TIENE VILLA DE CASAS UN ALCALDE LADRÓN
Por
Ambrosio Garza D.
El alcalde de Villa de Casas, Santos Zurita Sánchez, presume que no
le tiene miedo ni al gobernador y que seguirá con su conducta porque él sí sabe
cómo se hacen las cosas sin dejar rastro…
Los habitantes
de Villa de Casas están poniendo el dedo en la llaga y señalando al presidente
municipal Santos Zurita Sánchez, de ser un consumado chapucero, además de
ladrón.
Los
señalamientos tienen que ver con que Zurita Sánchez está utilizando a los
empleados de la dirección de Obras Públicas Municipales y de otras áreas para
que laboren de “a gratis” con dos empresas constructoras que andan realizando
trabajos en el municipio desde el año pasado.
Esto le ha
generando buenos dividendos a Zurita Sánchez, porque se está quedando con el
pago que harían las constructoras a los empleados municipales, toda vez que la
alcaldía al final de cuentas les paga.
Esto se puede
dar porque las constructoras que trabajan en el municipio al final de cuentas
son propiedad del alcalde Zurita Sánchez, y operan a través de prestanombres,
por lo que ejecutan toda la obra del municipio.
PIDEN INTERVENCIÓN DEL GOBERNADOR
Por otro lado la
clase política local, del PRI, está pidiendo la intervención del primer priista
de Tamaulipas, el gobernador Egidio Torre Cantú, en Villa de Casas, pues por
actitudes como las adoptadas por Zurita Sánchez es que el PRI perdió el pasado
1° de Julio.
Pero también
solicitan que la
Contraloría estatal, la Auditoría Superior
del Estado y el Congreso local metan orden al tremendo desorden que ha generado
Zurita Sánchez en las finanzas de Villa de Casas, producto del enorme y jugoso
robo que realiza, llevando de cómplices a los maiceados e ignorantes regidores
y síndicos del Cabildo.
Sorprende la
enorme fortuna que Zurita Sánchez ha amansado en apenas 18 meses de mal
gobierno, sobre todo porque llegó en calzones y ahora anda de pipa y guante,
presumiendo varias de sus propiedades, ranchos y caballos pura sangre,
especímenes que se cotizan en millones de pesos y pues de dónde, dice la gente,
pues nomás del puro robo al erario, ellos mismos se responden.
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