H, Matamoros, Tamaulipas:

¿Por qué estudiar?


Por: Jonathan Sosa


Estudiar es una actividad por la cual ejercitamos el entendimiento para comprender una cosa. Y también, desde otro punto de vista, la actividad por la cual pensamos insistentemente en un asunto para resolver sobre él.
Fundamentalmente, son tres las condiciones que se relacionan con el estudio y el aprendizaje:
PODER, tener cualidades personales, es decir, tener la capacidad mínima para emprender una serie de estudios. Está en relación con las aptitudes de tipo intelectual. La mayoría de nosotros tenemos un cociente intelectual suficiente, es decir, tenemos la capacidad necesaria para realizar unos estudios, siempre y cuando añadamos a esta capacidad otros elementos. En potencia, casi todos podemos estudiar. Si queremos y sabemos cómo hacerlo... si no podemos por las causas que sean, no lo lograremos.
QUERER, implica poseer una motivación o deseo de aprender algo nuevo. Tienes que establecer una serie de metas y prioridades. Y ser consciente de que el estudio necesita sin excusas cierto esfuerzo y tenacidad, cierta renuncia y sacrificio, y que para llegar al final, al éxito, es preciso una dedicación diaria. Si no queremos, aunque podamos, porque tengamos todo lo necesario y sepamos, no lograremos nada.
SABER, que implica dominar unas destrezas, técnicas y estrategias de estudio determinadas: selección de información, resúmenes, esquemas, mapas conceptuales, estrategias de resolución de problemas, etc. Aunque queramos y sepamos, si no sabemos cómo hacerlo tampoco nos saldrá bien.
Estudiar ya no es una actividad básicamente memorística. Has de saber que en el rendimiento en el estudio sin duda influyen mucho factores, entre ellos tu situación familiar y tus condiciones de vida, factores de tipo emocional y afectivo, y las técnicas de estudio. Pero no te engañes, posiblemente el factor más determinante es que estés motivado por tus estudios. Hay mucho ejemplos que confirman que personas con unas capacidades normales, pero altamente motivadas, son capaces de obtener los mejores resultados.
Eres consciente que estudiar exige muchos años de dedicación. Recuerda tus primeros pasos en la escuela, entonces casi era un juego, se aprendía casi sin querer. Las cosas van cambiando con los años, cada vez tus estudios requieren más trabajo. Es lógico que decrezca el interés y en ocasiones pierdas las ganas de seguir trabajando. No todos los días se tiene el mismo ánimo. A tus padres y profesores les ocurre algo parecido. Pero hay que seguir haciendo cada uno su tarea. Todos debemos apelar a nuestra responsabilidad que nos impulsa a cumplir con nuestras obligaciones. Difícilmente encontraremos acomodo en la sociedad si no mantenemos nuestro trabajo, si no somos de fiar, si no ofrecemos garantía.

Buscando Motivos para Estudiar

Un hombre rico dio a uno de sus criados cuatro monedas. Al segundo le dio dos monedas y al tercero le dio una moneda. Me las devolveréis cuando regrese. Marchó de viaje y al cabo de un tiempo regresó. Llamó a sus criados y les pidió las monedas.
El primero había negociado con las monedas y le entregó ocho.”Has obrado con corrección y acierto, tendrás parte de mi hacienda”.Le dijo.
El segundo depositó sus monedas en el banco y le entregó cuatro. “También has obrado con corrección y acierto. Tuya será parte de mi hacienda”.Le dijo.
El tercero por miedo a perderla, la enterró y se la entregó.” ¡Criado ruin y haragán, vete de mi hacienda!. Tu desidia no te hace digno de trabajar en ella”. Le dijo.
A modo de moraleja: tenemos la obligación moral de aumentar lo que recibimos. Tenemos que CRECER como personas y eso significa desarrollar al máximo nuestras capacidades para realizar nuestra aportación al desarrollo y beneficio de nuestra colectividad.

Algunas razones para reflexionar:

Piensa por un momento en estas situaciones:
Hay personas que no pueden estudiar (personas mayores que tú, infancia trabajadora...). Están en franca desventaja para integrarse en la sociedad actual en igualdad de condiciones al resto de los ciudadanos. Este no es tu caso. Eres afortunado por vivir en una sociedad que te ofrece oportunidades educativas, es decisión tuya beneficiarte de ellas. No dejes pasar la oportunidad.
La educación ayuda a las personas a forjar un pensamiento más crítico y autónomo, a crecer personalmente como seres sociales y competentes, a tener ideas propias y a adoptar un posicionamiento más claro y consecuente ante las diversas situaciones que tarde o temprano se plantean en la vida.
Vivimos en un país desarrollado que goza de una alta calidad de vida. Esta situación de bienestar no es obra de la casualidad, es fruto de las generaciones anteriores y de la nuestra que con su esfuerzo consiguieron mejorar. Cuanto más desarrollado está un país más preparación necesita de sus ciudadanos. ¿Tenemos la obligación moral de participar con nuestro esfuerzo en el desarrollo de la sociedad a la que pertenecemos?
La relación estudio/trabajo bien remunerado/éxito personal/situación social, no siempre está clara, por eso es necesario encontrar ese equilibrio entre formación para lograr un puesto en la sociedad, que te permita vivir de forma autónoma e independiente, y la satisfacción y el desarrollo personal que aporta la adquisición de conocimientos.
Las nuevas tecnologías amplían la posibilidad de aprender de forma entretenida, adaptándose a las posibilidades de cada uno. Utiliza esta posibilidad no sólo como entretenimiento, también para aprender.

Resumiendo:

- El éxito personal motiva, pero el éxito es alcanzable sólo si se poseen los medios técnicos adecuados (técnicas y hábitos de trabajo intelectual). Muchas de las crisis en los estudios se producen porque falla el “como estudiar”.
- Los motivos son muy importantes. El esfuerzo personal es insustituible.
- La motivación te tiene que llevar a encontrar la razón de estudiar en el mismo estudio y no por el premio o castigo que pueda llegar.
- Llegarás a situaciones donde tu motivación no sea suficiente. Entonces has de apelar a tu sentido del deber, a tu autoexigencia, para estudiar cuando no te apetece por las razones que sean. Refuerza tu voluntad.
- Habla con tus padres y tus profesores de tus estudios y no solamente de las evaluaciones y de las notas. Te pueden ayudar a plantearte y renovar tus motivos.
Ya no eres un niño. Un niño es capaz de matarse a estudiar para conseguir una buena nota o para ser el primero de la clase. A los chicos mayores, ya no les emociona tanto ese tipo de cosas. Por tu edad, por tus intereses, tienes que apelar a tu automotivación porque es una motivación más completa, más eficaz y más formativa.

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Editores periodico frontera

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