Por Mario A. Díaz
¿Sin
congruencia?
CONTRARIO a lo que
dice la publicidad gubernamental tanto federal como estatal, lo cierto es que
las carreteras tamaulipecas se han constituido en un grave riesgo para los
ciudadanos que tienen necesidad de hacer uso de ellas.
Los diferentes
grupos delictivos que operan impunemente a pesar de la presencia de soldados,
marinos y policías federales atracan a sus víctimas sin distingo alguno.
Familias enteras
han sido despojadas de sus pertenencias y unidades motrices, y abandonados a su
suerte en algún tramo carretero.
El caso más sonado
en los últimos días es el incidente que les ocurrió al delegado federal de la Secretaría de
Desarrollo Social EDGAR MELHEM SALINAS y a su chofer, a la altura del ejido San
Germán de la carretera Matamoros-Victoria.
Individuos
armados a bordo de un vehículo obligaron al empleado de MELHEM SALINAS a detenerse en la orilla de la carretera,
despojándolos de sus pertenencias y del vehículo oficial en que viajaban.
Recientemente, el
diputado local JUAN PATIÑO CRUZ también fue objeto de un atentado similar,
aunque la pericia de su chofer evitó el asalto al imprimir mayor velocidad a la
unidad motriz en que se desplazaban a la capital cueruda.
Semanas más atrás,
la senadora MAKI ORTIZ sufrió una vivencia similar, aunque, para su buena
fortuna, corrió con mayor suerte e, incluso, las autoridades federales lograron
arrestar a los responsables.
A inicios del
pasado mes de noviembre, en el tramo carretero Mante-Victoria, un funcionario
estatal fue detenido y secuestrado por delincuentes quienes exigían cuantioso
rescate por su libertad. Para su buena suerte, una oportuna e influyente
llamada fue el factor decisivo para su liberación sin pago de rescate.
Se da por
descontado que infinidad de casos han ocurrido en las últimas semanas y que no
son denunciados por las víctimas, ante la amenaza de los individuos fuera de la
ley de atentar en su contra aprovechado que se quedan con sus pertenencias y documentos
de identificación.
Respecto al asalto carretero sufrido por el delegado
federal de la SEDESOL ,
éste se dirigía de ciudad Victoria a Matamoros y Valle Hermoso para entregar
recursos económicos contemplados dentro del programa de apoyo a ciudadanos de
65 años y más, de edad.
Lo peor del caso
es que el asueto navideño apenas comienza, justo cuando los paisanos que viven
y trabajan en ciudades de los Estados Unidos se desplazan por las carreteas
tamaulipecas rumbo a sus lugares de origen para pasar con los suyos las fechas
navideñas.
Asimismo, vale la
pena recalcar que las acciones delictivas se producen aún y cuando está en
marcha el operativo de seguridad que anteriormente se denominaba “Guadalupe
Reyes”.
También, porqué
no, apenas a algunos días en que el gobernador del estado EGIDIO TORRE CANTU
aseguraba en su III Informe de Gobierno que “a Tamaulipas le ha ido bien y que
le irá mejor”. La información que circula en las redes sociales y que tuvo como
escenario principal la propia Casa de Gobierno no avala la postura del
gobernante, al menos en cuanto a seguridad pública se refiere.
Sobra decir que la
responsabilidad de la vigilancia en las carreteras mexicanas corresponde al
gobierno federal a través de la
Secretaría de Marina Armada de México, la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Policía Federal.
Lo más lamentable
es la impunidad con que operan los asaltantes en carreteras a quienes no les
importa la presencia de puntos de revisión fijos, en las áreas en donde operan.
La labor de
halconeo, conocimiento de brechas y caminos vecinales y, porque no, la probable
complicidad de soldados, marinos o policías federales son las cartas fuertes de
los asaltantes carreteros.
Cabe señalar que
los atracos no se circunscriben a los automovilistas sino que éstos también
afectan transportistas, agricultores y ganaderos que tiene necesidad de
desplazarse por la red carretera en Tamaulipas.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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