Por Martín Jaramillo Luna
¿Cuchi, cuchi a mí?
Durante 35 años de periodismo han sido
muchas las insensateces que he escuchado departe de los políticos en campaña,
desde la descabellada frase de “esto no nos perjudica ni nos beneficia, más
bien todo lo contrario”, hasta los famosos enanos del tapanco de José López
Portillo y Pacheco.
Cada candidato tiene sus ocurrencias como la de Fox de
vestir de Smoking con botas vaqueras, locuras muy tolerables tanto para el
electorado como para quienes nos dedicamos a observar con lupa la vida política
del país.
Pero el colmo de la demencia es lo dicho
por la candidata azul quién ahora parece que si llega a la presidencia de la
república hasta la vida intima de los mexicanos va a quererla regir, pues ya
está condicionando los encuentros maritales por los votos.
Pero analicemos lo dicho por Vázquez Mota
en un mitin en Puebla- “Me escribió un hombre, quien me dijo: ‘a ver Josefina,
por qué nada más en negativo. ¿Cuál es el premio si votamos?’ Le dije que sin
voto, un mes sin cuchi cuchi y con voto doble cuchi cuchi. El chiste aquí es
que todos participemos, que hagamos una fiesta de la democracia”
En primer lugar no sabemos a lo que se
refiera la ex secretaria de educación con el vocablo Cuchi cuchi, pues dentro de la gran gama de diccionarios
enciclopédicos solo encontramos una referencia al Cuchi, poblado de Angola que
alberga a la comunidad del mismo nombre, pero no creemos que la candidata vaya
a repartir terrenos en dicho territorio engoles.
Tal vez la muy letrada ex secretaria de
educación se refería a ese vocablo con el acto intimo de una pareja, y en el
caso de que esto sea, es algo que no tiene por qué condicionarse con la
política, además de que es un evento que solo pertenece a dos personas y nada
más, de ahí que su propuesta está totalmente fuera de lugar.
En caso de que esto fuera así, debemos
decir que nadie, absolutamente nadie tiene derecho, tan siquiera de sugerir,
menos proponer y mucho menos ordenar, el intercambiar el acto sexual, por un
voto, pues en todo caso nos estaríamos enfrentando a una suerte de prostitución
en especie, es decir que se estaría cambiando el voto por sexo.
En todo caso todos los maridos que sean
objeto de tan aberrante propuesta de la ex secretaria de Desarrollo Social,
deberían demandar a sus respectivas cónyuges ante la Fiscalía Especializada
para los Delitos Electorales ( FEPADE), pues se está condicionando el voto a un
derecho de los maridos.
Tal parece que la propuesta de la candidata
Vázquez Mota fue hecha sin pensarlo, pues en lugar de enaltecer a las mujeres
las está denigrando al pensar que solo tienen el atributo del sexo para
persuadir a los hombres, situación por demás errónea, pues existen muchos
atributos en las mujeres que pueden hacer que un batallón se mueva.
Por lo anteriormente dicho, si usted es
victima del chantaje azul del cuchi cuchi, de4nuncielo de inmediato y no se
deje intimidar.
Hasta la próxima
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