COLUMNA CÚPULA
Por Javier Rodríguez Alcalá
El día de mañana
poco menos de 80 millones de mexicanos tendremos la oportunidad de hacer uso de
la libertad de expresión en las urnas para elegir a quien habrá de dirigir los
destinos de nuestro país, así como de quienes habrán de integrar la cámara baja
y alta.
Sabido es que
alcanzar la libertad de votar no fue, y
tampoco sigue siendo fácil, por ello, ahora que tenemos la oportunidad
de salir a elegir a nuestros representantes populares, no podemos, o debemos desaprovecharla.
No permitamos que
nos gane la apatía o desgane al pensar que las cosas o situaciones del país o
del estado van a continuar igual, nuestro voto puede hacer la diferencia, y
prueba de ello es que la primera vez que se dio la alternancia en la
presidencia del país la votación fue histórica.
Al siguiente
sexenio, si bien los números no alcanzaron la misma dimensión, la contienda en
las urnas si fue “cerrada”, al grado que el “ganador” apenas si superó a su más
cercano competidor.
Mañana, una vez más
tenemos la oportunidad de manifestarnos de la mejor manera; votando, pero la
única forma de que los resultados sean satisfactorios, sin dudas, o
suspicacias, es saliendo a ejercer nuestro derecho a votar, porque solo los
triunfos contundentes son inobjetables, sino basta con recordar el proceso
eleccionario en donde ganó el señor de las botas. Esto al margen de que haya
cumplido o no las expectativas de quienes votaron en su favor.
En lo personal,
estoy convencido de que debemos salir a cumplir con nuestro derecho, pero
también con nuestra obligación cívica de votar, por ello le invito a que vote
por el candidato que usted quiera, por quien le haya presentado mejor
propuesta, por quién usted crea que puede solucionar las problemáticas que
ahora mismo vivimos, pero salga, vote, haga
uso de esa libertad que costó mucho, incluso sangre.
Interesantes las
declaraciones del Director de Obras Publicas del ayuntamiento capitalino,
cuando asegura que pavimentar todas las calles con que cuenta nuestra ciudad,
llevaría 44 años.
Imagínese, de
seguro quienes ahora mismo viven el problema de sus calles sin pavimentar, ya
perdieron las esperanzas de que en el corto tiempo les solucionen ese problema,
así haya sido una promesa de campaña.
Sin embargo, es de
reconocer y aplaudir la sinceridad del funcionario municipal, pues más vale que
digan a la ciudadanía lo que se puede o no hacer, que mantenerla engañada.
Sería sano, que el
responsable de esta dirección, diera a conocer si han diseñado algún programa a
largo plazo para la pavimentación de calles, o solo están trabajando en uno
para el trienio, porque la verdad es que en cada nueva administración los
proyectos de sus antecesores quedan
truncos, aunque estos valgan la pena, de ahí, que las soluciones de
algunas problemáticas no avancen.
En lo personal,
creo que debería de crearse una administración permanente, o consejo, que lleve
las cuestiones administrativas y de recursos financieros del municipio, y que
los alcaldes se encarguen de las cuestiones políticas y de gestoría.
De esta manera, los
proyectos a largo plazo continuarían su curso, y las oficinas no se llenarían
de amigos y recomendados, lo que beneficiaría en los costos de administración,
pues estos se mantendrían cada trienio. Cosa de ver a nuestros vecinos del
norte; la idea no es nueva, ni propia
Javier Rodríguez Alcalá.
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