HECTOR MIGUEL CHAVEZ
H. MATAMOROS, Tam.- La campaña presidencial se torna cada
vez más interesante, primero porque Enrique Peña Nieto está perdiendo puntos en
la intención del voto. Segundo, porque el ganón de esa caída es Andrés Manuel
López Obrador que se puso a cuatro puntos de distancia, y tercero, la caída
estrepitosa de Josefina Vázquez Mota.
Discursos y declaraciones
se endurecieron. Josefina Vázquez Mota ahora se lanzó contra López Obrador al
que acusó de intolerante, al igual que lo hizo el poeta Javier Sicilia. La
panista abrió otro frente de batalla que la hace más vulnerable, pero no le
quedaba otra.
López Obrador es acosado
por haber sido descubierto pidiendo dinero a los empresarios. Sus
colaboradores, entre ellos varios extranjeros pidieron 6 millones de dólares
para ganar la campaña y a cambio ofrecieron una reunión privada con el
candidato con la promesa de que el tema sería secreto, solamente entre ellos.
La reunión trascendió, se
publicó en El Universal y ahora todos quieren respuestas y cuestionan al
candidato de las izquierdas.
López Obrador se elude,
lo mismo que sus coordinadores y dice que se trata de un ataque desesperado de
sus enemigos. Como de costumbre no asume responsabilidades y busca culpables
enfrente, pero además se hace la víctima y habla de complot como lo hizo en el
2006.
Esa va a ser su cruz por lo
que resta de la campaña.
Pero el que tiene mayores
problemas es el PRI y Enrique Peña Nieto. Ayer viernes a las 9:50 de la mañana,
en el Noticiero Imagen Informativa de Pedro Ferriz de Conn participó el
historiador, periodista y escritor, Francisco Martín Moreno quien reveló que
funcionarios de Washington tienen interés y han tomado la decisión de que el
PRI no regrese a Los Pinos.
Y en virtud de eso han mandado
misiles informativos desde Texas. Lo hicieron primero con la captura de un tal
Peña y después con la acusación contra el ex gobernador Yarrington.
Dice Martín Moreno que
los próximos días mandarán más misiles informativos para impedir el retorno del
PRI a Los Pinos.
Habló de la posibilidad
de un acuerdo del presidente con los funcionarios antipriístas de Washington
para filtrar todo tipo de información sobre denuncias e investigaciones a
efecto de deteriorar la imagen del PRI y su candidato y hacerlo perder la
elección.
De esa forma se puede
explicar que este asunto de Yarrington sea realmente una campaña contra el PRI
y no una campaña por la ley y la justicia, o una campaña personal para afectar
al ex gobernador y sus amigos.
Como parte de lo mismo
ayer se dio a conocer que el gobierno estadounidense había asegurado las
cuentas de Tomás Yarrington. Lo anunciaron en los medios del otro lado y lo
rebotaron a México como una información importante, que indudablemente tiene un
gran impacto en el proceso en contra del PR.
Esto contradice a la
disculpa dada por el Departamento de Estado,
cuando hicieron la denuncia contra Yarrington en San Antonio y Corpus Christi
indicando que no trataban de influir en la elección. Explicación no pedida,
culpa manifiesta.
Faltan 30 días para la
elección y el 1 de diciembre es el cambio de gobierno. En los próximos 30 días
vamos a ver grandes sorpresas.
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