H, Matamoros, Tamaulipas:

VILLA Y ZAPATA ÍCONOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

MATAMOROS DE AYER Y HOY

Lic. Luis Gerardo González Álvarez



           Hola que tal amables lectores, entre Villa y Zapata desarrollaron toda una gesta heroica y patriótica en este importante capitulo de nuestra historia de México.
Hoy a 103 años las personalidades de ambos son íconos de nuestra representatividad mexicana, que han traspasado las fronteras por sus antecedentes de ambos en el actuar de la Revolución Mexicana; Zapata con su figura erguida su gran bigote y su sombrero es el símbolo del “Charro Bravo Mexicano”.
         Para muchos de los mexicanos contar con alguna fotografía de este personaje, es sinónimo de representar nuestra identidad mexicana y parte de nuestra cultura; esto en restaurantes de prestigio y en otros de no tanto, bares, cantinas y en algún lugar favorito estos dos forman parte de una buena decoración.
Por lo que respecta a Villa otra personalidad recia como se le conocía al “Centauro del Norte”, hoy en día a el se le han atribuido algo de poderes místicos,  como el que se cuenta que teniendo una imagen de este Luchador Revolucionario, en sus domicilios o negocios este trae buena suerte, en algunos lugares me ha tocado observar altares erigidos a este personaje. 
En fin e aquí algunos relatos de sus encuentros, acuerdos y desacuerdos, y del actuar de ambos en la Revolución Mexicana.
         El ejercito libertador del sur, al mando del Gral. Emiliano Zapata, desquebrajaron al ejército huertista por lo que Victoriano Huerta tuvo que renunciar y huir del país el 15 de julio de 1914.
El 13 de agosto se firmaron los tratados de Teoloyucan, mediante los cuales el ejército federal se rindió incondicionalmente y el Presidente provisional Francisco Carbajal renunció a su puesto.
El 20 de agosto, el Primer Jefe Venustiano Carranza hizo su entrada triunfal a la ciudad de México del noreste y del noroeste, sin que se invitara ni a las tropas del Gral. Francisco Villa ni a las tropas del Gral. Emiliano Zapata. Don Venustiano Carranza asumió el poder ejecutivo, de acuerdo a lo estipulado en el Plan de Guadalupe.
Aguascalientes
        La Cd. De Aguascalientes en el centro geográfico de la republica, el 10 de octubre se eligió Presidente de la Convención al Gral. Antonio I. Villarreal y se juró respetar los acuerdos. Debido a que no había delegados del Ejercito zapatista, se nombro una comisión para que fuera a Cuernavaca a invitarlos. Al llegar la delegación Zapatista se declaró Soberano a la Convención de Aguascalientes y eligieron como presidente provisional al Gral. Eulalio Gutiérrez, quien tendría la principal encomienda de convocar a elecciones para elegir Presidente Constitucional de la República.
Como consecuencia de la rebeldía de los carrancistas, el presidente provisional Eulalio Gutiérrez nombró al Gral. Francisco Villa, jefe de las operaciones y comandante de todos los ejércitos convencionistas, que sumaban alrededor de 50 mil hombres, porque al reagruparse muchos generales “constitucionalistas” decidieron apoyar la Soberana Convención de Aguascalientes.  
        Las tropas Zapatistas entraron pacíficamente a la capital a partir del 26 de noviembre, mientras el resto de los convencionistas llegaron los últimos días de noviembre. Los Generales Villa y Zapata habían tenido comunicación epistolar, y tenían mutuas simpatías, pero no se habían conocido personalmente, por lo que se planeó una reunión de ambos en Xochimilco, el día 4 de diciembre.


 

La Entrada Villa – Zapata
Villa y Zapata se encontraron en Xochimilco, suburbio de la Cd. De México, al mediodía del 4 de diciembre y se dieron un abrazo, con el cual simbolizaban la alianza de los revolucionarios del norte con los del sur, porque ambos representaban genuinamente al pueblo, como caudillo netamente popular. Mientras que Villa representaba la fuerza física para hacer valer los postulados del Maderismo, Zapata representaba el ideal social y el simbolismo de la revolución.
Se trasladaron a la escuela del pueblo y fueron recibidos por los niños y niñas con flores. Pasaron a una gran mesa donde los acompañaron varias personas, entre otros el Gral. Eufemio Zapata, el Coronel. Palafox secretario de Emiliano Zapata y el Gral. Roque González Garza. Zapata ofreció a villa una copa de coñac, que fue rechazada por Villa, por ser abstemio, sin embargo recapacito y brindo con Zapata “por el gusto de conocerlo”; el licor causó tal reacción y carraspera a Villa, que tuvieron que traerle un vaso con agua. Los comentarios, al principio parcos, se hicieron mas  fluidos.
De acuerdo a una versión oral del Gral. Roque González Garza y otros personajes que estuvieron muy cerca de los caudillos, Villa y Zapata celebraron alianza formal entre la División del Norte y el Ejecito Libertador división militar del territorio de la Republica de la Cd. De México hacia el Norte sería territorio controlado por Villa y sus tropas y de la Capital hacia el Sur, incluido Puebla, sería territorio controlado por Zapata; aceptación del Plan de Ayala excepto los ataques a Madero, en lo referente a la repartición de tierras; Villa tendría el compromiso de procurar material de guerra a Zapata. Además se comprometieron a apoyar la elección de un civil identificado con la Revolución, para que ocuparan la Presidencia de la República.
El día 6 de diciembre los ejércitos convencionistas, que se encontraban en el valle de México, sumaban aproximadamente 30 mil hombres, realizaron un desfile. En Palacio Nacional desmontaron los principales jefes para pasar a presenciar el desfile y después asistir al banquete ofrecido por el Presidente Eulalio Gutiérrez. Cuando los Generales Villa y Zapata  entraron a los salones de la Presidencia, Zapata le dijo a Villa que le permitiera quemar la silla presidencial a lo que Villa pregunta extrañado que cuales eran sus motivos.
Zapata contesto: “Gral. Villa mi gente piensa que esa silla esta embrujada por que los políticos cuando son candidatos ofrecen muchas cosas y tan pronto se sientan en ella, se les olvida todo lo que prometieron. Por eso le ofrecí quemarla en cuanto estuviéramos en Palacio Nacional”. Villa para demostrar que no había tal embrujo se sentó en ella, dándoles gusto a varios fotógrafos para que inmortalizara ese momento.
Aunque tuvieron varias victorias a finales de 1914 y en las primeras semanas de 1915, solo seis meses fueron suficientes para que el poderoso ejército convencionista fuera derrotado en varios frentes, porque Villa fracciono su ejército y en lugar de fortalecer en una o dos posiciones, se debilito peleando simultáneamente en varios sitios. Ni siguió sus propias tácticas, que tan buenos resultados le habían dado en la lucha contra los huertistas.
Los Zapatistas se concentraron a realizar una guerra de guerrillas, circunscritas al estado de Morelos y sur del Distrito Federal, que en muy poco ayudaban a la lucha que tenían los villistas en muchos lugares del territorio nacional.
Villa y Zapata no se volvieron a ver jamás en este mundo, la leyenda dice que ahora cabalgan juntos hasta la eternidad. Han pasado 99 años desde aquel día histórico en que se reunieron por primera vez. En ese mes de diciembre de 1914 Francisco Villa y Emiliano Zapata pisaron los umbrales del triunfo total, pero no lo pudieron alcanzar plenamente por las circunstancias, sin embargo entraron a la gloria reservada para los seres extraordinarios de México, llamados héroes mexicanos.
Además conquistaron el amplio y pintoresco ámbito de la Leyenda Nacional y en ella vivirán por siempre y para siempre.  ¡Viva Villa! ¡Viva Zapata!
Hasta la próxima mi correo es archivomunicipal@gmail.com
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Editores periodico frontera

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