Por Mario A. Díaz
¿Se hacen patos?
COMO
era de esperarse, la situación hizo crisis y estalló la inconformidad de los
usuarios que utilizan los servicios de comunicación de la empresa Nextel.
Cobros indebidos, pésimo servicio, falsas promesas de mejor tecnología,
impedimento para suspender contratos, etc. etc., son los justos reclamos de los
ciudadanos que se han visto afectados tanto en lo económico como en la
necesaria radio-comunicación.
El
cambio de tecnología denominada “Evolution” por parte de la empresa prestadora
del servicio y la publicidad engañosa para inducir el cambio a usuarios con el
sistema anterior provocaron la inconformidad del pasado jueves en las oficinas
ubicadas sobre la avenida Álvaro Obregón.
Tanto
Nextel de México, como la
Secretaría de Comunicaciones y Transporte y la Procuraduría Federal
Como en todo conflicto similar, cada uno de los implicados tiene su
propia óptica del problema y argumentos de defensa.
La
empresa, por ejemplo, asegura que el servicio y tecnología beneficiarán a los
usuarios.
El usuario, el más afectado de la cadena,
exige-sin éxito, por cierto- la devolución de su dinero por servicio no
prestado, la cancelación del contrato con “Evolution” o el regreso al anterior
sistema.
Lo
interesante del asunto es que tal parece que Nextel y las instancias
gubernamentales están coludidos y se tapan con la misma cobija, aunque, eso sí,
con sustento en triquiñuelas jurídicas y mercantiles.
Resulta
infantil y un insulto a la inteligencia de los usuarios de esa red de
comunicación que la explicación de la empresa gire en torno a que, en
aproximadamente tres meses, la situación volverá a la normalidad.
Lo
malo es que la Secretaría
de Comunicaciones y Transporte a través de la Comisión Federal
Es
decir, se permite la oferta de un producto anunciado como lo máximo en la nueva
tecnología sin precisar que éste funcionará en un período de prueba de, al
menos, tres meses.
Tanto la Secretaría
de Comunicaciones como la Procuraduría
Federal
No
es del todo convincente la postura de la Profeco estatal al insistir que esa instancia
sólo intervendrá en los casos de cobro por un servicio no prestado. No toma en
cuenta y pasa por alto la publicidad engañosa induciendo a adquirir un producto
que todavía no está en condiciones de salir al mercado.
En
todo caso, ambas instancias de gobierno debieron haber exigido las pruebas
tecnológicas y de mercadotecnia necesarias a Nextel de México, antes de iniciar
la migración de sus usuarios a lo que anunciaron como lo más novedoso en
materia de telefonía y radiocomunicación.
Lo
que tampoco se ha dicho es que los usuarios de “Evolution” en México no podrán
hacer uso de ese servicio en municipios de la república mexicana en donde se
carezca de esa tecnología. Actualmente, “Evolution” sólo funciona en el
Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y la frontera norte.
También, se guardan que el servicio gratuito de Internet genera alto
cobro por una empresa extranjera asociada con la mexicana.
Lo
aberrante es que, sin que el usuario cruce la línea divisoria entre México y
Estados Unidos, la señal estadounidense es captada por el receptor con
impactante reflejo en el recibo de cobro.
¿Cómo la ve?
Y
hasta la próxima.
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en su primera edición de noticias.
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