H, Matamoros, Tamaulipas:

Centro Cultural.


Tangente
Por Oscar Díaz Salazar 
El presidente municipal de Reynosa anunció que el gobernador del estado estará en Reynosa el próximo 27 de septiembre presidiendo la ceremonia de inauguración del XIV Festival Internacional Tamaulipas.
Vendrá el gobernador a la ínsula reynosense en la que se siente cómodo y protegido, al territorio en el que suele despachar los asuntos que interesan a los habitantes de Reynosa, al sitio que es emblema de lo “poco” que hizo su antecesor para beneficio de los que aquí vivimos. 
El Centro Cultural de Reynosa se ha convertido en una extensión territorial de Ciudad Victoria, en un recinto cuya jurisdicción atañe al gobierno tamaulipeco y en el que sucede de todo, hasta eventos culturales de tarde en tarde. Pero más que reincidir en un tema que he abordado en otras columnas, lo que quisiera hoy compartir con ustedes es una serie de propuestas que he recogido de algunos promotores culturales de Reynosa, que tienen que ver con el uso que se le puede dar al galerón multicolor que administra la Sra. Leticia Terán de Robinson. 
De acuerdo a mi asesor principal en materia de fomento cultural, de quien omito su nombre para no exponerlo a las recriminaciones de una comunidad muy celosa de sus parcelitas de poder, el Centro Cultural de Reynosa está sub utilizado en cuanto al uso principal que debería tener, y en contrapartida está sobre explotado en los usos accesorios para los que no fue concebido este sitio. 
El proyecto original contempla el funcionamiento de una cafetería para el disfrute de los cientos de visitantes que  - afortunadamente – si tiene el sitio que semeja una tienda de conveniencia grandotota, para ser más exactos, parece un Súper siete o “Seven eleven” gigante. 
Sería muy conveniente convencer a Carlos Slim o a la Sra. Cecilia de Salinas de Gortari para que instalaran un “Sanborns” en el Centro Cultural de Reynosa, en el que ofertaran alimentos bebidas, libros, discos, películas, videos, regalos, etc. 
En el Centro Cultural hay espacio para instalar una librería. Entiendo que el proyecto original contempla una tienda de libros que aun no se ha concretado. Sucursales de las librerías del Fondo de Cultura Económica o del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se pueden crear en Reynosa. La otra opción es traer un empresario librero independiente para que opere una tienda del tipo “Gandhi”. 
Otro servicio que aun no se concreta es el de la galería, un lugar para la exhibición y - o venta de obras de arte.   
Y ya encarrerados en las peticiones a Santa Claus, ofrezco cinco columnas echándole porras a los directivos del Centro Cultural, si se deciden a crear la cineteca, o de perdido videoteca, de Reynosa. Me confieso adicto al cine (excepto Hollywood) y les digo que me daría mucho gusto recordar los tiempos en los que acudía a la Capilla Alfonsina, a la Casa de la Cultura (estación del ferrocarril), a la Alianza Francesa, al teatro de la UR, al Centro Cultural Alemán y al Teatro de la Ciudad, en Monterrey, a disfrutar de los cineclubs que en estas instituciones funcionaban.
Concluyo esta columna escrita a manera de petición al ache gobernador reiterando mi queja por la forma en que nos proporcionan, a los tamaulipecos, los eventos culturales, por mi desacuerdo en la figura de los festivales, en los que se ofertan en abundancia los espectáculos en un breve periodo, al que le sigue un largo plazo de ayuno en la materia.


Reynosa, Tamaulipas a 13 de septiembre de 2012
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Editores periodico frontera

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