Lic. Luis Gerardo González Álvarez
MATAMOROS DE AYER Y HOY
Hola que tal amables lectores durante
estas ultimas semanas del mes de marzo, se han dado a conocer dos noticias que
si bien una puede ser producto de la casualidad o del éxito empresarial, que ha
desarrollado el exitoso empresario y que por suerte de nuestra ciudad.
Me refiero a Don Emigdio Manuel García
Flores, que con un tanto de sorpresa se anuncio la venta al consulado
norteamericano en esta ciudad, del prestigiado Hotel Residencial este que por
muchos años ha identificado a la Avenida Álvaro Obregón.
Y la otra noticia que también ha impactado es el cierre de la bonetería
“Aboites”, que por más de 60 años fue el negocio representativo en el ramo de
la bonetería, esta tienda la recuerdo yó cuando era eso una simple tienda de
artículos para la venta de uniformes escolares, artículos de mercería, y el
auge económico la desarrolló y era prácticamente la única tienda con ese giro
en Matamoros, por lo que en los años 70s creció considerablemente este
establecimiento al grado de llegar a tener dos plantas en un edificio de gran
tamaño.
Ya en años recientes en su segunda planta
ofrecían todo un departamento de ropa para niños, damas y caballeros etc. etc.;
los propietarios han manifestado que cierran el negocio debido a la crisis
económica por la que se atraviesa, y han decidido liquidar al poco personal con
que contaban últimamente, lamentablemente el cierre de este establecimiento
comercial se une a otros más en toda esta zona aledaña al Mercado Juárez.
A los
que también se han agregado algunos otros establecimientos comerciales que han
corrido con la misma suerte, y que ya
nada más nos quedan los recuerdos y la nostalgia de lo que fué el éxito
comercial de toda esta zona de hace muchos años en el Mercado Juárez.
Nombre al que también se le daba al
Mercado Juárez, intentaremos recordar de todo lo que era su entorno, de todos
estos lugares que formaban parte del mar de interesantes costumbres,
sociología, historia, arquitectura, y hechos históricos punibles que ahí se
dieron.
Siguiendo el curso de las manecillas del reloj, a partir de la calle
Abasolo, con la nueve por el entorno de la acera de enfrente estaba en la
esquina “La Botica Nueva”, se cuenta que el atractivo era observar los peses de
colores en una pecera, al otro lado del espacio para la atención al cliente,
había otra columna que tenia un objeto parecido al anterior pero este tenia en
su interior un feto, que movía la curiosidad y la atención de los clientes, a
mediación de la cuadra una cantina “El Rió Grande”, y hasta cruzar la boca
calle “La Casa Lozano”, y entre la diez y la once “La Terraza del Cine
Tropical”. Por la diez entre la Abasolo y Matamoros, el centro nocturno y
terraza de baile “Oasis”, y en el ángulo de la Matamoros la cantina “Las Dos
Naciones”. Por la calle Matamoros el
café y restaurant “Aldrete”, propiedad del Sr. Ramiro Aldrete.
A la derecha, camino al oriente se encontraba “La Panificadora
Matamoros”, se cuenta que esta panadería fue la primera en mecanizar la elaboración
del pan; “La Sastrería Morales”, que pertenecía a un sastre con ese apellido y
en el vértice la licorería “Las Dos
Américas”, cuyo dueño era el Sr. Manuel Zubizar.
Siguiendo por esta banqueta, fuera del entorno del parían rumbo al Norte,
seguía la sombrerería “Miller”, cuya actividad consistía en el lavado y
planchado de sombreros de fieltro, enseguida “La Lonchería García”, del Sr.
Arnulfo García García. A media cuadra el restaurante “Nuevo León” y al lado “La
Sastrería Rivera”; llegando a la confluencia de la nueve y Bravo por la será
oriente se cuenta que existía una cantina que no era tan grande como las
anteriores pero que jamás estaba vacía de parroquianos por las tardes, la razón
se corrían jugadas de naipes y apuestas, que con frecuencia eran altas, se
tenia preferencia por las cartas de la marca “El Gallito”.
Asía el Sur con rumbo al mercado a
media cuadra la cantina “El Submarino” y en la esquina “La Cantina y Hotel
California”; cruzando la calle “Las Dos Republicas”, del Sr. Juan Melguizo, que
siendo una cantina restaurante se
consideraba la más elegante que las demás, se modificó en los cincuentas y
después a como está hoy, a ella asistían cantantes y artistas que venían a
alguna presentación como el Crooner de Monterrey Fernando Fernández y su esposa
Lupita Palomera, que eran cantes y artistas muy famosos en aquellos años.
A mediación de la cuadra “La Casa Del Café”, abarrotes que eran propiedad
del Sr. Avendaño se dice que en aquellos años las cantinas estaban muy
aclientadas en temporadas de cosecha, la algarabía, los gritos, las voces
fuertes de euforia, que salían de algún ronco pecho producto del alcohol, se
cuenta que había un establecimiento que se llamaba “El Túnel” propiedad de un
Sr. Que le decían “Mencho Chavarría”, y que una vez a la entrada de este
establecimiento matara a un policía que le decían el “Encuerado”.
De aquellas entradas la de mayor afluencia de ingreso era la de la Nueve
y Abasolo, en razón de que a mediación de cuadra de la primera calle
mencionada, estaba la terminal de autobuses “Circulo Rojo”, que viajaban de ida
y vuelta al lado americano, se cuenta que la primera modificación morfológica
que se le efectuó al Mercado Juárez, fue entre los años 50 y 51 siendo
Presiente Municipal Don Ernesto Elizondo
(1949-1951), pues se comenta que este Señor siendo uno más de los comerciantes
del lugar tenia mucho interés en mejorar la apariencia y la funcionalidad del
mercado.
La madrugada del 24 de diciembre de 1968 la población de Matamoros
despertó por el ulular de sirenas de carros de bomberos tanto procedentes del
cuartel, como los que venían, del norte, de las ciudades de Brownsville, Harlingen y San Benito. Solo escombros quedaron del terrible incendio que se
registro en el Mercado Juárez, este es reconstruido por la Junta Federal de
Mejoras Materiales (JFMM), con una inversión de cinco millones de pesos, siendo
inaugurado nuevamente el 24 de diciembre de 1970, por el entonces Presidente de
la Republica Lic. Gustavo Díaz Ordaz, y siendo Presidente Municipal el Ing.
Oscar Guerra Elizondo (1969-1971).
Hoy el Mercado Juárez sigue de pie
los locatarios y trabajadores están luchando, para hacer de esté lugar lo que
antes fué, como si se resistiera a morir y a diario hacen su mejor esfuerzo,
por que perdure el Mercado Juárez este que tiene mucha historia en nuestra
ciudad.
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