Por:Lidia Rita Bonilla Delgado
En
Altamira el gobierno municipal no tiene políticas públicas implementadas
URBE
INDUSTRIAL.- Con una botella de agua, un trapo al hombro y un escurridor para
limpiar los vidrios Cintia sortea peligrosamente los carros, tráileres y
autobuses entre alto y alto que hace el semáforo que hay en el crucero conocido
como “el 20”, sobre la avenida de la Industria, ofreciendo limpiar el
parabrisas de los carros a cambio de una propina, mientras esperan a que el
semáforo se ponga en verde para continuar con su camino.
Su
hermano Omar hace lo mismo del otro lado de la arteria, hay otros jóvenes
ofreciendo mercancías varias; de cuando en cuando se refrescan un poco en la
tienda de conveniencia que se encuentra en el lugar, a veces se detienen un
poco para protegerse del sol, bajo el puente peatonal que poco es usado ya que
la gente prefiere sortear los carros y el peligro que subir por la estructura.
Uriel
Omar y Cintia Gabriela Álvarez Castillo, tienen 13 y 14 años respectivamente,
desde hace dos limpian vidrios de vehículos diariamente desde las 10 de la
mañana hasta las 6 de la tarde, han dejado la escuela.
Largas
son las jornadas bajo los inclementes rayos del sol, exponiendo su vida al sortear
las pesadas unidades, tráileres, autobuses, camiones de carga; así como automóviles
Uriel
platica confiado que llego solamente a
cuarto año de primaria y que le gustaría seguir estudiando pero no alcanza para
pagar la escuela, viven con su padre que es albañil en la calle Durango 111; su
hermana llegó a primero de primaria pero renuente a platicar, solo dice que no
quiere estar en la escuela y se aleja para seguir limpiando parabrisas.
En esta fecha, 12 de junio se celebra “El Día
Mundial contra el Trabajo Infantil”, sin embargo en el municipio de Altamira,
es una fecha más como otras de importancia que pasa desapercibida amparada bajo
el argumento de que hay veda electoral.
Antecedente
La Organización Internacional de Trabajo instituye
el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, a conmemorarse cada doce de junio
desde el año 2002, en base a lo tratado en la Conferencia de Ámsterdam sobre la
lucha contra las formas más intolerables del trabajo infantil y la Conferencia
Internacional de Oslo sobre el trabajo infantil, ambas de 1997.
El objetivo que establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es
hacer un llamado sobre el derecho que tienen todas las niñas y todos los
niños a ser protegidos contra el trabajo infantil así como de las violaciones
a sus derechos humanos fundamentales, buscando la eliminación de las peores
formas de este fenómeno para el año 2016.
Y es que de acuerdo a la información del Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de un estudio del programa Understanding
Children's Work (UCW), se estima que 215
millones de menores alrededor del mundo
son víctimas del trabajo infantil y de estos, 115 millones laboran en
condiciones que ponen en riesgo su integridad física.
En México los datos muestran que en el 2011 había un promedio de tres millones de menores de entre 5 y 17 años laborando, lo que equivale a una
tasa de ocupación de 10.5 por cada 100 niños, de los cuales dos tercios no
reciben paga; pese a que la ley en la materia lo prohíbe, persisten la informalidad
y las jornadas largas.
Mientras tanto en Tamaulipas, según el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado hay más de 89 mil
menores que trabajan; ubicando con ello a la entidad en la posición 16, de las
32 entidades del país con este problema.
Cabe destacar que de este universo de niños, niñas
y adolescentes desempeñando actividades económicas el 45.6 por ciento no recibe pago o éste se da en especie; de los que perciben
ingresos, 53.4 recibe hasta un salario mínimo y 46.6 por ciento recibe más de
un salario mínimo.
Según la Organización Internacional de Trabajo, el
trabajo infantil daña la salud de los niños, pone en peligro su educación y
conduce a una mayor explotación y abusos, por lo que exhorta a los países entre
ellos México a la firma del convenio 138
que se refiere a la edad mínima de
admisión al empleo y a establecer políticas para que los adolescentes que
trabajen no vean afectado su derecho a la educación .
En cuanto al marco normativo en México, la Ley
Federal del Trabajo establece una prohibición en la utilización del trabajo de
los menores de catorce años y los mayores de esta edad y menores de dieciséis
que no hayan terminado su educación obligatoria, necesitando la autorización de
sus padres o tutores.
En los artículos 173 al 180 de la LFT establece que los mayores de catorce años
y menores de dieciséis deben tener una jornada de trabajo que no podrá exceder
las seis horas diarias. Además, queda prohibido su trabajo en horas
extraordinarias y en los días domingos y de descanso obligatorio; deben
disfrutar de un período anual de vacaciones pagadas de dieciocho días
laborables por lo menos y distribuir el trabajo a fin de que dispongan del
tiempo necesario para cumplir sus programas escolares.
Cabe
destacar en este sentido que recientemente la subsecretaria del Trabajo
Federal, anuncio la pretensión de modificar el artículo 123 constitucional para
establecer la edad mínima de 15 años para acceso al empleo.
En Altamira no se tiene datos precisos sobre los
menores que trabajan, que han dejado la escuela para sumarse a las actividades
productivas como es el caso de Omar y Cintia; sin embargo la pobreza, la migración y el desempleo son
una contante cotidiana que afecta a
cientos de niñas y niños no solo del área rural, sino que igual afecta a la
infancia del sector urbano, en donde poco o nada se hace para resolver la
problemática ya que los programas de apoyo son utilizados de manera clientelar
por las autoridades que son de alguna manera los vínculos de los organismos
políticos que pugnan por la supremacía
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