Matamoros Tamps 14-10-2012
Por: Mario Diaz
PALACIO
A MEDIDA que es más notoria la mala
relación entre el alcalde ALFONSO SANCHEZ GARZA y el diputado local CARLOS
VALENZUELA VALADEZ, las especulaciones en torno al caso no se han dejado
esperar.
La más recurrente es que el también
empresario restaurantero no atiende las indicaciones políticas del primer
priísta en la tierra de Rigo Tovar.
Otra más tendría que ver con el carácter
explosivo y toma de decisiones a la ligera de quien pretende la silla más
importante del palacio municipal.
El asunto ha provocado que ese
distanciamiento se refleje en actos oficiales y partidistas, donde ambos
personajes no han coincidido.
De lo que no queda ninguna duda es que el “gallo”
del Jefe de la Comuna
para su propia sucesión, no es quien tuvo problemas con despensas alimenticias
enviadas por el gobierno federal.
También, es innegable que El Bigos trata a
toda costa de lograr la candidatura a la alcaldía en la competencia interna que
se registra actualmente en el Partido Revolucionario Institucional.
A pesar de que las encuestas lo colocan en
el último lugar del hándicap tricolor a ese cargo de elección popular, la
obsesión de CARLOS VALENZUELA VALADEZ no le hace ver la realidad.
Incluso, a quien trata de descarrilar
electoralmente es a su compañero de legislatura local, DANIEL SAMPAYO SANCHEZ,
serio aspirante a obtener la estafeta de su partido.
La medición de fuerzas el pasado fin de
semana, reveló quién tiene mayor simpatía ciudadana.
Mientras VALENZUELA VALADEZ reunió a sus
simpatizantes en la palapa de su propiedad que se ubica en el fraccionamiento
Arboledas, SAMPAYO SANCHEZ hizo lo propio en el área de estacionamiento de las
oficinas del empresario RAMIRO GONZALEZ GARZA.
Ambos eventos se llevaron a cabo en sendas
tardeadas, con el ingrediente de que CARLOS no logró opacar a su rival
político, en cuanto a número de simpatizantes se refiere.
El presidente de la Comisión de Deportes del
Congreso del Estado se dejó apapachar durante el festejo multitudinario con
motivo de su cumpleaños que prácticamente se convirtió en su auto destape.
Desafortunadamente para el ingeniero
agrónomo de profesión y empresario gastronómico, el fantasma de las despensas continúa
siendo un pesado lastre para aterrizar su proyecto político.
Es por ello que no faltan aquellos que
imaginan que en realidad VALENZUELA VALADEZ lo que pretende es hacer ruido para
negociar alguna canonjía o beneficio, a cambio de declinar su aspiración a
favor del candidato que tenga la preferencia y apoyo del primer priísta de la
entidad.
El Bigos pasa por alto que si bien en el
pasado sexenio aprovechó a la perfección los buenos oficios de un familiar
cercano al gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES para logra la candidatura a la
diputación, la situación no es la misma en el gobierno del ingeniero EGIDIO
TORRE CANTU.
Su paso sin pena ni gloria en el
parlamento tamaulipeco es poco lo que abona a su pretensión por ser el primer
edil del próximo ayuntamiento matamorense.
Eso de la lucha interna de los aspirantes
priístas por competir por las alcaldías y diputaciones locales trae a colación
la incongruencia de éstos y el alto mando tricolor estatal.
Por un lado, el dirigente estatal del PRI,
RAMIRO RAMOS SALINAS, pide a los acelerados respetar los tiempos electorales y
no comer ansias y, por el otro, quienes aspiran a los cargos de elección
popular que estarán en juego en 2,013 hacen caso omiso a la instrucción de su
líder.
Por cierto, mal se ve RAMOS SALINAS al
solicitar auditorías a los delegados federales en Tamaulipas que están a punto
de causar baja una vez que inicie el nuevo sexenio.
Mal, no porque los futuros desempleados no
merezcan el escrutinio fiscalizador, sino porque lo misma vara debería emplear
con alcaldes y funcionarios estatales que se excedieron a la hora de hincar el
diente a los erarios, apenas en el pasado régimen gubernamental estatal.
Pero, claro, tratándose de politiquería
barata todo es válido para llevar agua a su molino.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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