H, Matamoros, Tamaulipas:

PALACIO


Por Mario A. Díaz



      SALVO el buen deseo del Secretario de Gobernación MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, realmente no se ve cómo le hará el gobierno del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO para devolver la tranquilidad a Tamaulipas.
   Con todo y que el encargado de la política interior en el país aseguró en el puerto de Tampico que el gobierno federal tiene estrategia y sabe a dónde quiere llegar para devolver la paz y tranquilidad al estado, la realidad es que la aseveración suena hueco a juzgar por la escalada de violencia que se registra no solo en Tamaulipas sino en las entidades del noreste mexicano.
    OSORIO CHONG, durante la Reunión Nacional de Seguridad en la Zona Noreste de las República Mexicana, dijo, además, que el gobernador EGIDIO TORRE CANTU tiene y tendrá todo el respaldo para regresar la paz a la entidad. Lo que no dijo o no quiso decir es en qué consiste concretamente el citado espaldarazo.
     Es más que evidente que ni la construcción de tres nuevos cuarteles militares ni el incremento de soldados, marinos y policías federales tan siquiera han inhibido a los grupos del crimen organizado que se disputan el territorio tamaulipeco.
    Tan simple como que la propia capital cueruda, centro político de la entidad, es terreno en donde se registran muy a menudo cruentas batallas, de acuerdo a lo que consignan las redes sociales y uno que otro espacio informativo.
    En el entendido de que la misma situación de violencia extrema está presente en la mayor parte de la superficie azteca, incluso, con mayor presencia cada día en el estado de México y el propio Distrito Federal.
    A poco más de cinco meses de su mandato constitucional, el Jefe del Ejecutivo Federal no ha logrado frenar el “México rojo” heredado por los sexenios panistas.
    Por el contrario, tal parece que los grupos delincuenciales se han fortalecido al grado de enfrentar a los distintos niveles de gobierno, como ocurre hoy en día en el estado de Michoacán en donde el grupo con mayor poder se da el lujo de paralizar la actividad económica en varios municipios.
    A diferencia del gobierno del ex presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA, el actual mandatario nacional ENRIQUE PEÑA NIETO ha eliminado de su agenda y discursos temas que tengan que ver con el narcotráfico y la delincuencia organizada.
    Si bien es cierto que la estrategia le genera resultados positivos en cuanto a imagen y gobernabilidad al concentrar su atención en otros asuntos de interés general, también es una verdad de a kilo que es urgente terminar con el clima de violencia, zozobra e incertidumbre que atañe a los mexicanos.
     De nada sirve atraer capitales, construir nuevas carreteras, hospitales o mando único policial, si los inversionistas huyen de la violencia, los asaltos se multiplican en las vías de comunicación, los médicos son secuestrados para atender delincuentes heridos, o bien, las nuevas dependencias policiales son sometidas por los distintos cárteles de las drogas por medio del temor o la corrupción.
    Cierto, muy cierto, tampoco hay que caer en el pesimismo o no conceder el conceder el beneficio de la duda. Sin embargo, a 160 días del regreso del PRI a Los Pinos el principal problema que enfrenta la nación sigue igual que desde hace poco más de 12 años.
    Es por ello que la visita del Secretario de Gobernación y la plana mayor del Consejo Nacional de Seguridad en el puerto de Tampico, en poco o nada alienta la tranquilidad de los tamaulipecos.
   Verborrea, retórica o demagogia es lo que los ciudadanos cuerudos interpretan como resultado final de la Cuarta Reunión Nacional de Seguridad en la Zona Noreste del país.
   Lo único cierto es que el erario tamaulipeco se ha visto menguado ante el exorbitante presupuesto que se destina para la manutención y hospedaje de los miles de elementos de las fuerzas federales acantonadas en la esquina noreste mexicana.
    No se requiere tener más de un par de dedos de frente para afirmar categóricamente que soldados, marinos y polifederales no han podido con el paquete.
   Ni hablar.
   Y hasta la próxima.
Compartir en Google Plus

Editores periodico frontera

0 comentarios: