H, Matamoros, Tamaulipas:

Tangente


Primero la política, después la labor social
Por Oscar Diaz Salazar 
A pocos días de iniciarse el proceso electoral local, de iniciar el año que, desde la perspectiva política, tendrá su momento estelar en la jornada electoral en la que habrán de definirse a los nuevos representantes del Congreso del estado y los integrantes de los 43 ayuntamientos de Tamaulipas, las oficinas gubernamentales y sus apéndices ya empezaron a ensayar sus estrategias para intentar incidir en el resultado electoral. 
Destaca en esta semana el relanzamiento en medios del programa de reparto de desayunos escolares del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, institución conocido por sus siglas como DIF Tamaulipas. 
“Primero desayuno” es el nada original y muy poco sutil nombre de este esfuerzo que se realiza con dinero publico para dotar a los escolapios de varias instituciones educativas de un alimento caliente al inicio de la jornada escolar. 
La nomenclatura “Primero desayuno” es una calca sin adecuaciones de las campañas que realiza el Partido Revolucionario Institucional para “posicionar” su marca en la mente de los ciudadanos. 
“Primero México”, “Primero la salud”, “Primero el campo”, “Primero Tamaulipas” fueron algunas de las frases que se emplearon en esta campaña, en la que se utilizaba como elemento fijo la palabra que se reserva para lo mejor, para el lugar de privilegio, para la vanguardia; una palabra que tiene como silaba inicial y dominante, con acento prosódico, las siglas del partido en el poder. 
“Primero desayuno” va tomar un segundo aire en este año en el que se requiere generar empatía con los electores. Los desayunos y la propaganda de este programa, del que reconozco su pertinencia y sus beneficios, van a emplearse como un medio para conseguir adeptos entre las familias de esos niños que al menos por esta temporada van a poder nutrirse adecuadamente. 

Lo que me parece reprobable, y de muy fácil corrección si no tuviera trasfondo político electoral, es el nombrecito con el que han bautizado al programa y con el que va a colaborar el DIF en la campaña del PRI. 
A algunos les parecerá una necedad de mi parte que me ocupe de  ese minúsculo detalle en una acción de lo mas noble y justiciera como es la dotación de alimentos a los niños de familias pobres de Tamaulipas. 
Pero estoy seguro que esos mismos que me critican, me concederían la razón si el programa hubiera sido del DIF nacional y su nomenclatura fuera la de “PAN para todos”, “El mejor comienzo es con PAN”, “PAN para iniciar tu día” o algo así por el estilo. 
A los perredístas también se les podría dar gusto bautizando la entrega de desayunos con alguna frase “pegadora” del tipo: “Ya salio el sol, es hora de alimentarte”. 
Entre los actores políticos de todos los colores, sabores, y tendencias ideológicas, hay un acuerdo no escrito para no “criticar” a las primeras damas. Ese acuerdo era valido cuando las señoras se ocupaban de tareas asistenciales y con el carácter de voluntarias. Opino que ya va siendo hora de revisar con mucho detalle a las instituciones como el DIF que hoy en día ejercen millonarios presupuestos y en donde se pagan muy buenos salarios y disfrutan de excelentes prestaciones.   
En ese sentido es que hago la critica a un programa que tiene un nombre inapropiado… lo correcto es que lo cambien.


Reynosa, Tamaulipas a 4 de septiembre de 2012
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Editores periodico frontera

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