H, Matamoros, Tamaulipas:

El buen fin… del campo.


CÚPULA.
Por:javier rodriguez alcala

El llamado “buen fin” se ha convertido en una esperanza para los consumidores, pues buscarán en este programa la oportunidad de adquirir a mejores precios los artículos o enseres que en este momento necesitan, o bien para los festejos navideños.
El tema es éste en las calles de nuestra ciudad, pero la verdad es que no para todos es la esperanza, por ejemplo, un agricultor originario de Oyama, del municipio de Hidalgo, compartía sus pesares con un amigo, mientras degustaba unos tacos de la calle Hidalgo.
El hombre del campo refería que el buen fin estaba llegando al campo, pero no porque ofertara semilla, fertilizante u otro complemento para la siembra, sino porque las condiciones climáticas y los pocos, por no decir nulos apoyos que reciben de las autoridades correspondientes, están acabando con esta actividad.
En su caso, señalaba, que sembró 103 hectáreas, adquirió a crédito 50 bolsas de semilla, que en dinero asciende a poco menos de 65 mil pesos, y resulta que la naturaleza no les favoreció con la lluvia, y obviamente no cosechó nada.
Decía que la situación es tan crítica en el campo, que hasta la ganadería están en riesgo, y sustentaba su percepción en el hecho de que en antaño, la falta de lluvia, e incluso de agua en los contenedores naturales no era tan severa, y aunque padecían un poco de falta de alimento, se preparaban para enfrentar la situación.
En su caso, por ejemplo, almacenaba al menos cinco mil pacas, las cuales sacaba de su misma parcela, pero ahora, no logró hacer ni una sola paca dada la altura o tamaño que alcanzó la planta.
En conclusión, en este ciclo agrícola no obtuvo ganancia alguna, sino por el contrario adeuda los 65 mil pesos de la semilla, los cuales tendrá que pagar, porque la comercializadora no sabe de temporadas malas, o apoyos insuficientes o a destiempo .
Con la sencillez que caracteriza a los amigos del campo, dijo a quien le platicaba, fui  al gobierno para ver que ayuda nos van a dar, pero ya no son los tiempos de antes, dijeron que si acaso nos ayudaban era con diez hectáreas.
La respuesta de su amigo fue: Eso le dijeron los del gobierno federal. No, ojala  hubieran sido ellos, pues serían apoyos seguros, nombre fue aquí, el señor ese de Desarrollo Agropecuario que no sabe nada del campo. Fue su respuesta.
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Editores periodico frontera

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