil pesos anuales y 950 para otros, esto como un ajuste de los puntos porcentuales por el aumento al salario mínimo; recordando en este momento por lo que pasan hoy en día estas negociaciones contractuales y salariales.
Quiero compartir con ustedes algunas retrospectivas en cuanto a negociaciones salariales se refieren, obviamente encabezadas por Don Agapito González Cavazos entre los años de 1971 a 1991.
    Para los años de 1968 – 1969 las prestaciones más altas se obtuvieron en Matamoros, los contratos colectivos de esa época estipulaban: más días de vacaciones y una prima vacacional, un numero mayor de descansos obligatorios, uniformes, apoyo al deporte, regaderas, casilleros para ropa, pago de los primeros tres días de incapacidad, seguro de vida para los trabajadores y ayuda para el fallecimiento de un familiar.
    Uno de los máximos orgullos que obtuvo Don Agapito González por los años de 1971, fue el de tener los salarios más altos de la industria maquiladora fronteriza. Esto lo consiguió mediante revisiones contractuales constantes, en la que uno de los objetivos prioritarios era el lograr los mejores salarios.
El SJOIIM tuvo una buena visión y cuidado  de incluir, desde el inicio el tabulador salarial en los contratos colectivos de las maquiladoras, y en ellos especificaba el salario que debía recibir cada categoría.
Desde entonces la maquiladora matamorense paga religiosamente semana a semana los salarios a sus obreros (1971).
    La década de los 80 constituye una etapa crucial en cuanto a conquistas sindicales vinculadas con el salario: primero, por que entra en vigor el pago de la jornada laboral de 56 horas con trabajo de 40; segundo, por la fijación de la revisión anual de tabuladores de acuerdo con las variaciones económicas.
Ya para el año de 1981 el SJOIIM introdujo la clausula en los contratos colectivos de las empresas  con casi diez años de estadía en territorio matamorense: “donde se obliga  a la empresa que a partir del 15 de noviembre de 1983 la jornada máxima a la que estarían sujeto los trabajadores sindicalizados será de 40 horas a la semana, distribuido en cinco días de trabajo con pago de sueldo integro de 56 horas,   dándose como descanso los días sábados y domingo”.

    En ese mismo año 1983 se introdujo la cláusula que fijaba la adecuación de los salarios a los requerimientos económicos de la zona: esto es que la empresa y el sindicato convenían incrementar los salarios de los tabuladores en aquellas ocasiones en que se decretaran salarios de emergencia.
Que hoy en esta negociación es lo que se esta haciendo con este 2% adicional como ajuste a los salarios mínimo.
LAS REVISIONES CONTRACTUALES
En el año de 1989, durante las revisiones contractuales en la industria maquiladora, el líder Don Agapito González demandó un aumento del 25%, en tanto que los empresarios solo ofrecieron el 10%. En su lucha los empresarios denunciaron ante las autoridades estatales y nacionales la rebeldía del dirigente, al no sujetarse a los pactos económicos.
     La respuesta de Don Agapito González a estas acusaciones fue tajante: como él no había firmado ningún pacto, entonces nada lo obligaba a cumplirlo. Por otra parte, argumentó que la situación real de los trabajadores era cada vez más difícil, pues “no había ningún artículo de primera necesidad que no hubiera subido”.
    Pese a las protestas empresariales, las negociaciones fueron un triunfo parcial para Don Agapito: “se logro un convenio para que los maquiladores dieran un incremento del 15% directo a los tabuladores y 5% como bono de productividad; sin contar con el 10% otorgado en diciembre a raíz de la firma del último pacto económico, el incremento fue de hasta un 30%.
    En el año de 1991 el problema se repitió, el líder no aceptó un aumento salarial menor al 20%. Las negociaciones desbordaron el límite local, trasladándose a la Junta Estatal de Conciliación en Cd. Victoria y a las oficinas de la CTM nacional. El dirigente del SJOIIM no cedió ante las presiones de los empresarios, quienes amenazaban con cerrar las plantas. En lugar de someterse, el líder ordenó el estallamiento de huelga en maquiladoras estratégicas como Kemet, Rimir, Componentes Mecánicos y Trico, para conseguir las demandas salariales solicitadas.
    Los empresarios ante tales presiones, firmaron los nuevos contratos colectivos con un aumento salarial de entre el 20 y 25%, sin contar el 8% concedido en noviembre de 1990. No obstante los empresarios continuaron su campaña contra el dirigente del SJOIIM. Desde su punto de vista la política de Don Agapito González, más que negociaciones, había caído en la imposición.
    En ese entonces las empresas en la país estaban revisando en promedio con un 20% de aumento salarial, mientras que en Matamoros las pretensiones del SJOIIM eran revisar con un 21% más el 9% otorgado en el mes de noviembre (salarios mínimos), dando el 30%.
   

Pese a las protestas empresariales el SJOIIM seguía consiguiendo los mejores salarios en las maquiladoras de la zona fronteriza. En Matamoros los únicos que recibían el salario mínimo eran los trabajadores que estaban a prueba como lo mostraban los tabuladores salariales de los contratos colectivos.
Hoy el reconocimiento de estas conquistas laborales que se traducen en prestaciones, es lo que le da más certidumbre laboral al trabajador, ya que los sueldos son muy bajos y por ende el poder adquisitivo se pierde.
Hasta la próxima mi correo es archivomunicipal@gmail.com 
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