¿Lapsus
tontejus?
TAL parece que,
sin querer queriendo, el todavía flamante presidente de la Junta de Coordinación
Política del Congreso Local, RAMIRO RAMOS SALINAS, cometió un error político.
Resulta que el
también ex dirigente estatal del PRI fijó su postura respecto a la reforma
constitucional que ampara la reelección de alcaldes y legisladores federales.
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RAMIRO RAMOS SALINAS |
RAMOS SALINAS
califica como incorrecto qu
e los presidentes municipales busque prolongarse por
un período más, bajo el argumento que dejarían su responsabilidad en el tramo
final de su mandato para buscar el voto ciudadano.
Asegura que el
nuevo procedimiento electoral repercutiría de manera directa en el ejercicio
administrativo con todo y lo que ello representa.
En cambio, avala
la reelección de diputados y senadores toda vez que éstos no manejan recursos
públicos ni programas de obras sociales o urbanas.
Lo malo del caso,
es que RAMIRO RAMOS SALINAS no tomó en cuenta que el gobernador EGIDIO TORRE
CANTU inmediatamente se pronunció a favor de la iniciativa presidencial para
permitir la reelección en esos cargos de representación popular.
Como es natural,
en cada reforma constitucional propuesta por el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO,
los mandatarios estatales de extracción priísta se suman al cien por ciento a
la iniciativa del Jefe del Ejecutivo Federal.
Es por ello que
extraña la postura del neolaredense pastor congresal al cuestionar la
reelección de los alcaldes, pasando por alto el criterio de quien manda
políticamente en Tamaulipas.
Argumentar que
son poderes independientes y que, por ende, pueden surgir pronunciamientos
distintos, no es de convencimiento ciudadano tomando en cuenta que en el
sistema político mexicano, reconózcase o no, en la práctica, el Poder Ejecutivo
está por encima del Legislativo y el Judicial en las instancias de gobierno
federal y estatal.
Además, todo hace
indicar que RAMIRO RAMOS SALINAS no tomó en cuenta que el gobierno y
legislatura tamaulipecos deben hacer hasta lo imposible por llamar la atención
política del Jefe de la
Nación.
También, olvida o
quiere olvidar, que su partido, el Revolucionario Institucional, perdió en
Tamaulipas la elección federal en los comicios de julio pasado en donde la
mayoría de los tamaulipecos con credencial de elector sufragaron a favor de la
candidata del PAN a la presidencia de la república, JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, y
seis de los abanderados a diputados federales y los dos senadores.
En consecuencia, y
ante la necesidad de recuperar el terreno político perdido en el arranque del
actual sexenio bajo la batuta de EGIDIO TORRE CANTU, no comulgar al cien por
ciento con cualquier iniciativa emanada de PEÑA NIETO podría considerarse como
un grave error político.
La actitud de RAMIRO RAMOS SALINA, en algunos
estratos políticos, es considerada como una “laguna mental” producto de su
inexperiencia en el arte de conciliar ideas, acuerdos y puntos de vista.
Por principio de
cuentas, debió tomar en cuenta y reforzar la postura del gobernador TORRE CANTU
en el sentido de apoyar en todo la reforma política propuesta por ENRIQUE PEÑA
NIETO.
Asimismo, nunca
olvidar que en los Estados Unidos, el país más poderoso del planeta, su
presidente tiene derecho a reelegirse, y que en el período final de su mandato
de cuatro años combina la actividad gubernamental con la proselitista, sin
problema alguno.
Para bien o para
mal, lo cierto es que RAMOS SALINAS forma parte del grupo selecto de políticos
tamaulipecos del cual cree y confía el gobernador cuerudo.
Respecto al fondo
principal del tema, quiérase o no, la reforma constitucional de ENRIQUE PEÑA
NIETO echa por los suelos la No Reelección
contemplada dentro de la lucha revolucionaria mexicana.
Cierto es que los
tiempos cambian y la forma de ejercer la política también, aunque, vale la pena
preguntarse ¿pensarán lo mismo los mártires de la Revolución Mexicana ?
Y hasta la
próxima.
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