MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic.
Luis Gerardo González Álvarez
Hola que tal amables lectores,
hoy nos estamos enterando del acuerdo entre el SJOIIM y la Asociación de
Maquiladoras de Matamoros, donde pactan un acuerdo para el incremento al
salario en las maquiladoras, en un 4% directo al sueldo y un 2% de ajuste por
el aumento al salario mínimo.

Mucho se ha hablado de
la perdida del poder adquisitivo hoy en día de la clase trabajadora, en la
declaración de Juan Villafuerte Morales Secretario General de este sindicato,
dijo que este aumento del 4% directo al salario es insuficiente considerando
los altos costos de la vida, esto en una forma de aceptación del líder a esta
cruda realidad.
Són 35 mil obreros de 30
empresas maquiladoras los que también recibirán alrededor de entre mil pesos
anuales y 950 para otros, esto como un ajuste de los puntos porcentuales por el
aumento al salario mínimo; recordando en este momento por lo que pasan hoy en
día estas negociaciones contractuales y salariales.
Quiero compartir con
ustedes algunas retrospectivas en cuanto a negociaciones salariales se refieren,
obviamente encabezadas por Don Agapito González Cavazos entre los años de 1971
a 1991.

Uno
de los máximos orgullos que obtuvo Don Agapito González por los años de 1971,
fue el de tener los salarios más altos de la industria maquiladora fronteriza.
Esto lo consiguió mediante revisiones contractuales constantes, en la que uno
de los objetivos prioritarios era el lograr los mejores salarios.
El SJOIIM tuvo una buena
visión y cuidado de incluir, desde el
inicio el tabulador salarial en los contratos colectivos de las maquiladoras, y
en ellos especificaba el salario que debía recibir cada categoría.
Desde entonces la
maquiladora matamorense paga religiosamente semana a semana los salarios a sus
obreros (1971).
La
década de los 80 constituye una etapa crucial en cuanto a conquistas sindicales
vinculadas con el salario: primero, por que entra en vigor el pago de la
jornada laboral de 56 horas con trabajo de 40; segundo, por la fijación de la
revisión anual de tabuladores de acuerdo con las variaciones económicas.
Ya para el año de 1981
el SJOIIM introdujo la clausula en los contratos colectivos de las empresas con casi diez años de estadía en territorio
matamorense: “donde se obliga a la
empresa que a partir del 15 de noviembre de 1983 la jornada máxima a la que
estarían sujeto los trabajadores sindicalizados será de 40 horas a la semana,
distribuido en cinco días de trabajo con pago de sueldo integro de 56 horas, dándose como descanso los días sábados y
domingo”.
En
ese mismo año 1983 se introdujo la cláusula que fijaba la adecuación de los
salarios a los requerimientos económicos de la zona: esto es que la empresa y
el sindicato convenían incrementar los salarios de los tabuladores en aquellas
ocasiones en que se decretaran salarios de emergencia.
Que
hoy en esta negociación es lo que se esta haciendo con este 2% adicional como
ajuste a los salarios mínimo.
LAS REVISIONES CONTRACTUALES
En el año de 1989,
durante las revisiones contractuales en la industria maquiladora, el líder Don
Agapito González demandó un aumento del 25%, en tanto que los empresarios solo
ofrecieron el 10%. En su lucha los empresarios denunciaron ante las autoridades
estatales y nacionales la rebeldía del dirigente, al no sujetarse a los pactos
económicos.
La
respuesta de Don Agapito González a estas acusaciones fue tajante: como él no
había firmado ningún pacto, entonces nada lo obligaba a cumplirlo. Por otra
parte, argumentó que la situación real de los trabajadores era cada vez más
difícil, pues “no había ningún artículo de primera necesidad que no hubiera
subido”.
Pese a las protestas
empresariales, las negociaciones fueron un triunfo parcial para Don Agapito:
“se logro un convenio para que los maquiladores dieran un incremento del 15%
directo a los tabuladores y 5% como bono de productividad; sin contar con el
10% otorgado en diciembre a raíz de la firma del último pacto económico, el
incremento fue de hasta un 30%.
En el año de 1991 el
problema se repitió, el líder no aceptó un aumento salarial menor al 20%. Las
negociaciones desbordaron el límite local, trasladándose a la Junta Estatal de
Conciliación en Cd. Victoria y a las oficinas de la CTM nacional. El dirigente
del SJOIIM no cedió ante las presiones de los empresarios, quienes amenazaban
con cerrar las plantas. En lugar de someterse, el líder ordenó el estallamiento
de huelga en maquiladoras estratégicas como Kemet, Rimir, Componentes Mecánicos
y Trico, para conseguir las demandas salariales solicitadas.
Los
empresarios ante tales presiones, firmaron los nuevos contratos colectivos con
un aumento salarial de entre el 20 y 25%, sin contar el 8% concedido en
noviembre de 1990. No
obstante los empresarios continuaron su campaña contra el dirigente del SJOIIM.
Desde su punto de vista la política de Don Agapito González, más que
negociaciones, había caído en la imposición.
En
ese entonces las empresas en la país estaban revisando en promedio con un 20%
de aumento salarial, mientras que en Matamoros las pretensiones del SJOIIM eran
revisar con un 21% más el 9% otorgado en el mes de noviembre (salarios
mínimos), dando el 30%.
Pese a las protestas empresariales el SJOIIM seguía consiguiendo los mejores salarios en las maquiladoras de la zona fronteriza. En Matamoros los únicos que recibían el salario mínimo eran los trabajadores que estaban a prueba como lo mostraban los tabuladores salariales de los contratos colectivos.
Hoy el reconocimiento de
estas conquistas laborales que se traducen en prestaciones, es lo que le da más
certidumbre laboral al trabajador, ya que los sueldos son muy bajos y por ende
el poder adquisitivo se pierde.
0 comentarios:
Publicar un comentario