H, Matamoros, Tamaulipas:

¿Comparaciones odiosas?


   PALACIO 
por Mario Diaz
 SIN lograr convencer a propios y extraños, el flamante presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, RAMIRO RAMOS SALINAS, continúa con su recorrido de presentación en los principales municipios tamaulipecos.
     Durante su paso por la petrolera ciudad Reynosa, el dirigente partidista dejó entrever escaso conocimiento político y no estuvo a la altura durante su comparecencia con los representantes de los diferentes medios de comunicación.
RAMIRO RAMOS SALINAS
     RAMOS SALINAS, más por compromiso que por convicción, trata de minimizar la debacle tricolor en el pasado proceso electoral federal bajo el trillado argumento del manejo de la numeralia.
    Perdimos pero ganamos es la esencia del mensaje del representante de los priístas cuerudos al momento de responder a interrogantes relativas al nuevo color político en la entidad.
    Por supuesto que el sucesor de LUCINO CERVANTES DURAN tiene la obligación de utilizar ese lenguaje para no maximizar el resultado electoral panista que dejó como saldo la pérdida de las dos senadurías y seis de las ocho diputaciones federales que estuvieron en disputa en julio pasado.
     Sin embargo, para mala fortuna de su joven liderazgo, los argumentos que trae en su morral-coloquialmente hablando-de plano no convencen a los profesionales de la información ni a los propios militantes de ese instituto político.
     A juzgar por la tendencia de distintas opiniones informativas y partidistas, la gira de trabajo de RAMIRO RAMOS SALINAS por Reynosa no arrojó los resultados que se esperaban.
     Lo peor del caso es que en esa misma tesitura se desarrolló su presentación como nuevo dirigente tricolor en este puerto fronterizo, el pasado jueves.
    Reunido con los sectores locales del PRI en las instalaciones del Treceavo Comité Regional Campesino, se dirigió a los presentes con la misma alocución triunfalista en las elecciones locales que se avecinan para la renovación de alcaldías y diputaciones.
    De nueva cuenta, el hecho de no asumir con objetividad la derrota en las pasadas elecciones federales y augurar carro completo en el proceso eleccionario de 2,013 coloca en el buró de los demagogos a RAMOS SALINAS.
   Por cierto, al ser cuestionado acerca del porqué en el comité municipal del PRI el puerto de Tampico se quitó la fotografía de la galería de ex dirigentes a la alcaldesa MAGDALENA PERAZA GUERRA, intentó salirse por la tangente con el pobre argumento de que las representaciones locales toman sus propias decisiones.
    En otra embestida, hubo de bajar la guardia al no saber qué responder cuando se le preguntó el porqué en la dirigencia estatal tricolor no se adoptaba la misma postura con el ex titular tricolor y ex gobernador TOMAS YARRINGTON RUVALCABA.
    Ambos dardos tenían su trayectoria bastante bien dirigida. El primero, toda vez que PERAZA GUERRA enfrenta la crítica de su ex partido luego de que decidió cambiar de camiseta cuando su instituto no la postuló como candidata a la presidencia municipal del puerto jaibo. El segundo, porque el ex mandatario estatal, de acuerdo a indagatorias de la Procuraduría General de la República, es presunto responsable de delitos del orden federal.
     Por cierto, y sin pasar por alto que las comparaciones son simple y sencillamente odiosas, vale la pena analizar el paso por la dirigencia priísta tamaulipeca de los tres últimos presidentes del Comité Directivo Estatal.
    RICARDO GAMUNDI ROSAS, si bien llevó al tricolor por la senda del triunfo durante el sexenio de EUGENIO HERNANDEZ FLORES, gran parte del éxito obtenido tuvo que ver en la abultada cartera económica que manejó durante los procesos electorales.
   LUCINO CERVANTES DURAN, quien lleva la responsabilidad partidista de la  peor derrota electoral del PRI en Tamaulipas, desde el inicio de su liderazgo siempre acusó un  burocratismo que no le permitió avanzar más allá de la institucionalidad que lo coloca, eso sí, como un conocedor Secretario Técnico.
    RAMIRO RAMOS SALINAS, con poca experiencia en el liderazgo de partido, no ha logrado entusiasmar a la militancia y, por el contrario, genera desconfianza por el augurio de triunfo adelantado si reconocer y enfrentar  las causas que motivaron la debacle tricolor.
    ¿Cómo la ve?
    Y hasta la próxima.
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Editores periodico frontera

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