MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic. Luis Gerardo González Álvarez
Hola que tal
amables lectores, entre Villa y Zapata desarrollaron toda una gesta heroica y
patriótica en este importante capitulo de nuestra historia de México.

Para muchos
de los mexicanos contar con alguna fotografía de este personaje, es sinónimo de
representar nuestra identidad mexicana y parte de nuestra cultura; esto en
restaurantes de prestigio y en otros de no tanto, bares, cantinas y en algún
lugar favorito estos dos forman parte de una buena decoración.
En fin e aquí
algunos relatos de sus encuentros, acuerdos y desacuerdos, y del actuar de
ambos en la Revolución Mexicana.
El ejercito
libertador del sur, al mando del Gral. Emiliano Zapata, desquebrajaron al
ejército huertista por lo que Victoriano Huerta tuvo que renunciar y huir del
país el 15 de julio de 1914.
El 13 de
agosto se firmaron los tratados de Teoloyucan, mediante los cuales el ejército
federal se rindió incondicionalmente y el Presidente provisional Francisco
Carbajal renunció a su puesto.
Aguascalientes
La Cd. De
Aguascalientes en el centro geográfico de la republica, el 10 de octubre se
eligió Presidente de la Convención al Gral. Antonio I. Villarreal y se juró
respetar los acuerdos. Debido a que no había delegados del Ejercito zapatista,
se nombro una comisión para que fuera a Cuernavaca a invitarlos. Al llegar la
delegación Zapatista se declaró Soberano a la Convención de Aguascalientes y
eligieron como presidente provisional al Gral. Eulalio Gutiérrez, quien tendría
la principal encomienda de convocar a elecciones para elegir Presidente
Constitucional de la República.
Como
consecuencia de la rebeldía de los carrancistas, el presidente provisional
Eulalio Gutiérrez nombró al Gral. Francisco Villa, jefe de las operaciones y
comandante de todos los ejércitos convencionistas, que sumaban alrededor de 50
mil hombres, porque al reagruparse muchos generales “constitucionalistas”
decidieron apoyar la Soberana Convención de Aguascalientes.
Las tropas
Zapatistas entraron pacíficamente a la capital a partir del 26 de noviembre,
mientras el resto de los convencionistas llegaron los últimos días de
noviembre. Los Generales Villa y Zapata
habían tenido comunicación epistolar, y tenían mutuas simpatías, pero no se
habían conocido personalmente, por lo que se planeó una reunión de ambos en
Xochimilco, el día 4 de diciembre.
La Entrada Villa – Zapata
Villa y Zapata se encontraron en
Xochimilco, suburbio de la Cd. De México, al mediodía del 4 de diciembre y se
dieron un abrazo, con el cual simbolizaban la alianza de los revolucionarios
del norte con los del sur, porque ambos representaban genuinamente al pueblo,
como caudillo netamente popular. Mientras que Villa representaba la fuerza
física para hacer valer los postulados del Maderismo, Zapata representaba el
ideal social y el simbolismo de la revolución.
Se
trasladaron a la escuela del pueblo y fueron recibidos por los niños y niñas
con flores. Pasaron a una gran mesa donde los acompañaron varias personas,
entre otros el Gral. Eufemio Zapata, el Coronel. Palafox secretario de Emiliano
Zapata y el Gral. Roque González Garza. Zapata ofreció a villa una copa de coñac,
que fue rechazada por Villa, por ser abstemio, sin embargo recapacito y brindo
con Zapata “por el gusto de conocerlo”; el licor causó tal reacción y
carraspera a Villa, que tuvieron que traerle un vaso con agua. Los comentarios,
al principio parcos, se hicieron mas
fluidos.
De acuerdo a una versión oral del
Gral. Roque González Garza y otros personajes que estuvieron muy cerca de los
caudillos, Villa y Zapata celebraron alianza formal entre la División del Norte
y el Ejecito Libertador división militar del territorio de la Republica de la
Cd. De México hacia el Norte sería territorio controlado por Villa y sus tropas
y de la Capital hacia el Sur, incluido Puebla, sería territorio controlado por
Zapata; aceptación del Plan de Ayala excepto los ataques a Madero, en lo
referente a la repartición de tierras; Villa tendría el compromiso de procurar
material de guerra a Zapata. Además se comprometieron a apoyar la elección de
un civil identificado con la Revolución, para que ocuparan la Presidencia de la
República.
El día 6 de
diciembre los ejércitos convencionistas, que se encontraban en el valle de
México, sumaban aproximadamente 30 mil hombres, realizaron un desfile. En
Palacio Nacional desmontaron los principales jefes para pasar a presenciar el
desfile y después asistir al banquete ofrecido por el Presidente Eulalio
Gutiérrez. Cuando los Generales Villa y
Zapata entraron a los salones de la
Presidencia, Zapata le dijo a Villa que le permitiera quemar la silla
presidencial a lo que Villa pregunta extrañado que cuales eran sus motivos.
Zapata contesto: “Gral. Villa mi gente
piensa que esa silla esta embrujada por que los políticos cuando son candidatos
ofrecen muchas cosas y tan pronto se sientan en ella, se les olvida todo lo que
prometieron. Por eso le ofrecí quemarla en cuanto estuviéramos en Palacio
Nacional”. Villa para demostrar que no había tal embrujo se sentó en ella,
dándoles gusto a varios fotógrafos para que inmortalizara ese momento.
Aunque
tuvieron varias victorias a finales de 1914 y en las primeras semanas de 1915,
solo seis meses fueron suficientes para que el poderoso ejército convencionista
fuera derrotado en varios frentes, porque Villa fracciono su ejército y en
lugar de fortalecer en una o dos posiciones, se debilito peleando
simultáneamente en varios sitios. Ni siguió sus propias tácticas, que tan
buenos resultados le habían dado en la lucha contra los huertistas.
Los Zapatistas
se concentraron a realizar una guerra de guerrillas, circunscritas al estado de
Morelos y sur del Distrito Federal, que en muy poco ayudaban a la lucha que
tenían los villistas en muchos lugares del territorio nacional.
Villa y Zapata no se volvieron a ver
jamás en este mundo, la leyenda dice que ahora cabalgan juntos hasta la
eternidad. Han pasado 99 años desde aquel día histórico en que se reunieron por
primera vez. En ese mes de diciembre de 1914 Francisco Villa y Emiliano Zapata
pisaron los umbrales del triunfo total, pero no lo pudieron alcanzar plenamente
por las circunstancias, sin embargo entraron a la gloria reservada para los
seres extraordinarios de México, llamados héroes mexicanos.
Además conquistaron el amplio y
pintoresco ámbito de la Leyenda Nacional y en ella vivirán por siempre y para
siempre. ¡Viva Villa! ¡Viva Zapata!
Hasta la próxima mi
correo es archivomunicipal@gmail.com
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